Cuenta Julio Muñoz, gerente general de Skydive Andes, que hace 12 años, cuando comenzó con su empresa, las condiciones de la industria del paracaidismo en el país no eran buenas. “No había nada profesional y todo se hacía de forma amateur. Los aviones que se ocupaban estaban en mal estado”.

Entonces, se propuso revolucionar el mercado. Y, de acuerdo a sus estimaciones, lo consiguió. “Empezamos a utilizar cosas nuevas y cambiamos el paradigma. Nos dimos cuenta de que los saltos tándem eran una actividad 100% comercial y que se les podía sacar provecho”, comenta.

¿Qué es un salto tándem? “Es un brinco para el que no se necesita saber nada. La persona llega y salta sujeta al instructor”, explica Muñoz.

Skydive Andes tiene su base de operaciones en el aeródromo Cuatro Diablos, cerca de Melipilla (sus oficinas están en Las Condes), donde entre jueves y viernes realizan centenares de saltos. Ahí cuentan con dos aviones, un hangar y un restorán.

El sistema es simple. Se reserva una hora, se llega al lugar con un par de horas de anticipación, se llenan los formularios, se termina de realizar el pago, se recibe una instrucción teórica de 10 a 15 minutos y se suben a la nave.

“Culminada esa parte, el proceso dura media hora. Son 20 minutos en avión hasta que alcanzamos los 13 mil pies o cuatro kilómetros. Entonces, se brinca con el instructor: es un minuto de caída libre, y entre tres y cinco minutos con el paracaídas abierto”, resume Muñoz.

¿Quiénes lo practican? “Entre la gente que viene, hay de todo. Jóvenes y también adultos mayores. Algunos son audaces, otros más conservadores. Algunos vienen a romper miedos; otros, a pagar apuestas”, agrega el gerente general de Skydive Andes.

Felipe Cabello, instructor de Skydive Tandem, otra empresa que se dedica a los saltos y que opera en el aeródromo El Tapihue, en la localidad de Casablanca, a pocos minutos de la Ruta 68 que une Santiago y Viña del Mar, complementa: “Generalmente (son personas que), buscan sentir la adrenalina que implica arrojarse desde una aeronave en vuelo a más de 200 km/h, la libertad de volar como un pájaro, enfrentar el miedo. Algunas personas lo tienen en su ‘lista de cosas que hacer’ como objetivos personales”.

Para muchos, se vuelve una especie de adicción.

“Así como hay una gran cantidad de motivaciones, también existe una infinidad de experiencias o resultados una vez que viven el salto. Algunos se repiten el plato dos o tres veces. Otros, tan pronto llegan a tierra, preguntan dónde pueden inscribirse y pagar el curso”, relata Cabello.

Tanto Skydive Andes como Skydive Tandem ofrecen clases para esos entusiastas que quieren convertirse en profesionales. En el caso del primero, dura dos semanas, dice Muñoz; mientras que Cabello subraya que “el tiempo varía de persona a persona, dependiendo de la constancia, continuidad y las condiciones de salto. Pero, según la reglamentación USPA (United States Parachute Association), un paracaidista adquiere la condición de experto cuando completa la cantidad de 500 saltos”.

Quien da el paso de convertirse en un especialista, ingresa a una dinámica que implica un compromiso con lo que se está realizando y los cuidados que implica.

“A diferencia de otros deportes, en el paracaidismo no pueden existir ‘aficionados’. Cada paracaidista debe tener pleno conocimiento tanto de su equipo como de los procedimientos que se deben aplicar en cada momento de un salto, así como de la técnica, que debe ser mejorada constantemente para lograr el máximo nivel de seguridad en un deporte de alto riesgo como este”, explica Cabello.

El desarrollo del mercado ha aumentado en el último tiempo, lo que demuestran sus jornadas de saltos prácticamente copadas. La experiencia personal ha sido su mejor publicidad.

“El boca a boca ha funcionado como la mejor publicidad. La gente vuelve y trae amigos o estos llegan influenciados por lo que les han contado. Mejor promoción, imposible”, remata Muñoz.

 

Sólo para fanáticos

La indumentaria para el paracaidismo es necesario importarla, y la inversión no es baja, de manera que se realiza cuando el
deportista ya está muy involucrado. El sitio ChutingStar.com es un buen lugar para cotizar.

-Paracaídas Pilot
Se debe encargar y esperar tres meses para que el producto sea entregado. Precio de referencia: US$2.200 

-Antiparras Flex-Z
Flexibles y de alta duración, vienen en distintas tallas y colores. Precio de referencia: US$17

-Casco Cookie G3
Cuenta con un visor protector grueso y permite una mejor visión periférica. Se le puede montar una cámara. Precio de referencia: US$ 380

-Mochila para vuelo libre Sun Path
El modelo Javelin Odyssey sirve para paracaídas de entre 120 y 190 pies cuadrados. El arnés es diseñado a pedido. Precio de referencia: US$7.100

-Altímetro digital AloXs
Compacto y liviano, de fácil lectura durante la caída libre. De uso sencillo, no es necesario ocupar demasiado el manual para entenderlo. Precio: US$225.