El argumento es muy modesto: tres amigos viven en San Francisco, buscan pareja y, como si no fuera mucho pedir, un buen trabajo, pero la vida se empecina en llevarles la contra. Patrick, Agustín y Dom están entre los treinta y los cuarenta, son gay y hacen precisamente lo mismo que cualquiera de esa edad: constatar que nada era como lo prometían en el colegio. Con mucho cinismo, sexo y tiempos muertos, más de algún crítico apostó que Looking pasaría por nuestras teles sin pena ni gloria, pero ya pinta como una de esas grandes obras menores. Pese a que sea otro intento por retratar una generación -básicamente blanca, de clase media y primermundista-, esta vez no hay gritos ni grandes alharacas, sino un relato en voz baja en donde se reconocen las miserias de la vida cotidiana. Como la evidente contracara gay de Girls -serie que por cierto acaba de terminar su mejor temporada-, Looking gana en las distancias largas. Es decir, mostrando con calma y espíritu científico cómo crecen, maduran y se echan a perder las relaciones. He aquí -redoble de tambores- uno de los mejores estrenos de la temporada.

“Looking”: martes a las 22:30 h por HBO Plus.