Por Juan Pablo Sallaberry y Ana María Sanhueza Febrero 12, 2016

Treinta tomos recibió este lunes en su despacho el fiscal jefe de Rancagua, Sergio Moya Domke. Se trata de las carpetas que se han ido acumulando sobre una de las aristas más intrigantes del caso Caval: los millonarios contratos de la empresa de tecnología Saydex con el Ministerio de Salud. El fiscal fue designado para hacerse cargo de la indagatoria que busca determinar el vínculo entre ambas sociedades y la existencia de posibles delitos de cohecho y soborno.

Una de las diligencias principales será el interrogatorio a Nibaldo Mora Ortega, el ex director del servicio de salud Metropolitano Central entre 2012 y 2013, a quien la policía demoró varios meses en ubicar. Su nombre surgió a raíz de la declaración del administrador municipal de la UDI, Patricio Cordero, quien señaló que el dueño de Caval, Mauricio Valero, acordó pagarle a Mora $ 25 millones para que Saydex se adjudicara contratos de concesiones hospitalarias. Según Ciper Chile, correos electrónicos entre Valero y Cordero hacen referencia a transferencias de dinero por ese monto con los mensajes “pago abono proyecto NM” y “utilizar los fondos para NM”. No se especifica de quién son las iniciales.
Nibaldo Mora (60 años) es un viejo conocido en la UDI. Un operador político cuya historia se remonta a los orígenes del partido. Así como se le identifica como un carismático activista poblacional —con fuerte influencia en Peñalolén y especialmente en Lo Hermida—, también tiene una trayectoria marcada por las controversias en su paso por varias municipalidades y sus enfrentamientos con dirigentes del sector.

En el partido reconocen a Nibaldo Mora como uno de sus fundadores: acompañó a Pablo Longueira como pieza clave del departamento poblacional de la UDI. Su tarea fue recolectar firmas en los estratos populares.

Hay un dato que arroja luces sobre él: en su información comercial de Dicom, figura como dirección laboral, Suecia 286. La sede de la UDI. En el partido lo reconocen como uno de los fundadores. A mediados de los 80, cuando Pablo Longueira junto a todos los gremialistas abandonaron RN para formar su propia tienda, Mora, enfermero matrón de la Universidad Católica, lo acompañó como pieza clave del departamento poblacional de la UDI. Su tarea fue recolectar firmas en los estratos populares para poder constituir legalmente la colectividad.
Aunque jamás perteneció a la elite del partido, quienes trabajaron con él en esa época lo recuerdan como una figura con gran poder de convocatoria que movilizaba a la juventud UDI con iniciativas como trabajos voluntarios, colonias de verano para niños y onces para adultos mayores. Ese trabajo en terreno le dio frutos años más tarde cuando fue elegido concejal de Peñalolén en dos períodos, entre 1992 y 2000.

Pero sus ambiciones eran mayores. Comenzó a transitar por distintos municipios UDI y con diversidad de cargos estratégicos: director de planificación en Curacaví; administrador municipal en Hijuelas; director de desarrollo comunitario en Huechuraba y concejal en San Ramón. De dos municipios salió con polémica. La alcaldesa Verónica Rossat, de Hijuelas, lo destituyó por uso indebido de autos municipales, entre otras anomalías, mientras que la entonces edil de Huechuraba, Carolina Plaza, le pidió la renuncia tras detectar posibles hechos irregulares.

En años electorales, Mora era una figura brava y temida por la izquierda. Incluso, según archivos de prensa, fue acusado por dirigentes de la Concertación de contratar como brigadistas a delincuentes habituales durante la contienda Lagos-Lavín en 1999. Denuncias que él siempre negó.

Aunque hoy es un nombre incómodo en la UDI, Mora pasó por las distintas corrientes internas del partido y en el gobierno de Sebastián Piñera, gracias a su militancia, asumió importantes cargos en el Ministerio de Salud. Se le identifica como un personero leal a Longueira, que fue cercano a Jaime Orpis, y que mantuvo fuertes disputas con el senador Iván Moreira, apoyando a Ena von Baer, cuando estos se disputaban la circunscripción Santiago Oriente en 2013. Mora intentó, sin éxito, ser candidato a diputado por el distrito 27, El Bosque, La Cisterna y San Ramón en la última parlamentaria, pero en el partido desecharon su postulación. Longueira decidió llevar a otro candidato y “Nibaldo, como militante disciplinado que es, aceptó”, señalan en su entorno.

