Por Sergio Fortuño Enero 30, 2010

Julian Casablancas, cantante y principal compositor de The Strokes, es el último de sus compañeros en lanzar un álbum propio durante el receso de la banda y es, también, quien más se ha esforzado por ampliar la paleta sonora que caracteriza al cuarteto neoyorquino. Con eclecticismo y una dosis abundante de trucos de producción, Phrazes for the Young se dispara en varias direcciones que tienen un punto de partida reconocible en la recreación de los códigos post punk propia de su grupo de origen. La inclusión de ritmos algo más maquinales y un mayor protagonismo de los sintetizadores parecen un guiño new wave que completa las referencias de época que abundan en The Strokes. Aquí, Casablancas sale del garage y de los bares para adentrarse en los galpones y las discos de fines de los 70.  Pero incluso va más allá, con escarceos psicodélicos en "11th Dimension", ciertos toques progresivos en "4 Chords of the  Apocalypse" y alusiones a la música griega en "Tourist". También impresiona con "Ludlow Street", un procesadísimo vals country en honor de la calle que es uno de los epicentros culturales y artísticos del Lower East Side de Manhattan. El hombre tiene ideas, talento, carisma y sex appeal, pero, al mismo tiempo, su disco funciona más como una sucesión de momentos aislados, carece de una visión de conjunto y evidencia una incontinencia estética que redunda en una producción innecesariamente abigarrada.

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