Por Macarena Lavín Febrero 25, 2015

Con 20 años de carrera, Belle & Sebastian sigue entregando buenas historias, adornadas con detalles cotidianos, que en su mayoría es posible imaginárselas como escenas cinematográficas. Esto no viene más que a reconfirmar a Stuart Murdoch, el líder y vocalista de la banda, como un gran narrador y, por supuesto, gran letrista.

Girls in Peacetime Want to Dance es el primer disco de los escoceses luego de cinco años, y uno de los más variados y dinámicos en términos estilísticos. Sin dejar de lado esas canciones a base de guitarra y arreglos barrocos que conquistaron al público indie a mediados de los 90, esta vez agregan bases electrónicas propias de la pista de baile. Pero este paso parece más natural que artificioso, ya que durante la última década se han ido acercando a las fiestas a través de otros estilos, como el soul. Entonces, más que cambiar, el grupo crece y se enriquece en su propuesta musical, en ese abanico amplio propio del pop, empujando los límites tanto como se pueda. Belle & Sebastian siempre lo hace con cuidado, prolijidad, belleza y una sensibilidad que parece no agotarse jamás.

“Girls in Peacetime Want to Dance”, de Belle & Sebastian.

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