Por Alberto Fuguet* Julio 6, 2015

Cuesta no quedar atrapado con una novela cinéfila (cinéfila, trash, B) que tiene epígrades de Pulp, Andrés Caicedo y el cineasta Jesús Franco si uno es un cinéfilo. Pero Los amantes caníbales (Planeta) es mucho más que cine. Es mucho más. Quizás es demaiadas cosas pero, ¿acaso no es mejor intentar abarcarlo todo que ni siquiera insistir? Pablo Illanes tiene claro lo que quiere: alejarse lo más posible de "lo literario". ¿Qué mierda es un texto? Cuento, relato, novela breve, lo que tú quieras. Pero texto no", escribe en la voz de Baltazar, su álter ego. Y lo logra. 

Los amantes caníbales no estará en el recuento de fin de año, pero sí en muchos estantes. ¿Pablo Illanes desea estar en el lado de los buenos-correctos o del lado de los trash-sexys? Estira la cuerda, inyecta thriller, intriga, limusinas y champaña y crea una amalgama particular: un escritor chileno se suicida y deja inédita su autobiografía. A partir de ahí, todo explota. 

Illanes escribe como hace telenovelas y como también filma: excesivamente. Acá todo es sobregirado; lo bueno es que también lo son los deseos y los afectos y la tensión sexual. Entre críticas de cine de filmes falsos aparece el Pablo Illanes tierno, confesional y con un sentido de lugar y observación privilegiado: "Esta es la primera vez queme masturbo pensando en el novio de mi hermana. En el baño de varones del cine Rex. Mientras Jason mata sin parar". 

Sus personajes, su nostalgia retro, su capacidad de deternerse en detalles y su corazón abierto delatan que Pablo Illanes es, al final, un escritor y que ya es hora de que sea más tomado en cuenta. Pablo tiene un mundo personal absolutamente propio y reconocible. Es de la estirpe kamikaze. Que sus libros anteriores no estén en el canon literario es entendible. Sus telenovelas se parecen a sus libros, y sus libros y películas se parecen a él. Literariamente no se avergüenza del mundo en que está y toda su obra posee vasos comunicantes. Illanes, lo quieran o no, es un autor. Una firma. Aún no firma su Fuera de Control literario, pero la suma de sus obras más recientes lo está acercando peligrosamente a ser un autor que tiene la valentía de no querer ser coronado ni bendecido. 

Esta es una novela que no sale de los talleres sino de una imaginación alimentada en los cines porno y rotativos del centro. Ambientada en el Santiago dictatorial de los 80 (unos 80 políticamente incorrectos, que nada tienen que ver con Los 80), pasando por el supuesto destape de los 90, llegando hasta el Manhattan nocturno y de cuartos oscuros de hoy, Los amantes caníbales es la novela más ambiciosa, explícita, romántica y masculina de Illanes. 

Este libro conmueve al jugársela por la trama más antigua de todas: chico conoce chica. Digo: chico conoce chico. El intenso y homoerótico lazo de los amigos cinéfilos Baltazar y Emilio da para una película como las que, seguro, Illanes ve a escondidas. Sin sangre, sin vísceras, sin actrices B. Illanes ha escrito una novela donde capta con cariño y precisión lo que implica ver o querer ver cine con alguien que te importa. 

 

"Los amantes caníbales", de Pablo Illanes

A $13.900

 

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