Por Yenny Cáceres Julio 1, 2015

“Siempre quiero provocar las mentes de la gente, no quiero causar escándalo, sólo quiero provocar. Quiero provocar interés y que la gente piense y se comunique. Quiero ser muy claro con mi comunicación y provocar frases, y que la gente se detenga y que mire la fotografía”.

No es director de cine, pero David LaChapelle es el hombre que con sus fotografías ha inventado sus propias ficciones, hipnóticas y coloridas, con algunas de las estrellas más famosas de Hollywood, desde Angelina Jolie hasta Leonardo DiCaprio. Un universo en explosión y un cruce imposible entre la cultura pop y las citas a la historia del arte, al barroco, a la imaginería religiosa –como su conocida Piedad con Courtney Love–, y a las naturalezas muertas de la pintura holandesa. Sólo que, esta vez, los cuerpos inertes y fragmentados corresponden a famosos como Kennedy y Madonna.

La suya es la historia de un chico nacido en Connecticut a mediados de los 60, el raro del colegio, que se convierte en fotógrafo de celebridades y en una figura inclasificable dentro del mundo del arte. Decir LaChapelle es decir Vogue, Vanity Fair, Rolling Stone. Las revistas de moda y de cultura pop más importantes de las últimas décadas.

El ojo del mundo. El multifacético LaChapelle. El director de videoclips de Moby, Britney Spears, Jennifer López, Amy Winehouse y No Doubt, y el artista que marcó un hito en la historia de la publicidad en Estados Unidos con su campaña para Diesel Jeans, en 1994, con el beso de dos robustos marineros, a lo Marlon Brando en Nido de ratas: fue uno de los primeros avisos en mostrar un beso homosexual.

Todo el universo LaChapelle estará presente en su primera retrospectiva en Santiago, desde el 29 de julio en el MAC del Parque Forestal. Cerca de 90 fotografías y videos que llegan a Chile financiados por la Fundación AMA, que preside Juan Yarur, coleccionista de sus obras, quien incluso el año pasado se tomó un retrato con el fotógrafo.

Son 30 años de trayectoria, desde sus primeros trabajos en los años 80 –fotos de cuerpos desnudos, en blanco y negro, despojados– hasta sus últimas fotografías, alejadas de los retratos de celebridades.

La década de los 80 fue complicada para LaChapelle. Muchos de sus amigos murieron de sida y era un artista desconocido, hasta que Andy Warhol se cruzó en su camino: “Estaba mostrando mis fotos en una galería en Nueva York y no estaba ganándome la vida con mi arte. Pero a Andy le llamó la atención una pieza en especial y me preguntó si quería trabajar con él. Él era uno de mis artistas favoritos, estaba muy emocionado, ya que trabajaría en Interview, una de las revistas más importantes de la cultura pop. Fue realmente genial, una gran experiencia, y siempre amé su trabajo, desde que era un niño”.

–En la exposición en Santiago veremos Last Sitting, uno de los últimos retratos de Warhol. ¿Cuál es la historia de esa foto?

–Es el último retrato de Andy, fue tomado pocos meses antes de su muerte. Hay dos biblias a la altura de su cabeza. Andy era percibido de cierta forma, pero uno de sus aspectos, que el público no sabía, era que los domingos, cuando vivía en Nueva York, nunca dejaba ir a la iglesia.

–¿Cuál era la búsqueda en la serie Good News for Modern Man, en los inicios de su carrera?

–Era muy joven, estaba buscando respuestas porque muchos de mis amigos eran jóvenes y estaban muriendo. Estaba buscando respuestas sobre el cielo, sobre dónde estaba el alma, qué pasa con la energía de mis amigos que tenían 21, 22 años, a dónde fueron, qué pasa cuando nos morimos. Preguntas como ésas son las que me estaba haciendo a través de la fotografía. Al mismo tiempo, estaba muy asustado. Estaba en Nueva York y estaba perdiendo algunos de mis amigos. Fue una maravillosa época, los años 80 en Nueva York, pero también fue una época del terror.

AMERICAN JESUS

En 2006, LaChapelle dejó el mundo de las celebridades. Sintió que “ya había dicho todo lo que tenía que decir” y se retiró a Maui, en Hawái. Ahí tiene su refugio. Un lugar fuera del tiempo para un fotógrafo que, como confiesa en esta entrevista, sueña con que sus fotografías puedan “detener el tiempo”.

