Por Carlos Reyes M. Abril 1, 2016

Su nombre significa resplandor en mapudungun y desde ahí cumple, porque se trata de un pisco traslúcido, brillante, llegado desde el Limarí y elaborado por una familia pisquera de cuatro generaciones, que dejó de venderles la uva a terceros y se lanzó por cuenta propia. Lo que aparece es un destilado basado en moscatel que garantiza una paleta aromática dulce, con sabor a flores blancas y frutas, pero sin la amplitud de otros de su especie. Sucede que al pasar por una doble destilación, sus propiedades se atenúan a favor de las fórmulas cocteleras que busca conseguir. O sea, un producto más ligero, e internacional a la vez, que recién salido del congelador se hace respetar y que, dentro de un trago, tiene lo suyo.

$28.000. Disponible en piscowiluf.cl y en tiendas LA CAV

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