Por Antonio Díaz Oliva Septiembre 16, 2014

Hace tiempo que varios directores, esos que entran en la categoría de cine de autor, han metido sus manos en la TV. Martin Scorsese ayudó a impulsar Boardwalk Empire, y Michael Mann estuvo tras la fallida Luck. En The Knick, la nueva serie de Cinemax dirigida por Steven Soderbergh, bastan unos segundos para entrar a una de esas atmósferas típicas del director de Traffic: luces bajas, oscuridad y esa música incidental que se acerca a una película de terror. Aquellos momentos parecen ser los mejores de una serie que ficcionaliza la historia del Knickerbocker, un hospital para inmigrantes en la Nueva York de 1900.

The Knick es un show cuidado. Es televisión de calidad, sí; tanto su estética, historia y producción no fallan. Los primeros segundos nos sitúan frente a un grupo de médicos que intentan salvar a una mujer con complicaciones del embarazo. Entre ésos, al antihéroe de la serie, el doctor John W. Thackery es un tipo racista, que de vez en cuando se mete polvos blancos y anda con cara de no haber dormido. Pero, la verdad, su amoral no es tan atractiva como la del Dr. House, por ejemplo. De ahí que cueste un poco involucrarse en la serie. Estamos frente a una postal histórica antes que gente de carne y hueso que salva vidas. Cuando la ficción televisiva está para lo contrario: para superar el mero registro histórico y hacernos sentir que detrás de esa pantalla, por mucho que haya un siglo de diferencia, hay personajes que alguna vez fueron personas.

“The Knick”, de Steven Soderbergh. En HBO Max. Sábado, a las 20 h.

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