Por Antonio Díaz Oliva Febrero 12, 2016

Pensemos una historia mundial diferente. Alemania y Japón ganaron la Segunda Guerra, Hitler lleva varios años en el poder y Estados Unidos ha sido dividido en tres: la costa nipona, una zona neutra al medio y la costa nazi.

Basada en la novela de Philip K. Dick, desde hace unas semanas está disponible la primera temporada de El hombre en el castillo, el nuevo show de Amazon. Y una cosa es clara: esta es una serie perfecta para los seguidores de History Channel.

Ahí están los personajes: Blake (un norteamericano que trabaja para los nazis), Nobusuke Tagomi (un alto oficial japonés preocupado por lo que sucederá cuando Hitler muera), y Juliana Crain (una chica que se involucra en la resistencia).

La novela de Philip K. Dick juega con la nostalgia y la idea de que quien maneja la narrativa mundial (los libros de historia) maneja el mundo, y en esta adaptación eso funciona. Pero la serie se queda coja en los personajes; más que gente real, uno parece estar frente a robots u hologramas. Aunque eso parece no importar, ya que el show sabe a qué público apunta: a ese que le gustan las ucronías y la historia mundial como una narrativa intercambiable.

“El hombre en el castillo”.

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