Por Pablo Illanes Abril 3, 2010

Justo después de la Segunda Guerra Mundial, la ambiciosa Rae (Susan Hayward) casualmente conoce en un aeropuerto al marine Paul Saxon (John Gavin). Como ocurre también en Brief Encounter, de David Lean, la pareja se conoce de manera accidental y, como siempre pasa en el cine romántico más clásico, un incidente absurdo los separa momentáneamente. Luego viene el transcurso del tiempo, que es mi parte favorita en estas películas, porque uno nunca sabe exactamente cuánto tiempo pasó ni por qué la gente se ve igual que antes, pero da lo mismo, es Hollywood en glorioso tecnicolor y eso es lo único que importa. Como a la heroína le ha ido muy bien diseñando ropa (habilidad que ya se nos enrostró en la primera parte), se muda a Nueva York, donde por segunda vez se topa con el marine y, obvio, pasa de todo: se dan un beso y "el beso va ganando en intensidad hasta que salen de cuadro". Lamentablemente el marine está casado con Vera Miles, que es alcohólica y que se niega a darle el divorcio. Amor imposible, pero amor de verdad, con unas soberanas actuaciones de Vera Miles y, claro, de Susan Hayward, la única actriz capaz de bancarse tanta tragedia. Se llama La usurpadora (Back Street, 1961) y la dirigió David Miller. Melodrama industrial de alto vuelo. Luego de varios años buscándola, al fin la encontré.

* Escritor y guionista de Dónde está Elisa?

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