Por Víctor Hugo Moreno // Ilustraciones: Vicente Martí Marzo 31, 2017

¿Habrá finalmente primarias?

La pregunta la planteaba, hace  unas semanas, un chileno que vive en el exterior, en un país de Europa, y se la decía a uno de los cónsules encargados de promover y coordinar el voto de compatriotas fuera de nuestras fronteras. El cónsul lo miró y pacientemente  le explicó que aún no se sabía con exactitud si habría primarias y menos quiénes serían los candidatos.

 —Entonces no vale la pena inscribirse, para qué —le dijo el chileno y, acto seguido, desistió de firmar la ficha de inscripción necesaria para estar habilitado en el proceso de elecciones presidenciales de este año. Uno menos en la lista.

La tarea de la Cancillería chilena y el Servicio Electoral (Servel) de llevar adelante el proceso de difusión para informar y atraer a los chilenos que viven fuera, para que ejerzan su derecho a voto, no ha sido para nada fácil. La experiencia de ese cónsul se ha repetido en distintos países, a pesar de que trabajan intensamente desde que el pasado 7 de octubre la presidenta Michelle Bachelet anunciara —a través del primer tuit que inauguraría su cuenta de Twitter— el logro de la nueva ley (20.960) que permitiría el sufragio de los chilenos residentes en el exterior.

13.185 personas se han habilitado hasta ahora para votar en el extranjero. Sólo 625 corresponden a nuevos votantes, el resto son cambios de domicilio. Con  estas cifras, con mucho trabajo, se lograrían 40 mil chilenos inscritos para sufragar en las elecciones.

De hecho, una alta fuente que ha seguido de cerca este proceso confiesa que existe un interés “muy acotado” de los compatriotas emigrantes por participar. Y, ante este escenario, las primeras cifras que hablaban de más de 360 mil votantes, hoy forman parte de un deseo, casi de un sueño. La realidad, pronostican, será otra muy diferente.

 Según cifras oficiales, de los 900.000 mil chilenos residentes en el extranjero, un total de 380.000 mil están en condiciones de votar. Pero para ello deben seguir dos caminos: inscribirse en las actas electorales quienes nunca lo hayan hecho, o efectuar el cambio de domicilio quienes sí ya forman parte del padrón electoral. Dicho trámite se hace de forma presencial en algunas de las oficinas habilitadas por la Cancillería chilena a lo largo de los consulados repartidos en el mundo o bien por internet con la clave única. Hasta el 23 de marzo sólo han efectuado este trascendental trámite 13.185 personas, de las cuales 12.560 corresponden a cambios de domicilio, mientras que solamente 625 a nuevos inscritos. Una cifra muy baja y que ya es una tendencia difícil de revertir , aunque se trabaja para ello, confirman diversas fuentes oficiales. Con ello, las cifras más alentadoras hablan que para las primarias del 2 de julio —si es que se llegan a realizar—, 18 mil chilenos estarían en condiciones de emitir su sufragio; mientras que para la primera vuelta del 19 de noviembre, 40 mil es la meta final, es decir, el 10%; muy por lejos de las expectativas trazadas cuando se promulgó la ley.

 ¿Motivos? Se podrían abordar desde diferentes aristas. La primera que asoma de inmediato es que finalmente el distanciamiento entre la política y la ciudadanía traspasó la cordillera de Los Andes y el océano Pacífico. Mientras que la otra podría responder a  los escasos márgenes de tiempo que han tenido la Cancillería y el Servel para llevar a cabo todo el trabajo de difusión: menos de un año. A ello también se podría agregar el factor presupuestario, pues de los US$ 3,5 millones solicitados por la Cancillería para llevar adelante todo el proceso, finalmente Hacienda les otorgó US$ 2,5 millones, ni un peso más. Con todo, los consulados están trabajando a toda máquina, concentrados en las 121 potenciales circunscripciones que se abrirían para votar. Una tarea contra reloj.

