Por Fuente: La Tercera Marzo 14, 2018

Quienes tomaron el examen con que Stephen Hawking se titularía en la Universidad de Oxford en 1962 sabían que el joven que tenían ante sí era más brillante que ellos mismos. El dueño de esa inteligencia, que pronto le daría fama mundial más allá del circuito científico, tuvo sus últimas horas esta madrugada en su residencia en Cambridge, donde murió a los 76 años.

“Traté de llevar una vida lo más normal posible, y no pensar en mi enfermedad o lamentar las cosas que me impide hacer, que no son tantas”, escribió una vez el hombre cuya mente brillante debió hacer frente, desde los 21 años, al diagnóstico de esclerosis lateral amiotrófica, una patología progresiva y considerada letal, a la que el autor de “Una breve historia del tiempo” (1988) sobrevivió comunicando sus pensamientos a través de movimientos casi imperceptibles desde una silla con tecnología especial.

Su muerte fue confirmada por sus hijos Lucy, Robert y Tim, quienes a través de un comunicado señalaron que el intelectual falleció en paz este miércoles. “Estamos profundamente tristes de que nuestro amado padre haya murió hoy”, afirmaron, recalcando que fue “un gran científico y un hombre extraordinario cuyo trabajo y legado perdurarán por muchos años”.

Siendo uno de los sucesores de Isaac Newton como profesor lucasiano de Matemáticas en la Universidad de Cambridge, Hawking estuvo involucrado en la búsqueda del gran objetivo de la física, una teoría unificada.

Esa idea resolvería las contradicciones entre la Teoría General de la Relatividad de Einstein, que describe las leyes de gravedad que gobiernan el movimiento de los grandes objetos, como los planetas, y la Teoría de Mecánica Cuántica, que trata sobre el mundo de las partículas subatómicas.

Recientemente, el científico británico divulgó un informe en profundidad sobre los agujeros negros, el tema que más investigó a lo largo de su vida. Fue en una entrevista en National Geographic Channel, donde subrayó que antes del “Big Bang” no se produjo nada.

Relacionados