Por Pablo Illanes Noviembre 14, 2009

Preguntarse por qué Lars von Trier filma lo que filma es, a estas alturas, un despropósito. Todos sabemos que como director es uno de los nombres más controvertidos del panorama internacional, característica que a medida que pasan los años parece haberse ido agudizando. Este rasgo polémico y contestatario, impredecible como ningún otro cineasta vivo, se advierte desde su carrera más temprana, estallando definitivamente en Antichrist, drama de horror realmente visceral y extremo. Pretencioso, a ratos, como siempre en Von Trier, la solución siempre pasa por lo físico. En este caso es una madre inconsolable a nte la pérdida de un hijo (Charlotte Gainsbourg), la que se entrega al sacrificio carnal que le propone su pareja (Willem Dafoe). A ratos cerebral y estática, la cámara de Von Trier se regocija en ocultar, mentir y burlarse sin piedad de nuestras expectativas, logrando momentos cinematográficos de gran impacto. Pese a lo anterior, la película jamás logra el nivel de compromiso de Contra viento y marea ni tampoco la ambigüedad entrañable de Dancer in the dark. Recomendable, con señal de alerta.

*Escritor y guionista de Dónde está Elisa? y Vrolok.

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