Por Evelyn Erlij Febrero 22, 2016

La presencia chilena en la Berlinale comenzó algo ruidosa luego de que El Mostrador denunciara un supuesto conflicto ético en relación a los criterios de selección del cine chileno presente en el certamen, acusación que hizo reaccionar a la directiva de la Asociación de Productores de Cine y Televisión, que en ese mismo medio publicó su respuesta. En Berlín, sin embargo, el debate que se generó al interior de la comitiva chilena fue otro: Nunca vas a estar solo, el filme del músico y director Álex Anwandter —ganador del Premio Especial del Jurado en los Teddy Awards, galardón a las cintas de temáticas gay, lésbica y transgénero— fue la única película chilena cuyo equipo no obtuvo financiamiento estatal para viajar al certamen, uno de los tres más importantes del mundo y donde compitió en la sección Panorama, la segunda de mayor relevancia en la cita berlinesa.

La película, inspirada en el caso de Daniel Zamudio, el joven fallecido en 2012 tras un brutal ataque homofóbico, fue bien acogida en el festival, lo que se refleja en las críticas positivas de la prensa especializada: "Quizás no ha habido hasta ahora muchos filmes para volarte la cabeza en la Berlinale, pero Nunca vas a estar solo bien podría ser la primera", publicó Twitch, el prestigioso sitio canadiense de cine, mientras que The Boston Herald la consideró "un debut aplastante". Durante los días de festival, Anwandter, junto al actor Sergio Hernández, dieron más de una decena de entrevistas a medios de todo el mundo, por lo que la presencia del equipo fue fundamental tanto para promocionar la cinta, como para dar a conocer el cine chileno en el extranjero.

Antes de explicar por qué el viaje del cineasta no fue financiado, es necesario comprender la burocracia: cuando un director queda seleccionado en un festival, debe postular al "Programa de Apoyo para la Participación en Festivales y Premios Internacionales" del Consejo del Arte y la Industria Audiovisual (CAIA), organismo del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes. Esta instancia contempla el pago de un pasaje de avión, alojamiento, transporte hacia y desde el aeropuerto, alimentación, material de promoción, agente de prensa, envío de material y el pago de una copia y subtítulos para la exhibición de la cinta en el certamen. El fondo apoya la presencia de directores en más de 100 festivales acreditados por la Federación Internacional de Asociaciones de Productores.

Rebeca Gutiérrez, presidenta de la Asociación de Productores Independientes de Chile (API), explica el problema tras este mecanismo: "El 'Programa de Apoyo' es una gran herramienta para que las películas seleccionadas en el extranjero tengan mayor impacto en sus estrenos, sin embargo, ha ido mutando por asuntos administrativos internos en el CAIA, lo que ha complicado el uso efectivo de este instrumento —afirma—. La principal crítica es que la postulación debe ser realizada 40 días hábiles antes del inicio del certamen, fecha en la cual nadie aún tiene la confirmación de selección en los festivales, e incluso muchas veces ni siquiera ha cerrado el plazo de postulación".

Eso le ocurrió a Isabel Orellana, productora de Nunca vas a estar solo, el último filme chileno en ser anunciado por la Berlinale: "Supimos de la selección la segunda semana de enero y ya no era posible postular a este apoyo. Por ende, la producción tuvo que costear todos los pasajes y alojamientos", explica. Las otras tres películas chilenas en Berlín, en tanto, sí tuvieron apoyo estatal.

El diseño de este fondo implica que se debe postular a ciegas, es decir, sin saber si se ha quedado seleccionado o no en un festival. "Se invierte tiempo y recursos de parte de los productores, que realizan postulaciones 'por si acaso' y, a la vez, el aparato público pierde tiempo al revisar esas postulaciones, para que luego la mayoría de ellas no se llegue a ejecutar", detalla Gutiérrez. El cineasta chileno Alejandro Fernández, que estuvo en Berlín presentado Aquí no ha pasado nada, ha tenido experiencias similares: "Fui a Cannes invitado al Atelier de la Cinéfondation a presentar un proyecto y no tuve el pasaje. La respuesta del fondo tienen que ver con temas burocráticos, con que existe un protocolo para la postulación que establece que hay que postular dos meses antes de que el festival te diga que sí. Así muchos se queda fuera de plazo. No hay ninguna flexibilidad".

Desde el CAIA responden: "Estamos conscientes de que se solicita postular en algunos casos con bastante antelación a los resultados de los festivales. Sin embargo, el plazo de los 40 días hábiles se ha establecido para lograr cumplir con los procesos que requiere la administración de recursos del Estado. Por el tipo de asignación, desde el Fondo de Fomento Audiovisual, los proyectos en primera instancia deben aprobarse por ley en sesiones del CAIA, para luego tramitar las resoluciones con el departamento jurídico. Una vez formalizada la asignación, se contacta al beneficiario. Todo este proceso requiere la visación de distintos departamentos del CNCA, por lo que los 40 días tiene directa relación con el proceso apegado al reglamento y lo que pide la Contraloría General de la República. Una reestructuración del programa requiere de una restructuración global de las normativas, leyes y mecanismos de asignación del Fondo de Fomento Audiovisual".

En cuanto al caso de Nunca vas a estar sólo, explican que "la película mencionada no postuló al Programa de Apoyo, ni tomó contacto con la Secretaría Ejecutiva del Fondo de Fomento Audiovisual, por lo que no hubo forma de entregarles apoyo". Isabel Orellana responde: "no postulamos porque no estábamos seleccionados para la fecha del 15 de diciembre, fin del plazo para postular. No aceptan, en ningún caso, postulaciones posteriores. Luego, cuando supimos que estábamos seleccionados —el 13 de enero, un mes fuera del plazo estipulado por las bases— no tomé contacto con la Secretaría Ejecutiva, pues en ocasiones anteriores el trato había sido muy poco comprensivo".

Macarena López, productora del filme Rara, que también estuvo presente en el festival, revela otra falencia del sistema: "El CNCA y el sector audiovisual tienen la responsabilidad de haber diseñado un programa de apoyo en el que la ayuda no discrimina entre festivales grandes y chicos. Es decir, estrenar en Berlín y estrenar en Guanajuato obtiene el mismo apoyo", explica. Orellana reclama lo mismo: "Es necesario revisar el listado de festivales, el que parece desactualizado y no diferencia entre festivales pequeños y festivales clase A, donde se gasta mucho más dinero. Un ejemplo: un agente de  prensa puede cobrar unos 4.000USD para Cannes o Berlín, pues los periodistas acreditados son muchísimos más. En la lista de festivales apoyados también se nota una falta de festivales especializados, LGBT o de género, que no están incluidos".

Desde la creación del Programa de Apoyo para la Participación en Festivales, iniciado en 2010, se ha financiado 305 postulaciones, correspondientes a 141 películas, para viajar a 72 festivales en 40 países, entregando $1.020.602.770, con un promedio de $7.200.000 por película, según datos del CAIA. En 2015, se apoyó a 74 postulaciones, correspondientes a 43 películas, para viajar a 40 festivales en 22 países, recibiendo cada película, en promedio, unos $4.900.000.

 

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