La presión mediática hizo efecto. Luego de que se diera a conocer la arista del denominado "milicogate" -causa de fraude ocurrida al interior del Ejército que hoy investiga el ministro en visita Omar Astudillo, específicamente de apropiación indebida de dineros derivados de la Ley Reservada del Cobre-, en la cual surgen dudas sobre los cuantiosos patrimonios de algunos altos mandos de la institución, las miradas cayeron sobre el ex comandante en jefe del Ejército, Juan Migual Fuente-Alba.

Según antecedentes que se analizan en la causa, el general (r) poseería más de $ 1.000 millones en bienes, fundamentalmente   propiedades y vehículos, pese a que su sueldo al terminar su mandato era de $3.564.168.

Y si bien las autoridades han sido cautas, Fuente-Alba decidió dar su versión, a través de un escueto comunicado de prensa enviado por Imaginacción, consultora de Enrique Correa.

"Como es de público conocimiento, se ha abierto una investigación en mi contra a partir de un cúmulo de informaciones falsas.

Señalo categóricamente que soy inocente. Jamás he hecho mal uso de los recursos fiscales. Mi patrimonio es fruto de 44 años de servicios, del trabajo de mi familia y lo he obtenido legítimamente. Así lo demostraré ante los tribunales de justicia del país y en todas las instancias que correspondan".

La respuesta del Ejército no se hizo esperar. Y la vía elegida fue, nuevamente, un comunicado, en el que llama a respetar la presunción de inocencia de los acusados.

"El Ejército de Chile, además, manifiesta su preocupación por la acción encubierta de presuntos integrantes de la Institución, quienes han declarado conocer antecedentes que podrían constituir faltas o delitos. Si resultan ser miembros activos, tienen la obligación legal de poner los antecedentes en conocimiento de la justicia. Este tipo de conductas daña gravemente la disciplina militar, atributo esencial y fundamental para el desarrollo de cualquier actividad militar, consagrado en las leyes y reglamentos vigentes.", dice el texto.