Por Daniel Greve, crítico de gastronomía y vinos Febrero 25, 2015

Sin quemar ni arruinarnos el paladar, este gin que llega a Chile lo hace con un carácter definido pero domesticado. Y es que este guardián inglés es así: cítrico, perfumado, con sutiles notas especiadas -el enebro manda- que se vuelven a mezclar con cáscaras de limones, potentes en el retrogusto, y un toque exótico que muy posiblemente se deba al longan -conocido también como dragon eye- que, aunque lo asemejen con el lychee chino, de floral tiene poco. Con suficiente garra, pero a la vez inofensivo, podemos olfatear cierta versatilidad en su estilo: alta coctelería, así como también clásicos Martini dry y, cómo no, el gin & tonic que abre -y a veces cierra- las noches de verano que quedan. Este bulldog muerde, pero no daña.

A $24.990 en Unimarc y Jumbo.

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