LaChapelle cambió de registro, pero ha seguido imaginando otras postales imposibles. Como las sorprendentes ciudades futuristas de la serie Land Scape (2012-2013), que en verdad son maquetas de refinerías y estaciones de servicio, que construye junto a diseñadores del mundo del cine en su taller en Los Ángeles que, más que el taller de un fotógrafo, parece un gran laboratorio.

En 2010, un año después de la muerte de Michael Jackson, en la galería Paul Kasmin en Nueva York, le rindió un particular homenaje. En una muestra que tituló American Jesus lo elevó a la categoría de icono religioso y lo imaginó como un arcángel, en una beatificación y en una escena como La Piedad de Miguel Ángel.

–Después de su muerte, usted imaginó a Michael Jackson como un arcángel, como Jesús. ¿Por qué?

–Michael es como un profeta, un mártir, un mensajero. Él era una persona inocente y el mundo lo destruyó. Nunca conocí a alguien como Michael Jackson en la vida. Era una persona increíble. Le dio mucho al mundo. Nunca se podrá dimensionar la alegría que le trajo al mundo con su música. Lo que obtuvo a cambio fue una persecución que lo destruyó.

–¿Fue muy difícil trabajar con celebridades?

–Trabajé en revistas, con celebridades y con el mundo de la moda durante 20 años. Amé ese trabajo y realmente disfruté tomar estas fotos. Conocí a grandes personas. Aprendí mucho a cómo comunicar con las fotos. Como cualquier trabajo, tenía aspectos buenos y malos. Hay grandes fotos. Fue una gran experiencia alrededor de todo el mundo, conocí gente fascinante. Por supuesto, en algunos momentos hubo dificultades, pero eso viene con cada vida.

–En la serie Land Scape, las fotografías parecen como ciudades de ciencia ficción. ¿Cuál es la inspiración para esas imágenes?

–Son refinerías de petróleo y estaciones de servicio. La revolución industrial y el uso de combustibles fósiles han sido el más profundo evento en la historia de la humanidad, el que cambió el curso de la historia de la humanidad, y el comienzo del hombre actual en la Tierra. Este evento único, de uso de combustibles fósiles, ha tenido un gran impacto en la humanidad, más que cualquier cosa, y lo quise conmemorar con estas fotografías. El uso de combustibles fósiles creó la revolución industrial, que ha permitido a la población crecer hasta el día de hoy. Pero también podría ser la razón por la que la humanidad ha fallado como civilización, y que no exista más.

–¿Por qué la sensualidad es tan importante en su trabajo?

–Porque la belleza atrae, lo feo no es atractivo, y yo quiero atraer a la gente, a la audiencia, no alejarlos. Por eso uso belleza, sensualidad, color, para atraerlos, especialmente si estoy tratando temas que confunden a la gente, quiero atraer al público con la sensualidad.

–¿Por qué es importante provocar?

–Siempre quiero provocar las mentes de la gente, no quiero causar escándalo, sólo quiero provocar. Quiero provocar interés y que la gente piense y se comunique. Quiero ser muy claro con mi comunicación y que la gente se detenga y mire las fotografías. Porque siempre miramos tantas imágenes, por eso tienen que ser poderosas, para que paren y miren.

–En la serie Still Life, ¿cuál era su búsqueda, al trabajar con cuerpos fragmentados de famosos?

–Quise tomar las naturalezas muertas de los artistas antiguos, y quise traerlos a la actualidad. Son vanitas. Es sobre nuestras vidas, que son muy cortas. Somos como una flor. Una flor tiene su primavera, el verano, nace, florece y se muere, es el ciclo de la vida. Es como las estaciones del año, el invierno, la primavera.

–¿Qué opina del arte contemporáneo, que a veces puede ser muy hermético?

–No pienso mucho en el arte contemporáneo. Está hecho para un mercado, para que se venda y sea una inversión. El mundo del arte no me interesa, yo estoy más interesado en el mundo. El mundo del arte es como un gueto, es un gueto para la gente rica, y está cerrado para el resto de la gente.

–En sus fotografías siempre está contando historias. ¿Escribe ficción o ha pensado dirigir películas de ficción?

–No. Amo lo que hago. Las fotografías congelan el tiempo y hacen que el tiempo corra un poco más despacio, porque la gente se detiene a mirarlas. El mundo se está moviendo demasiado rápido. Yo quiero detener el tiempo. Todos siempre están viendo los teléfonos, YouTube, Facebook, siempre están viendo pantallas, moviendo imágenes con el dedo, con el teléfono. Yo quiero detener el tiempo y que la gente pare.

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