Por Víctor Hugo Moreno Mayo 26, 2016

Como un gato tras un ratón. Una vez más Santiago vivió una jornada de tensión adornada en el ambiente por el insoportable olor a lacrimógenas que se esparció por cada rincón del centro capitalino. Los estudiantes al ver que Carabineros iba a ser imposible que entraran en masa hacia la Alameda, con el fin de marchar desde Plaza Italia hasta Los Héroes, decidieron dispersarse por células en las calles interiores del centro. Por largas horas de la mañana y hasta pasado el mediodía  en las estrechas calles y paseos peatonales Carabineros intentaba corretear a cualquier grupo de jóvenes que superara una cantidad razonable para la policía que les permitiera dar indicios de que estuvieran agrupándose para marchar. Claro, la orden de la autoridad central era una sola: no se iba a permitir la movilización. Por lo tanto, Carabineros debía cumplir para hacer valer el orden público.

Así, mientras el carrolanzaguas y los zorrillos con gases lacrimógenos no dejaban de actuar tanto por la Alameda, como también por la zona del parque forestal, en las calles del interior grupos de fuerzas especiales dispersaban cualquier intento de manifestación. Los secundarios se juntaban dudosos de hacia dónde dirigirse. La mayoría de los adolescentes estaban previstos de limones para sortear el olor a las bombas lacrimógenas que por momentos inundó casi todo el centro, sin excepción. Los estudiantes, muchos de ellos de uniforme, no sabían dónde ir y aprovechaban un momento sin policías a la vista para gritar sus consignas y sacar uno que otro lienzo. Algunos se veían confundidos y  asustados porque el contingente policial intimidaba. Algunos hechos de tensión se vivieron, por ejemplo, en la esquina de Agustinas con Estado donde la policía dispersó a un pequeño grupo de estudiantes, ante el enojo de los transeúntes que comenzó a gritar en contra del procedimiento. Mientras otros, gritaban a favor del procedimiento provocando un griterío de insultos entre los presentes. Una que otra piedra también se dejó caer. En ese instante de cierto descontrol desde un auto se lanzó un insulto hacia carabineros lo que de inmediato generó una reacción de la policía. Por momentos reinaba el caos y la tensión, mientras todos los locales del centro comenzaban a cerrar sus puertas.

En el recorrido que realizó Qué Pasa se observaron varios de estos pequeños conatos entre la policía y los estudiantes en todo el sector colindante al Palacio de La Moneda. El resguardo de Carabineros hizo que en un perímetro de tres cuadras a la redonda de la Casa de Gobierno, nadie pudiese entrar sin credencial de trabajo de los edificios públicos o privados que hay en el lugar. También, Carabineros dispersaba a cualquier grupo de más de cinco personas que estuvieran sentados en la Plaza de la Constitución, y además grupos de la policía uniformada registraban aleatoriamente los bolsos o mochilas  a cualquier joven que resultara sospechoso. La misión era clara: evitar cualquier acercamiento a La Moneda y algún tipo de saqueo o ataque a edificios, lo que se logró concretar, porque la mayoría de estos jóvenes que correteaban eran estudiantes a rostro descubiertos.

En la hora de los balances, el vocero de la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (ACES) Diego Arraño, amenazó al gobierno a que esto recién estaba comenzando: vocero de la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (ACES) Diego Arraño: "Hubo un exceso por parte de Fuerzas Especiales y eso es porque el Gobierno y el ministro (del Interior) Jorge Burgos nos tiene miedo. Le tiene miedo al movimiento estudiantil, porque ya le dijimos que pasamos la ofensiva, nos vamos a seguir movilizando, no solo en Santiago, sino en todo el país, no dejándolo gobernar", fueron sus duras palabras a la hora de analizar los hechos de la jornada.

Mientras que desde los universitarios,  la vocera de la Confech, Marta Matamala, respaldó el duro emplazamiento de los secundarios: "Los estudiantes tenemos claridad de que no tenemos por qué pedir permiso para salir a marchar. Cuando los estudiantes nos reunimos con la intendencia los hacemos por deferencia e intentando asegurar seguridad a nuestros compañeros y que la coordinación con Carabineros no vaya justamente contra los manifestantes y lo que recibimos muy por el contrario fue justamente la represión desmedida”.

El claro respaldo de Burgos a Carabineros

El ministro del Interior Jorge Burgos eligió este día para inaugurar una comisaría en la localidad de Bulnes en la Región del Bio Bio y de paso dar la más clara señal de respaldo que se escuchó esta semana por parte del gobierno al actuar de Carabineros. En el discurso protocolar de la ceremonia hizo un alto y aprovechando la ocasión dijo tajantemente: “A nombre del gobierno de la presidenta Bachelet quiero reiterar una vez más el respaldo más absoluto del gobierno de Chile a Carabineros, el respaldo por el cumplimento con arreglo a derecho de las competencias insustituibles que le otorga la ley y la Constitución, que son ni más ni menos que dar eficacia al derecho y dar seguridad a las personas. Que nadie se equivoque el respaldo es absoluto”, enfatizó. El jefe de gabinete agregó que nada puede influir ni para mal ni para bien en el actuar de la policía uniformada: “Estoy cierto que Carabineros históricamente y hoy por cierto en el cumplimiento de ese deber constitucional ni se amedrenta ni se amilana, todo lo contrario lo hace con la fuerza del derecho  Y el respeto ciudadano”.

Respecto a la marcha que no se autorizó señaló que “cuando se quiere hacer uso del legítimo derecho constitucional de manifestarse, que tiene una reglamentación como todo derecho, lo que busca uno son voluntades por parte de los organizadores para buscar alternativas. Aquí no la hubo y se insistió en hacerlo en un lugar en el que no había autorización”.

Con todo, nada hace prever que la tensión bajará de niveles. Los estudiantes volverán a marchar con o sin autorización, la Intendencia deberá evaluar cada caso y Carabineros tendrá que hacer cumplir lo que finalmente se determine y ahora con el claro respaldo de su actuar que le brindó el ministro Burgos.

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