Por Ceina Iberti Noviembre 25, 2016

¿Qué hace diferente a Relay Graduate School of Education del resto de las universidades? La forma de enseñar. El concepto clave es entregar herramientas prácticas a los futuros maestros, quienes aprenden aplicándolas en su quehacer diario. Para ingresar, los aspirantes deben trabajar en un colegio y ser promovidos por estos, es más, el compromiso de los establecimientos con la especialización de sus docentes es tal, que ellos financian parte del arancel.

De ahí que las pizarras no están en la universidad, sino que en sus salas de clases. Después de trabajar con los niños, los docentes asisten a la universidad, pero ahí no dedican mucho tiempo a los grandes teóricos de la educación, como Piaget o Vygotsky, sino que aprenden principalmente de la experiencia de aquellos que logran que el aprendizaje de sus estudiantes sea sobresaliente.

Este innovador método de enseñanza ha logrado que, en menos de una década, Relay se haya posicionado como una universidad que rompió el paradigma de la formación tradicional
de profesores.

El hombre que está detrás de esta exitosa casa de estudios es Norman Atkins. Su origen profesional estuvo en el periodismo independiente. Escribió artículos para medios prestigiosos de su país, como The New York Times, las revistas The New Yorker y Rolling Stone, o bien The Wall Street Journal y The Washington Post. Temas como educación, pobreza, política o cultura eran los que captaban su práctica periodística. Pero de la lista, la educación fue el que comenzó a concentrar su interés. Su conocimiento y experiencia de lo que ocurría al interior de las salas de clases lo llevó tempranamente a un diagnóstico claro: millones de niños estadounidenses no estaban recibiendo una educación que les permitiera aprender las habilidades necesarias para desempeñarse con éxito en el mundo laboral. Su visión, por lo demás, coincidió con la que tenían muchos directivos que trabajan en la educación pública.

¿Qué hacen los buenos profesores?

Con el propósito de darle un vuelco a esta situación, Atkins fundó la red Uncommon Schools. Se trata de un tipo de escuelas, conocidas en Estados Unidos como charter —figura similar a nuestros colegios subvencionados—. La red de colegios es una de las que presenta más alto desempeño académico en el país y está compuesta por 49 escuelas gratuitas, que atienden a una población cercana a los 16 mil estudiantes, en ciudades como Boston, Newark, Camden, Brooklyn, Rochester y Nueva York.

La experiencia partió en 1997, cuando Atkins cofundó y codirigió North Star Academy Charter School, en Newark. Para que la experiencia que recibieran los niños y jóvenes fuera de verdad distinta, lo primero fue reclutar a los mejores docentes y directivos. Una de estas personas fue Doug Lemov, quien se impuso la misión de descifrar el misterio de qué hacían los profesores que lograban resultados sobresalientes. Para ello observó cientos de horas de clases de los mejores maestros del estado de Nueva York, sistematizando y documentando las estrategias
que utilizaban.

Esta experiencia fue luego recopilada en el libro Teach Like a Champion 2.0 en la forma de técnicas concretas que empezaron a ser utilizadas no sólo por profesores de Uncommon Schools sino por más de un millón de profesores de Estados Unidos y el mundo.

El éxito de este libro demostró la necesidad que tenían los profesores de contar con herramientas concretas para su trabajo diario y se transformó en uno de los insumos iniciales clave de Relay, proyecto que Atkins creó en conjunto con otras dos redes de charter schools: KIPP Schools y Achievement First.

Así, el origen de Relay se centró en dos principios que no se han abandonado hasta el día de hoy: enfocarse en que directivos y profesores de escuela utilicen técnicas de enseñanza probadas y que éstas impacten directamente en el desempeño de los alumnos.

Recientemente, Atkins, invitado por Aptus Chile, presentó este libro bajo el nombre Enseña como un maestro 2.0. Escrito en forma directa, como si fueran verdaderos mandamientos, cada técnica reseñada está explicada con ejemplos que la sustentan, e incluso existe una plataforma on-line con videos en los que se ve a los profesores en sus aulas aplicándolas.

Algunas de ellas son:

• Hacer ahora. Comience cada día con una breve actividad de calentamiento que los alumnos puedan realizar sin instrucciones suyas. Esto permite que el aprendizaje comience incluso antes de que usted empiece a enseñar (técnica 20).
Cada minuto cuenta. Respete el tiempo de los alumnos usando cada minuto en forma productiva (31).
Enmarque positivo. Guíe a los alumnos para que hagan mejor su trabajo mientras los motiva e inspira usando un tono positivo para entregarles comentarios constructivos (58).

Las técnicas de Lemov apuntan a varios objetivos, desde hacer el uso del tiempo eficiente y generar una cultura de aula positiva, hasta lograr que los alumnos reflexionen sobre los contenidos, mejorando así el procesamiento de la información.

Todo este bagaje pedagógico es el que los alumnos de Relay aprenden a diario. Son experiencias probadamente exitosas que permiten que los docentes abran un futuro mejor para cada uno de sus estudiantes.

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