Por Rodrigo Fresán Febrero 6, 2010

Puestos a hacernos una pregunta tonta y sin respuesta, quiénes piensan ustedes que son el equivalente norteamericano de The Beatles: ¿Credence Clearwater Revival? ¿Buffalo Springfield? ¿The Beach Boys? ¿The Talking Heads? ¿REM? ¿The Replacements? ¿Tom Petty and The Heartbreakers? Puestos a elegir algo de lo que uno va a arrepentirse dentro de cinco minutos, yo me inclino por los malditos Big Star. Aunque, tal vez, estén más cerca de los igualmente formidables The Kinks. Formados en Memphis, comandados en principio por la dupla tan lennonmacartneyana de Alex Chilton y Chris Bell y creadores del sonido power-pop made in USA… A Big Star le salió todo menos la grabación de tres discos adorados por la crítica e ignorados por discográficas y gran público: #1 Record (1972), Radio City (1974) y Third/Sister Lovers (de 1975 pero luego de vagar por ahí como zombi-pirata de varias encarnaciones, recién editado en 1992) más un live en un viejo show radial (también rescatado en 1992). Todo esto más demos y rarezas, un muy bien escrito libro y hasta un DVD que muestra las únicas postales en directo de la banda se incluye ahora en la caja Keep an Eye on the Sky, cortesía de Rhino Records. No dejen pasar la oportunidad de conocer o de reconocer (las mejoras en el sonido justifican la reincidencia en el gasto) a una banda que, como nunca estuvo de moda, jamás ha dejado de estarlo. Comprobar, de paso, lo bien que suena la inteligente teen-movie llamada Adventureland (que incluye a "I'm in Love with a Girl" en su soundtrack) y recuerden que lo mejor de la sitcom aquella, That '70s Show, era el modo en que tronaba "In the Street" en los títulos de apertura. Y si se quedan con ganas: se ha reeditado también el delicado I Am the Cosmos del fallecido Chris Bell. Descanse en paz, Big Star sigue brillando. Ahí arriba, por encima de tantas estrellas fugaces.

DVD: El génesis de Battlestar Galactica

Battlestar Galactica

Uno de los hitos de la televisión de principios del tercer milenio fue, sin dudas, la inteligente revisión de Battlestar Galactica. De acuerdo: naves espaciales y jerga tecnológica, pero -por encima de todo eso- intriga política y religiosa y lazos de sangre (humana) y de aceite (cylon). Así que ahora, a la espera del inminente estreno de la serie-precuela Caprica (de la que ya conocemos un excelente capítulo-piloto) llega Battlestar Galáctica: The Plan. Película y unitario que nos devuelve al principio de la historia (los días previos a la destrucción de las doce colonias zodiacales), pero esta vez desde el punto de vista y de láser de los humanoides cylons. Y, suele ocurrir, nos enteramos que no todo era exactamente tal como nos lo habían contado.

* Escritor argentino.

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