Lejos de la estridencia, más cerca de la verdad. Así ha forjado su carrera como documentalista Paola Castillo. En Niños del paraíso, junto a Valeria Vargas mostraba la sacrificada vida de los niños en Juan Fernández, y en La última huella recogía el testimonio de las dos últimas hermanas de la cultura yagán, Úrsula y Cristina Calderón.  Un cine hecho de trozos de vida, con historias mínimas y grandiosas a la vez.

Genoveva es su trabajo más íntimo y biográfico. Después del nacimiento de su hija Matilde, Castillo emprende la búsqueda de una perdida bisabuela mapuche. Apenas tiene un par de datos: su nombre, Genoveva, y una foto difusa en que la distinguimos, altiva, con un pañuelo en la cabeza. 

El asunto es casi un mito en su familia. Cuando Castillo les pregunta a sus parientes por este ancestro mapuche, se nota cierta incomodidad. Nadie dice tener alguna relación con el mundo mapuche. Hay uno que dice que tiene una nana mapuche. Y otra pariente que dice: “Yo creo que es verdad, porque nosotros no somos tan bonitos”. 

La porfía de Castillo con el tema no es casual. Ella y su hija son idénticas, pero mientras Matilde es trigueña, Castillo es su reverso, morena. En España una vez creyeron que no era su hija. Y en Chile hasta han pensado que es su nana.

Así, este documental funciona en dos planos. Por un lado, indaga en cómo toda imagen es una construcción de identidad. Desde la imagen de esta abuela perdida hasta las que vemos a diario en la prensa sobre el conflicto mapuche. Castillo juega con esa idea y coloca a la cantante Ana Tijoux –la misma a la que llamaron “cara de nana”– vestida como mapuche, y también de nana.

Pero Genoveva también es un documental sobre el horror que tenemos los chilenos a reconocer nuestra sangre mestiza. Sobre esa permanente negación a esos genes que invariablemente nos delatan. Como si los mapuches fueran extraterrestres que aterrizaron de un día para otro en el sur de Chile, lejos de un país que se siente rubio, blanco y caucásico.

"Genoveva", de Paola Castillo. En  Centro Arte Alameda, en Cineteca Nacional y Sala Radical.