Responsabilidad ciudadana

Dentro de la logística que significa preparar estas elecciones fuera de las fronteras aparecen cada día nuevos detalles. El director general de asuntos consulares e inmigración del Ministerio de Relaciones Exteriores, Carlos Appelgren, es quien está a cargo del proceso que le corresponde a dicha cartera, el cual es facilitar y coordinar, junto al Servel, que todo cumpla con cada letra de la nueva ley.

En todos los consulados se trabajan horas extras, incluso los sábados, para atender las consultas, inscribir a los interesados y lograr incentivar a que las personas ejerzan este nuevo derecho consagrado. Una de las críticas que ha aflorado es que los consulados no han trabajado lo suficiente por conseguir ese objetivo. De hecho, uno de los candidatos a La Moneda confesó que el gobierno ha estado muy flojo, no dándole la relevancia a este acto.

Cancillería pidió US$ 3,5 millones para coordinar el proceso, Hacienda sólo les otorgó US$ 2,5 millones. Los consulados trabajan contra reloj para lograr conformar las 121 circunscripciones que se espera puedan crear

Desde la Cancillería se defienden y enumeran la ardua labor que han estado llevando a cabo, con plazos acotados y con un presupuesto menor al solicitado. Así,  por ejemplo, se han ocupado todas las redes sociales, Facebook y Twitter para informar.  Además, se ha contratado avisaje en los diferentes medios chilenos que los emigrantes visitan con mayor periodicidad por internet para ponerse al tanto de lo que ocurre en el país, como también en algunos medios locales de cada país. Todo ello, con el apoyo de destacadas figuras , mediáticamente atractivas, que viven fuera y que mediante un video hacen un llamado a votar. Don Francisco y la escritora Isabel Allende ya han mandado sus mensajes de motivación para participar en el republicano ejercicio de votar. Y, como último recurso, la Cancillería enviará 400 mil correos electrónicos a los foráneos explicándoles qué deben hacer para registrarse y así poder votar.

 Son diversos los esfuerzos y la capacidad creativa para poder incentivarlos. Sin embargo, para Appelgren la decisión final depende del chileno, por más trabajo de difusión que se haga.

 —Esto no es una responsabilidad de la Cancillería ni del Servel ni del gobierno ni del Estado, esta es una responsabilidad de cada ciudadano que vive en el exterior. Nosotros tenemos la misión de informarlo y poner las herramientas a su disposición para que la persona ejerza ese derecho, pero ejercerlo, partiendo por la inscripción o el cambio de domicilio, es una responsabilidad de cada uno de los chilenos que viven en el exterior— afirma el encargado de RR.EE, quien agrega, en todo caso, que tal como el voto de la mujer (instaurado para las elecciones presidenciales de 1952) fue creciendo de forma paulatina, lo mismo debiese ocurrir con el voto de los chilenos en el exterior, ante lo cual la tarea no se acaba este año, sino más bien recién está comenzando.

Con todo, el próximo jueves 6 de abril se llevará a cabo un hito: la última simulación del proceso se realizará en Buenos Aires, donde se concentra la mayor cantidad de posibles chilenos votantes. Hasta ahora, son poco más de 3 mil los inscritos en Argentina. Y la cita será en grande. Asistirá el canciller, Heraldo Muñoz, y están invitados todos los presidentes de los partidos políticos, con el fin de otorgar mayor transparencia al proceso, explican desde Teatinos 180. Con esto, se cierra la etapa de prueba, que también contempló simulacros en Bélgica, Suecia y Australia.

En estos países se han puesto a prueba diversos detalles, desde el envío por valija diplomática de todo el material necesario para la elección (urnas, votos, actas),  hasta temas de seguridad en los locales de votación que se habilitarían. Y allí entran a jugar más detalles, que abordan incluso las colaciones que se les deben dar a los vocales para ese día. Toda una logística que se está realizando por primera vez y que aún no se puede tener certeza de cuántas mesas se constituirán en las 121 circunscripciones que se esperan crear. Todo depende de la cantidad final de inscritos. El mínimo de vocales es tres, y el mínimo de votantes nueve. Con ese quórum ya se pueden instaurar las urnas para el sufragio. La jefa de Asuntos Internacionales del Servel, Andrea González, confía en que aún se debe terminar esta etapa para identificar con total exactitud los lugares donde votarán los chilenos.

