Por Antonio Díaz Oliva Marzo 31, 2015

Ahí está: Carrie Brownstein en Transparent como la amiga de Gaby Hoffmann. O en otra faceta: Carrie Brownstein al mando de Sleater-Kinney, la banda indie rock que este año lanzó un gran disco, No Cities to Love. Y la más importante: Carrie Brownstein apareciendo en Portlandia, esa serie histérica, entrañable y casi alucinógena que hace poco terminó su quinta temporada.

Y desde hace un tiempo que Brownstein superó el simple papel de la compañera chistosa de Fred Armisen. Ahora sabemos que, ya sea por su música o por su humor, lo suyo es un peldaño más en una genealogía que comenzó Patti Smith años atrás y llega hasta Kim Gordon, la bajista de Sonic Youth. Porque al igual que ellas, Brownstein ha hecho de todo; desde periodista musical, roquera, comediante, hasta heroína personal para muchos y muchas. En cualquiera de esos formatos la receta es la misma: una sonrisa que a primeras parece cien por ciento amigable, aunque su función sólo sea acompañar esas bromas con altas dosis de cinismo y humor negro. Carrie es de esas chicas a las que no les importa reírse de esos mismos hipsters y freaks que la sustentan, adoran y van a sus conciertos y apariciones. Por eso necesitamos más Carrie Brownstein; mujeres directas, críticas y agudas, pero que usan el humor y la música como sus dos principales armas.

twitter.com/carrie_rachel

Relacionados