Por Andrew Chernin Octubre 24, 2009

Un negro tuvo que llegar a la Casa Blanca para que quedara claro que el poder no es necesariamente blanco. Y una negra tuvo que acompañarlo para que se entendiera que el glamour no tenía que venir rubio de fabricación. Michelle Obama orquestó ese golpe y terminó convirtiéndose en esa mujer que, en el fondo, todos deseamos. La guapa smart. La belleza clever. Y no necesitó mimar su clóset gastando millones como Cristina K, ni lucir telas de diseñadores como la Bruni. Lady O encontró a Barack, antes del poder y el Nobel, vistiéndose en J. Crew. Y eso, sus pilchas, es lo que este blog estudia. Cecilia, Karen y Martita, pongan atención.

http://mrs-o.org/

Relacionados