Por Rodrigo Fresán, escritor. Julio 2, 2014

Hubo un tiempo en el que (al no haber Facebook o Twitter) algunas personas perversas deseaban mucho ser escritores. Ahora (en especial los usuarios de Facebook o Twitter) también lo desean. Pero no lo admiten hasta que consiguen salir de sus pequeñas celdas electrónicas para hacerse una selfie con ejemplar de su libro en mano y colgarla de donde sea. Yupi. Todo lo anterior para decir que la de escritor es una carrera con una primera parte maratónica y solitaria, y otra olímpica y pública y altamente competitiva. Pero para qué extenderme en estos blues y spiritual cuando la gente de Los Angeles Times convirtió  todo el asunto en una suerte de juego de mesa de tres patas y silla endeble. Y, de acuerdo, el tablero en cuestión funciona para especímenes norteamericanos. La versión latinoamericana-ibérica del asunto es mucho más injusta y salvaje y difícil y se juega en una habitación a oscuras. Por lo que, claro, nadie ha visto el tablero.

http://graphics.latimes.com/how-to-be-a-writer/.

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