Por Gonzalo Maier Agosto 29, 2009

-¿Qué te parece la pose clásica de escritor? Esa en donde aparece afirmándose el mentón...

-Depende de las manos, del escritor y de quién haga la foto. Hay una tremendamente buena de Neruda, en que sus manos largas, sus dedos y el mentón hacen una obra maestra. Si tratas de hacer eso con alguien de manos gordas, es un desastre.

-Seguramente miras de otra forma las fotos que van en los libros, ¿tienes tus favoritas?

-Una foto de solapa es tan importante como cualquier imagen que exista de un escritor. En general, he encontrado en autores chinos o japoneses una gran preocupación. Son fotos minimalistas. Por otro lado, me extraña que de Sylvia Plath no existan muy buenas fotos. El caso opuesto es Virginia Woolf, sus fotos son geniales.

-Escritoras vs. escritores: ¿quiénes son más vanidosos?

-Más bien separaría entre gente con mucho ego y los asumidos, que ya están en otro planeta, sin egos. En general, los vanidosos salen pésimo, están tan preocupados de salir bien que nunca relajan los músculos faciales, y eso ningún Photoshop lo puede arreglar. Hay que hacerles respirar profundo, te conviertes en instructor de yoga. ¡Es agotador!

-Ya que lo fotografiaste hace unos días: ¿te gustan los libros de Pablo Simonetti?

-En general leo a historiadores y poetas, pero Simonetti me sorprendió con su última novela. Te cuestiona como lector. Comienzas a caer en el juego sin darte cuenta. Me interesa cuando interpela al "coco" del lector. Lo fragiliza y fortalece.

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