Por Paula Namur // Foto: José Miguel Méndez Noviembre 24, 2017

El proyecto hoy
Hoy los socios de Puentes Educativos son el Mineduc, Fundación Telefónica, Samsung, la Asociación Chilena de Municipalidades y la Asociación Chilena pro Naciones Unidas Achnu (que además es la ONG ejecutora).

En 2010, Gonzalo Plaza estaba en Washington DC. Trabajaba en la división de monitoreo y evaluación del Banco Interamericano de Desarrollo, cuando recibió un llamado desde Nokia Latinoamérica que lo tentó. Al economista, que había trabajado en el ministerio de Educación, en la Cepal y en la superintendencia de pensiones de Chile, lo buscaban para hacerse cargo del proyecto Puentes Educativos, que apuntaba a cambiarle la cara a la educación rural.

Ocho años antes, Nokia y la fundación Pearson se habían asociado a nivel internacional para implementar el proyecto Bridge IT. ¿El objetivo? Entregar herramientas del siglo XXI para la educación a través de equipos tecnológicos como celulares. Quisieron extenderse a 10 países, abarcando África, el Sudeste Asiático y Latinoamérica, entregando a cada país US$1 millón para implementar el proyecto y conseguirse los socios locales. En la región, los elegidos fueron Chile y Colombia. A nuestro país el proyecto llegaría en 2010 de la mano de la ONG Achnu (Asociación Chilena Pro Naciones Unidas).

El economista aceptó el desafío de liderar la implementación de este proyecto y hacerlo sostenible en tres años. “De los 10 países que empezaron, sólo en dos el proyecto siguió vivo después de los 3 años: Filipinas y Chile”, asegura Plaza.

De a poco el proyecto fue tomando rumbos propios. Ahora el foco no está en TI, sino en metodologías para que los profesores desarrollen nuevas habilidades en los estudiantes. “El discurso en educación en 2010 estaba muy basado en la tecnología, que estaba en boga, pero poco a poco a nivel mundial los expertos fueron dándose cuenta de que esta no lo era todo. Nosotros dimos el giro y nos centramos en la metodología, integrando aprendizaje basado en proyectos, comunidades de aprendizaje, entre otras que ponen al estudiante como protagonista del proceso”, agrega Plaza, quien en 2012 fue elegido por el World Economic Forum como uno de los 16 chilenos líderes sub-30.

Puentes Educativos es hoy un programa de innovación en escuelas rurales que busca desarrollar habilidades del siglo XXI a través de la formación de los profesores, acompañamiento y entrega de recursos educativos como tablets. Su nicho es la educación multigrado, y el objetivo es cambiar el paradigma de la educación rural.

A la fecha han capacitado a más de 2.500 profesores, lo que ha impactado a 20 mil niños en 700 escuelas de 95 comunas del país. Su presupuesto anual son $700 millones.

“Había que cambiar esa concepción de la innovación basada en la tecnología, porque la innovación es mucho más que eso, es cambiar la forma de hacer las cosas, y eso puede ser con un computador o sin él”, dice Plaza.

El proyecto ha sido reconocido de manera internacional: en 2014 y 2015 el BID destacó a Puentes Educativos como una de las 50 iniciativas más innovadoras en educación de Latinoamérica. Y, este mes alcanzaron un hito importante al expandirse a Guatemala y Nicaragua gracias al financiamiento de Fondo Chile, una alianza de cooperación del PNUD_y el gobierno de Chile.

¿Los siguientes pasos? “Lo primero era consolidarnos en Chile, y luego internacionalizarnos hacia Latinoamérica. Es una región altamente rural y nuestro proyecto tiene un hábitat mucho más propicio para el entorno rural: las escuelas son multigrado, y en ese espacio es lindo desarrollar habilidades como la colaboración, solución de problemas, trabajo en equipo, pensamiento crítico, entre otros. Por lo tanto, nuestro desafío es estar en muchos más países de la región. México, Perú, Colombia y Paraguay son países donde probablemente trabajemos en un futuro próximo”, asegura.

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