 —Estamos satisfechos del trabajo que hemos hecho con Cancillería, que partió con la creación de la unidad internacional. Hemos dispuesto todos los mecanismos para que las personas que quieren votar lo puedan hacer y, por supuesto, nos queda tiempo para poder anticipar y evaluar las cifras y el electorado final con el que vamos a contar para el proceso —explica.

Partidos se alistan

En medio del debate de la nueva ley, uno de los principales argumentos que planteaba la derecha para cuestionarla era que, según ellos, la gran mayoría de los chilenos que viven fuera son exiliados, por lo que esos votos se irían, inevitablemente, hacia la izquierda. Sin embargo, ese argumento no es más que un viejo y añoso mito. Según las cifras oficiales, sólo un 16% de los chilenos afuera corresponde a gente que emigró por razones políticas. Un 40% son empresarios e inversionistas, y el otro 40% lo ocupan estudiantes, becados o trabajadores. Por ello el universo de votantes es amplio y  diverso.

 Y así, pese a que el universo final de electores estará muy por debajo de las expectativas iniciales, algunos candidatos ya están elaborando sus estrategias fuera de la frontera para hacer campaña. El senador Alejandro Guillier, por ejemplo, ha tomado contacto con la Unión Cívica Radical en Argentina, que hoy además es parte del gobierno. Desde el PR ya han hablado con el candidato para que próximamente organice una visita a la capital trasandina. Además, comentan desde el PR, se han generado lazos con la Internacional Socialista en Europa para abordar también al Viejo Continente.

En Evópoli están más adelantados. Han elaborado un grupo de trabajo a cargo del tema con embajadores en algunos países de América Latina centrados en los pertenecientes a la Alianza del Pacífico y Argentina. Como afirma el director de la comisión de RR.EE del partido, Francisco Winter, la idea es que Felipe Kast le gane a Sebastián Piñera en las primarias en el exterior. Y para ello están trabajando en una próxima gira que emprendería el candidato a algunos países de la región.

En el Frente Amplio también están preocupados por el tema, partiendo con el empadronamiento de los eventuales participantes de la consulta ciudadana que harán para definir su candidato presidencial. Están trabajando en Francia, Inglaterra y Argentina con diferentes delegados. Y como Argentina pareciera ser la madre de las batallas en el exterior, el candidato Manuel José Ossandón ya elaboró una propuesta, centrada en los chilenos residentes al otro lado de la cordillera, que apunta a facilitar los trámites de cobros de pensiones o el pago de créditos mediante la firma de un convenio entre el BancoEstado y el Banco de la Nación Argentina. En tanto, Marco Enríquez-Ominami ya ha visitado diversas ciudades argentinas y está trabajando, mediante el PRO, con grupos de estudiantes chilenos que están en alguna universidad trasandina. También su partido ha tendido puentes en Suecia, Uruguay y Francia. En tanto, desde el comando de Sebastián Piñera explicaron que hasta ahora no tienen ninguna estrategia definida, mientras que desde el equipo de Ricardo Lagos no se refirieron al tema.

Argentina, Suecia, Australia, EE.UU, y España, serán los países donde más se debiese concentrar la masa de votantes, pues allí está el 82% de los chilenos que viven afuera. Una masa que se pensó iba a ser abultada con gran interés por emitir una opinión oficial, mediante el voto, en la lejanía del Chile natal. Un entusiasmo que encendía las redes sociales con grupos de Facebook y trending topics con #votochilenoenelextranjero; pero que al parecer sólo fue eso. Un reclamo que no se verá reflejado en esos 380 mil potenciales electores que podrían decidir la elección. Así las cosas, opinan distintas voces, el voto de los chilenos en el extranjero caerá en el terreno de lo simbólico y casi lo romántico, pese a todos los esfuerzos por motivar. La apatía hacia la política, los políticos y las elecciones parece no tener frontera.

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