Por Antonio Díaz Oliva Julio 23, 2014

Hay algo inquietantemente Lost en Under the Dome. Y la culpa, claro, es de Stephen King, quien escribió la novela en que se basa esta serie allá por el 2009, cuando algunos -empezando por el mismo King- seguían creyendo ciegamente en el show de Abrams, Lieber y Lindelof.

Under the Dome es la historia de un pueblo en Maine en el que, de un día para otro y sin explicación alguna, se produce un campo de fuerza con la forma de un domo gigante. Así, esta serie funciona igual que Lost pero en un contexto urbano: como una isla de cemento en medio de un pueblo, una frontera que deja a un grupo de sobrevivientes atrapados y con la tarea de ingeniárselas para sobrevivir. Es cierto: Under the Dome mantiene algo de suspenso y la trama engancha. En ese sentido, y como producto de entretención y nada más que eso, cumple. Pero ahí están: esos tics, esos flashback, esos momentos tensos y violentos antes de un corte comercial. Ahí está el legado de Lost: hacer televisión como terapia de shock para mantener al televidente pasmado.

“Under the Dome”. Los lunes por UCV.

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