Por Felipe Hurtado H. // Fotos: GettyImages Septiembre 22, 2017

Horacio de la Peña llegó a instalarse entre los 30 mejores tenistas del mundo durante la década de los 80 y ganó cuatro títulos en singles en el circuito de la ATP, además de otros seis en dobles. Sin embargo, en Chile se le conoce más por su trabajo como técnico, principalmente, con Fernando González, Nicolás Massú y el equipo de Copa Davis. Hoy se dedica a repartir todo ese conocimiento adquirido durante décadas a los más pequeños a lo largo del país gracias a las 640 clínicas que hace al año en más de 20 comunas.

La distancia con la pelota y la motivación son esenciales para los expertos.

Consejos para mejorar el rendimiento de un jugador, en especial a un aficionado, le sobran. “Una de las primeras cosas que debe aprender es a encontrar la distancia con la pelota. Es muy común que la choquen en lugar de recibirla, lo que sucede porque en vez de dar el paso hacia atrás lo hacen hacia delante y así pierden el control”, parte diciendo.

La segunda recomendación que hace el porteño tiene que ver con la ubicación. “Es importante ponerse siempre detrás y debajo de la línea de la pelota, para encontrarla subiendo. Cuando haces eso, después debes envolverla, para que haga curva y caiga dentro de la cancha. Así solucionas los dos problemas que te presenta la cancha: la red y la línea de fondo”, asegura el entrenador, cuya academia funciona en las canchas del Estadio Sirio.

Otro aspecto con que frecuentemente se topa entre los amateur es que juegan muy de frente. “Al golpear de esa manera, el hombro no puede girar, los tiros van cruzados y se vuelven cada vez más predecibles, por lo que es necesario rotar el tronco”, plantea De la Peña.

En cuanto al saque, el argentino ha advertido que el principal inconveniente es que lo hacen derecho. “Sólo ocupan la gravedad y eso lo hace difícil”, dice “la Pulga”. Para conseguir un mejor porcentaje de aciertos, lanza algunas indicaciones: “Si tiras la bola a la mano hábil, la vas a cortar; hacia la inhábil, le das spin; y detrás de la cabeza, la envuelves”.

 

Las ganas y el frontón

Hasta hace unos meses, Leonardo “Nano” Zuleta era el head coach de la Federación, pero los cambios, sumados a los problemas económicos y administrativos de la orgánica, lo llevaron a dar un paso al costado y concentrarse en su trabajo en el colegio que tiene en Villa Alemana junto al ex futbolista Elías Figueroa, Altomonte, muy enfocado en el deporte, además de conducir a tenistas como David Fleming y los hermanos Felipe y Eduardo Lacalle.

En su opinión, lo primero que tiene que destacar en alguien que quiera jugar tenis, ya sea a nivel profesional o recreativo, son las ganas. “Tiene que tener ese deseo, que es lo que te lleva a empezar a practicar este deporte y te incentiva a mejorar… Tener un buen saque o una derecha o cualquier arma sirve mucho, pero es vital que te guste”, comenta.

Considera que eso se alcanza en una escuela o un club donde exista un buen ambiente, donde se adquiera la técnica y esté la posibilidad de estar en contacto constante con la pelota.

Para este último punto, subraya bastante la función del frontón. “Sirve muchísimo para aprender, sobre todo aspectos como la coordinación y la concentración. Se puede pasar mucho rato ahí”, explica.

Zuleta cree que si se entrena dos o tres veces a la semana, ya en tres meses es posible adquirir las nociones básicas de los seis golpes de esta disciplina: el servicio, el derecho, el revés, las dos voleas y el remache.

Para quien fuera capitán del equipo chileno de Copa Davis, en el tenis también es muy importante la imitación. “Se aprende de las imágenes, de lo que uno ve en otros. Es posible ser autodidacta”, destaca.

Por último, se refiere a una condición esencial que debe poseer el tenista que se encuentra en un proceso de aprendizaje: tolerar la frustración. “Hay que tener claro que, en esa etapa, lo más relevante es el proceso, el rendimiento, no tanto el resultado”, sentencia.

 

Ser profesional

Martín Rodríguez es el técnico del actual número uno de Chile, Nicolás Jarry. De entrada, advierte que nunca ha trabajado con aficionados, que lo suyo es la labor con profesionales o los que buscan serlo.

Para quienes transitan por ese proceso, su consejo inicial es que “estén convencidos de esa decisión y de lo que involucra, que es dejar muchas cosas de lado, amigos, familia, carretes. Hay que entender el esfuerzo que conlleva esto”.

El argentino apunta que ese paso clave suele darse entre los 13 y 14 años, aunque no se trata de una definición escrita en piedra.

A diferencia de lo que acostumbra a suceder con un amateur, que se enfoca primero en mejorar sus golpes, entre los que se dedican a este deporte es el aspecto sicológico el que sobresale en la lista de prioridades.

“Obviamente, en ellos hay facilidad en el juego. Si estuvieron en una escuela, todos tienen clara la técnica. Pero después está todo en la convicción. El cuerpo es el motor, es fácil de entrenar; lo complicado es lo mental, lo que separa a los exitosos del resto”, remata Rodríguez.

Lugares recomendados para practicar

Las primeras canchas que menciona Horacio de la Peña cuando se le consulta por un buen lugar para jugar tenis son las del Estadio Sirio (Vitacura 8751). Sabe que es parte involucrada, porque ahí está su academia, así es que de inmediato reconoce que “hay muchos buenos lugares”.
Así, enumera “el Balthus (Escrivá de Balaguer 5970), el Club Lo Cañas (Escrivá de Balaguer 5000), el Club Providencia (El Vergel 2855) y el Stade Francais (Sánchez Fontecilla 498), entre otros”.
Leonardo Zuleta considera que en San Carlos de Apoquindo (Camino Las Flores 13.000), el Club Universidad Católica cuenta con una buena infraestructura, lo mismo que el Club Manquehue (Vitacura 5841). Sin embargo, se queda con el Club Santiago, al interior del Parque O’Higgins. “Es un clásico y con un gran ambiente”, destaca.
No son los únicos sitios. El Club de Tenis Martín de Zamora (Martín de Zamora 4571), el Estadio Nacional y el Complejo Deportivo Bellavista de Recoleta (el ex International Sporting Club, en Bellavista 180) también son lugares tradicionales donde reservar una hora para raquetear.

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