Por Cecilia Correa Marzo 10, 2017

El diálogo ocurrió en enero en el programa Meet the Press, del canal estadounidense NBS.

Chuck Todd (periodista)- ¿Por qué el presidente pidió al Secretario de Prensa de la Casa Blanca que no dijera la verdad ante el público estadounidense?

Kellyanne Conway- No seas dramático, Chuck. Eso es mentira. Lo que le dieron a Sean Spicer fueron hechos alternativos.

Chuck Todd- ¿Hechos alternativos? Esos no son hechos. Son falsedades.

Kellyanne Conway- ¿No crees que sea un hecho que millones de personas hayan perdido sus planes o su seguro médico bajo el presidente Obama?

Chuck Todd- Yo…

Kellyanne Conway, una de las más cercanas asesoras de Donald Trump, trata de defender lo indefendible: la distorsión por parte de la vocería oficial de la Casa Kellyanne ConwayBlanca del número de personas que asistió a la ceremonia de toma de mando del presidente, el 20 de enero en Washington. Posiblemente, con “hechos alternativos” se refiere a que “la gente también vio la inauguración desde sus casas por la televisión”.

El periodista se ríe. Ella se lo recrimina: “La forma en que te ríes de mí es simbólica de la forma en que nos tratan los medios de comunicación. Lo ignoraré. Estoy por sobre eso. Soy una persona amable y graciosa”. En medio de la conversación, le quita importancia a la veracidad de las cifras. “No creo que los presidentes en última instancia sean juzgados por el tamaño de las multitudes en su inauguración. Son juzgados por sus logros. Y sabemos que hay un montón de asuntos pendientes de la administración de Obama”.

La entrevista es una más de las tantas que ha dado y que han provocado frustración en los periodistas. Muchos terminan al borde de la locura porque no logran sacarle información. Es común ver a los conductores diciendo “Kellyanne, no es eso lo que pregunté”, pero luego se aburren de insistir con la pregunta original, o se les olvida, y pasan a la siguiente.

Conway ha sido la primera mujer en la historia de Estados Unidos en dirigir una campaña presidencial nacional. Ayudó a Trump a llegar a la Casa Blanca y luego fue nombrada asesora presidencial en diciembre, convirtiéndose en una de las mujeres más influyentes en el mandatario y una de las principales voceras ante el público, junto al Secretario de Prensa. Hoy, de los 23 consejeros que tiene el presidente, solamente tres son mujeres. Y Kellyanne es una ellas.

Delgada, rubia, blanca, de ojos azules y siempre impecable, a sus cincuenta años se la sigue viendo en televisión como si no le pasara el tiempo: sonriente, segura de sí misma y amable, habla a una velocidad excepcional con voz suave y sin inmutarse ante las preguntas que le hacen CNN, NBC News y Fox.

El personaje

Pero llegar hasta la cima le ha tomado un arduo trabajo. Conway se ha trazado un camino intelectual y profesional en un mundo dominado por hombres conservadores, blancos y republicanos de derecha. “Cuando entro en una reunión en la Convención Nacional Republicana siento que estoy en una despedida de soltero”, confesó la mujer a The New Yorker.

Trump Adviser Kellyanne Conway Says Obamacare 'Penalty' Will EndHoy vive junto a su marido —el abogado George T. Conway III— en una casa de seis millones de dólares en Alpine, Nueva Jersey.

Pero no siempre fue así. Kellyanne se crió en una familia de clase media baja en Nueva Jersey, en una casa que compartía con su abuela y dos tías solteras. A su padre camionero no volvió a verlo hasta los 13 años. Su madre trabajaba en el casino del hotel Claridge, en Atlantic City, como supervisora de las fichas de los jugadores.

Estudió Ciencias Políticas en la universidad católica Trinity Washington y leyes en The George Washington University, y ejerció un breve periodo como abogada en un bufete.

Sin embargo, al ver a sus únicas compañeras abogadas mujeres, todas sin hijas, la empujó a seguir un camino paralelo. En 1995, Conway fundó su propia firma, Polling Company y empezó una carrera profesional relacionada con el mundo de los medios, el dinero y el poder. Algunos de sus asesorías fueron para American Express, Hasbro, Vaseline, que le solicitaban análisis sobre las tendencias de consumo entre las mujeres. Luego vinieron clientes políticos del partido republicano, como el actual vicepresidente Mike Pence y el ex candidato presidencial Ted Cruz para las primarias del año pasado.

Fue panelista de cientos de shows de televisión. En 2001 conoció a Donald Trump, cuando el matrimonio compró un apartamento en Trump World Tower en Nueva York. Su presencia mediática, experiencia con las encuestas y su conocimiento de los gustos de las mujeres lo sedujeron.

El secreto

La asesora política es experta en el arte de la distracción: la destreza para lograr no responder lo que se le pregunta, ya sea a través de medias verdades, omisiones o, simplemente, de inventos. Todo medio sirve con tal de defender a Trump en temas controvertidos como la no publicación de su declaración de impuestos o su admiración por el presidente ruso Vladimir Putin.

Detrás de la apariencia de Barbie millonaria, esta mujer católica, antiabortista —madre tardía de gemelos de 12 años, y dos hijos de 8 y 7 años—, esconde una retórica y una forma argumentativa particular.

Lo que hay detrás de esta mujer millonaria, católica y antiabortista, es una retórica particular, que ha sido el centro de escándalos en el mundo político.

Sus intentos por agradar a su jefe la han llevado al centro de los escándalos en el mundo político.

En febrero aprovechó una entrevista que le hizo Fox News para hacerle publicidad a la línea de ropa de Ivanka Trump, en respuesta al tuit de su padre atacando a la tienda Nordstrom por dejar de venderla. Nunca había pasado algo así en la historia del país.

Incluso llegó más lejos. En una entrevista de MSNBC el mes pasado, como una forma de justificar el decreto anti inmigratorio contra los principales siete países musulmanes, Conway argumentó que Obama hizo algo parecido con el programa de refugiados iraquíes luego que dos inmigrantes de ese país fueran arrestados Presidential advisor Kellyanne Conway wears a red hat and Gucci wool A-line coat as she arrives for the Inaugural Ceremony on Capitol Hill January 20, 2017 in Washington, DC. Donald Trump was sworn-in as the 45th President of the United States.por haber sido los cerebros detrás de la Masacre de Bowling Green, en Kentucky. La masacre nunca ocurrió. Ella pidió perdón por Twitter, reconociendo que fue un error “honesto”.

Peter Hasson, editor asociado de política del diario digital de ese país Daily Caller, cree que a ella le gusta ir a los programas para que él la vea defendiéndolo, más que para dar respuestas esclarecedoras al público. “En la administración Trump lo más importante no es lo que piensa el público, sino lo que piensa él, por lo que no importa mucho la pregunta o la entrevista en sí”, explica desde Estados Unidos.

¿Cuál es su truco? El ex campeón de debates y entrenador en Speech Labs, Seth Gannon, explicó a Vox que la técnica que utiliza Kellyanne para recrear la realidad es repetir un concepto o una palabra clave que toma de la pregunta y la usa en su respuesta, pero se refiere a otro tema completamente distinto, lo que ha creado confusión y desinformación.

Aún no está claro cuánto vaya a durar. Kellyanne ya está desacreditada en algunos medios. CNN y el programa de MSNBC “Morning Joe” declinaron volver a invitarla.

Relacionados