Por Carolina Sánchez Agosto 4, 2017

Es domingo 24 de julio de 2016. Son las once de la mañana y la gente comienza a llegar a Plaza Italia, el punto de encuentro. Sostenido por un niño, un cartel reza: “No + AFP”. Comienzan a avanzar por la Alameda y se detienen a la altura de Los Héroes, donde un escenario los espera. En otras ciudades del país, otras personas hacen lo mismo. Según la Intendencia, fueron 90 mil las personas que protestaron en la Región Metropolitana.

Un año después de esa marcha, Luis Mesina, vocero del movimiento No + AFP, está en la oficina de la Confederación de Sindicatos Bancarios —de la cual es secretario general—, en pleno centro de Santiago. El dirigente sindical sabe que se ha convertido en un personaje controversial y que, así como algunos lo apoyan, muchos lo critican, especialmente por el llamado que hizo a cambiarse al fondo E. Varios lo tildaron de irresponsable, debido a que el fondo E completó en julio tres meses seguidos de pérdidas.

—Ha pasado poco más de un año, ¿cuál es su evaluación?               

—De dulce y agraz. Lo dulce es que hemos logrado instalar el tema durante un año. Antes se discutía tardíamente, de vez en cuando. Nosotros veníamos trabajando hace años poder instalar esta discusión pero no lográbamos la adhesión de un movimiento social. Pero ese 24 de julio se pegó un salto y hoy se mantiene plenamente vigente. También es positivo que la gente ha logrado “capturar” 5 puntos porcentuales de aumento de la contribución, algo impensado antes de la movilización, y que hoy se esté dispuesto, en diferentes sectores, a discutir la vigencia de las administradoras de los fondos de pensiones.

—¿Y lo agraz?

—Lo negativo es que hoy hay un divorcio entre la clase política, la clase empresarial, los congresistas, el gobierno, con los movimientos sociales. No se escuchan, sólo se escuchan entre ellos. Porque al final es una discusión política y de intereses.

—De lo que se conoce del proyecto que ingresaría el 7 de agosto, ¿qué sería para ustedes?

—Nadie lo conoce bien, pero de este gobierno no se pueden esperar cosas importantes.

—¿Este proyecto es un avance para ustedes?

—No creo que el gobierno sea capaz de plantear un retroceso. Todo lo que significa aumentar las contribuciones es un avance. Minúsculo, insuficiente, pero un avance. Lo que no logra entenderse es que si el gobierno está dispuesto a que el alza en la cotización la administre un ente público, no las AFP, por qué nos siguen dejando prisioneros del 10%. Lo lógico hubiese sido plantear aumentar a 15% las contribuciones, y quienes quisieran quedarse en las AFP, se quedaran, y los que no, que son los millones que marchamos y que debe representar al 80% de la población, nos fuéramos.

—Usted dice que esta demanda representa a gran parte de la población. ¿Cómo se explica la baja votación en las primarias cuando el Frente Amplio adhiere a esta demanda?

—Porque la gente siente que votar en este país no tiene sentido. Porque cuando uno vota valida un programa para llevar adelante, pero la persona electa transgrede ese mandato de forma inmediata. Al final siempre se arrepienten. La gente no participa porque no se identifica y el Frente Amplio no fue capaz de capturar ese 70% de gente que no vota.

—Para No + AFP, ¿qué se juega en estas elecciones? Tienen cercanía con el Frente Amplio.

—Sí, pero nosotros no somos el FA. Ninguno de los voceros. Aquí hay gente que adhiere a diferentes candidaturas, pero eso es intrascendente para los movimientos sociales, porque se tienen que concentrar en lo que se plantea como fundamental: acabar con las AFP. Y si un gobierno es funcional a eso, cuánto mejor. Pero tengo mis sospechas de que ningún gobierno va a estar de acuerdo. Somos nosotros los que tenemos que hacer caer este sistema (de AFP).

 

***

 

Siete días después de la primera marcha, en un canal de televisión, el vocero Mesina hizo un llamado que no dejó indiferente a nadie. “Nosotros tenemos un poder gigantesco en nuestras manos que por primera vez vamos a utilizar: nos vamos a cambiar todos al fondo E”. Tiempo después reiteraría ese llamado.

“Cuando nosotros hicimos ese llamado, dije que generaría un colapso, que dependía de nosotros. Y ese colapso haría que el gobierno tuviera que intervenir. No podría ignorarlo”, dice Mesina.

—¿Cuál fue el propósito principal? ¿Generar un colapso al sistema?

—Yo estoy planteando ese cambio mucho antes de las movilizaciones. El fondo E tiene un 4,4% de rentabilidad y no va a perder. Claro que pueden decir que ese porcentaje es bajo contra un 12%, pero para eso hay que ir al casino. Pueden estar ganando toda la noche y perderlo todo, como ya ha pasado. Cuando nosotros hicimos ese llamado, dije que generaría un colapso, que dependía de nosotros. Y ese colapso haría que el gobierno tuviera que intervenir, no podría ignorarlo. Tendrían que resolver el tema. Pero eso fue el 31 de julio del año pasado.

—Entonces el objetivo sí fue boicotear.

—Es que si toda la gente se cambia, sí se genera un colapso. Si todos nos fuéramos de las AFP también se genera un colapso. El sistema cae, es un efecto dominó. Pero en lo que estamos empeñados es que la gente se refugie, se proteja de la volatilidad del mercado financiero mundial. Eso es lo sustantivo. Dejar que la gente que tiene tan pocos ahorros los tenga expuestos, con la promesa nunca garantizada de que como es joven tiene que estar en el fondo A, es mentira. Este es un juego del casino, por eso estamos en contra.

—Pero mucha gente que hizo caso a este llamado sufrió pérdidas. ¿Cuál es su respuesta a eso?

—Es que no hay pérdidas. Cómo va a haber pérdidas si hay un 4,34% de rentabilidad, según la información de la Superintendencia de Pensiones. Ahora, si alguien me dice que los otros están ganando más, entonces que especulen. Si me dicen que en el fondo A hubiese ganado más, entonces muévanse al fondo A. Pero hoy nadie hace un llamado para moverse a ese fondo porque saben que en cualquier momento colapsa. Y ahí sí que el colapso sería grande. Podrán atacarme a mí, pero después habrá otro vocero o vocera. No van a poder eliminarnos.

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