Por Qué Pasa Noviembre 3, 2016

El primer desembarco

Antes de dar la partida oficial, la senadora  PS Isabel Allende fue la primera en bajarse. ¿Las razones? Hay para diversas interpretaciones. Lo cierto es que el viernes pasado por medio de un comunicado de prensa la presidenta socialista dijo que se bajaba de competir en la carrera presidencial. De inmediato se filtró que el día antes había sostenido una reunión privada con Ricardo Lagos. Las pistas apuntaban a que su decisión era para despejarle el camino al ex presidente en su intento por volver a La Moneda. Cuestión que se confirmó cuando Allende dijo esta semana en una entrevista radial que Lagos le había dicho que le gustaría ser el candidato único del PS y PPD. El PS, ahora, en su comité central citado en primera instancia para este sábado deberá resolver si aclama o no a Lagos y o qué mecanismo serviría para elegir el candidato. Allende  ya adelantó que es partidaria de primarias, con competencia abierta.

Reconciliación

A punto de salir del congelador. Así están las relaciones entre la Democracia Cristiana y La Moneda o más específicamente con el comité político. Luego de una  reunión de los presidentes de los siete partidos de la Nueva Mayoría, el conglomerado decidió enviar una propuesta al gobierno orientada en dos aristas: mejorar la coordinación política y acotar la agenda. Y la encargada de llevar la propuesta a La Moneda fue la propia presidenta de la DC, senadora Carolina Goic, en  su calidad de vocera del conglomerado, quien se reunió este jueves con el ministro del Interior, Mario Fernández. Además, se acordó una reunión de comité político de ministros y presidentes de partidos para este viernes, a la que asistirá Goic. Con todo, las relaciones entre la falange y el gobierno deberían comenzar a normalizarse, al menos en lo que a formalidades se refiere.

Ni un peso más

El reajuste del sector público casi siempre genera tensiones, rechazos de propuestas y paros. Pero el de este año ya cruzó ciertos límites. El aumento nominal  3,2% de los sueldos de los funcionarios públicos (para remuneraciones por sobre los 710 mil pesos) fue rechazado por unanimidad en las Cámara Baja. Inédito. Este rechazo generó un nuevo flanco de tensión entre el gobierno y la Nueva Mayoría. Algunos apuntan a la intransigencia del ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés; otros al poco poder de diálogo del ministro Segpres, Nicolás Eyzaguirre. La presidenta no enviaría un nuevo proyecto, sino que haría uso del veto, según se desprendió de las últimas reuniones del comité político de La Moneda. El Ejecutivo tiene 30 días de plazo para analizar una salida, mientras los empleados fiscales no tranzan en la paralización y en lo llamados a movilizarse.

Resultado incierto
Lo que comenzó como una broma de mal gusto podría llegar a cumplirse. Luego de que el FBI decidiera reabrir la investigación sobre los correos la utilización por parte de Hillary Clinton, candidata demócrata, de un servidor privado para mandar correos electrónicos mientras era secretaria de Estado. Con esto, se abre un flanco que Clinton parecía tener controlado y revive a su rival, Donald Trump, que de a poco se le acerca en las encuestas. Incluso en algunas, como la de ABC News, le gana por un punto. Ambas candidaturas ahora se centrarán en convencer a los indecisos, sobre todo en estado como Ohio y Florida, que podrían decidir la elección.
A la FIFA
El dicho se puede escuchar cada fin de semana en las canchas nacionales y su uso se ha extendido, incluso, a otros ámbitos. Cada vez que alguien se sentía perjudicado, no faltaba el que le decía "los reclamos, a la Fifa". Bueno, la frase ahora cobra otra dimensión cuando el principal ente rector del fútbol mundial decidió castigar a Bolivia y otorgarle los puntos de sus partidos contra Perú y Chile a sus rivales. ¿Por qué? Por haber utilizado un jugador paraguayo, Nelson Cabrera que, aunque nacionalizado, no cumplía con los requisitos FIFA para representar a Bolivia. Con esto, Chile queda en zona de repechaje y espera con otra actitud el próximo partido contra Colombia. Lo paradójico es que el principal contrario a la medida no es Bolivia, si no Argentina, para la que aplica otro dicho: "A llorar, a la iglesia".

 

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