Por Agencias/PULSO Septiembre 25, 2017

Alemania no logró amainar la escalada de la ultra derecha que se ha hecho presente en todas las últimas elecciones de los países de Europa. Ayer, por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial, se selló la entrada de un partido de esa tendencia al Congreso alemán.

Se trata de la tienda Alternativa para Alemania (AFD), que con un discurso xenófobo y contrario al euro logró el 13% de los votos de acuerdo a las encuestas a pie de urna que se manejaban hasta el cierre de esta edición.

Por otro lado la canciller Angela Merkel ganó con un 33% de los votos para su alianza integrada por la Unión Cristiana Demócrata (CDU), y la Unión Social Cristiana de Baviera (CSU), con lo que pasará a la historia con un cuarto mandato o 16 años en el poder, desde 2005 hasta 2021. Este récord sólo lo ostentaba Helmut Kohl (1982-1998) seguido de Konrad Adenauer (1949-1963).

Claro que deberá buscar una nueva coalición porque sus otrora socios, el Partido Social Demócrata (SPD), con un 20,8% de los votos obtuvo su peor derrota desde 1949. Con este resultado, anunciaron el retiro de la fracción oficialista. “Para nosotros, la gran coalición termina hoy. Para nosotros está claro que entraremos en la oposición, como lo exigió el votante”, admitió la vicepresidenta del SDP, Manuela Schwesig a la cadena de televisión ZDF.

La nueva tercera fuerza

“Millones de votantes nos han confiado la tarea de una obra de oposición constructiva en el Bundestag (Parlamento). Desde la oposición hay que preocuparse que en este país la ley el orden vuelvan a tener una opción”, fueron las primeras declaraciones de la segunda líder de la AFD, Alice Weidel, tras conocer que el partido terminaba como la tercera fuerza más votada con un aumento de 8,1 puntos respecto de los comicios de 2013.

Asimismo, según la agencia EFE, Weidel indicó que lo primero que hará su partido será impulsar una comisión de investigación contra Merkel por su política de refugiados.

Cabe recordar que la AFD nació en 2013 como un partido euroescéptico y ese año no logró -por pocas décimas- un escaño en el Parlamento. La crisis de los refugiados transformó su discurso antieuropeo en xenófobo y fue logrando escaños en trece de los dieciséis estados federados.

Su campaña se enfocó contra la inmigración y los islámicos con una oratoria que por varias generaciones no se escuchaba en Alemania. Sus líderes con Alexander Gauland quien militó en la CDU, la cual abandonó para fundar un partido contrario a los rescates de países de la Unión Europea; y Alice Weidel, economista, quien hasta hace poco no era conocida para los votantes.

“Este Gobierno que se abrigue, porque iremos a por él. Recuperaremos nuestro país y nuestro pueblo. Cambiaremos este país”, advirtió Gauland, una vez conocidos los resultados, y destacó que el triunfo es gracias al “idealismo. Lo que piensa la gente en la calle volverá a tener un lugar en el Bundestag”.

Aunque se esperaba un buen resultado de este grupo, la intensidad de ellos conmocionó a los líderes de los demás partidos políticos, así como a la mayoría de la sociedad y varios centenares de personas se congregaron frente al local de la céntrica plaza Alexanderplatz, donde el partido celebraba su éxito en estos comicios generales, gritando eslóganes como “no hay derecho a la propaganda nazi” y “lárguense”, en medio de un importante despliegue policial.

“Lamentablemente nuestros temores se han hecho realidad. Un partido que permite la ideología ultraderechista en sus filas y que incita al odio contra las minorías en nuestro país, no sólo está representado en casi todos los parlamentos regionales, sino ahora también en el Bundestag”, declaró el presidente del Consejo, Josef Schuster.

Merkel busca a Jamaica

Ante la decisión del PSD de no sumarse a una coalición gobernante, Merkel deberá buscar nuevos aliados para formar gobierno, dentro de los cuales suenan un grupo proempresarial y los Verdes.

“Por supuesto que esperábamos un resultado ligeramente mejor, pero no debemos olvidar que acabamos de completar un período legislativo extraordinariamente desafiante, así que estoy feliz de haber alcanzado los objetivos estratégicos de nuestra campaña electoral. Somos el partido más fuerte, tenemos el mandato de construir el próximo gobierno, y no puede haber un gobierno de coalición construido contra nosotros”, indicó Merkel.

De acuerdo a Reuters, el único camino directo para que Merkel tenga mayoría en el Parlamento será unirse con el Partido Democrático Libre (FDP) y con los Verdes. Tal acuerdo no ha sido puesto a prueba a nivel nacional y es considerado ampliamente como inestable.

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