SALUD, DINERO Y FAMILIA

26 de Junio de 2012/SANTIAGO El Director del Servicio de Salud Central, Nibaldo Mora (en la imagen), junto a el director del Hospital Clínico San Borja Arriarán, visitaron a las futuras madres de trillizos, Dzella Lineros de 31.4 semanas de gestacion y a Doris Mocarro, de nacionalidad Peruana, de 30 semanas de Gestacion, para ver su estado de Salud. FOTO: SEBASTIAN RODRIGUEZ/AGENCIAUNO

La carrera de Mora en el Ministerio de Salud comienza cuando asume como jefe de gabinete del subsecretario de Redes Asistenciales, Luis Castillo (pro UDI), con Jaime Mañalich como ministro. Su estilo no fue del todo bien evaluado. En la cartera cuentan que por su carácter solía tomarse atribuciones más allá de su cargo, como hablar en nombre del subsecretario sin autorización.

Nibaldo Mora (de traje oscuro) fue durante un año director del servicio de salud metropolitano central.

Por esto fue trasladado a otra función: director del Servicio de Salud Metropolitano Central. Fue allí donde el 31 de agosto de 2012 firmó un contrato con Juan Rodríguez Miranda, gerente general de la Sociedad de Ingeniería e Informática Saydex. El documento modificaba el anterior contrato suscrito entre el servicio y Saydex en diciembre de 2011, días antes de que Nibaldo Mora asumiera el cargo.

Según el testimonio de Patricio Cordero, “Nibaldo Mora llega al Minsal desde el principio de la administración del presidente Piñera y entiendo que su participación en este negocio obedeció a que siempre estaba preocupado de qué pasará laboralmente con él dada la fragilidad de su cargo, ya que profesionalmente era matrón. Por lo tanto, más allá del interés económico ya descrito en estos negocios, también tenía un interés profesional en orden de mantener su trabajo y contactos en otras partes.

El dueño de Saydex, Juan Rodríguez, entiendo que con el tiempo fue ganando confianza con Nibaldo Mora y ambos mantenían reuniones directas”.

En abril del 2015, Saydex presentó una autodenuncia en Fiscalía donde reveló su contrato de $ 170 millones con Caval para que la empresa de Valero y Natalia Compagnon los asesorara en licitaciones en el Hospital de Maipú, San Borja y la Posta Central. No obstante, en la compañía aseguraron desconocer que Caval haya hecho tratos indebidos. Sin embargo, según la versión de Patricio Cordero, “puedo afirmar que a esa fecha, a fines de 2011 y mediados de 2012, Mauricio Valero tenía perfecta conciencia de que le estaba pagando a un funcionario público para que desarrolle acciones propias del ámbito de su gestión”.

Mora alcanzó a estar sólo un año como jefe de servicio. En ese período tuvo dificultades, como la masiva huelga de la Posta Central, crisis que por su complejidad debió ser manejada directamente por el ministro Mañalich. También enfrentó críticas de funcionarios por la contratación de seis familiares —hijos y hermanos— en distintos servicios de salud. Denuncia que la Agrupación de Profesionales de la Salud presentó a Contraloría, una vez que él dejó el cargo, y que fue finalmente desestimada por no existir inhabilidad legal. Con la llegada del nuevo gobierno el 2014, dos de sus hermanos, Víctor y Claudio Mora Ortega, fueron desvinculados de la Subsecretaría de Salud Pública y del Servicio de Salud Metropolitano Oriente, respectivamente.

La salida de Nibaldo Mora del Servicio de Salud Metropolitano Central en 2013 se debió a que el ministerio llamó a un concurso por Alta Dirección Pública para dicho puesto. Aunque se evaluó que el funcionario pasara a dirigir el Hospital de Maipú, su postulación fue desechada por Mañalich ya que era un recinto médico que atravesaba fuertes conflictos, y prefirió, en cambio, enviarlo al mando del hospital de San Carlos, donde fue bien evaluado en la tarea de reconstrucción posterremoto.

En los últimos años, lejos del gobierno, trabajó hasta marzo de 2015 como administrador de campos clínicos en la Universidad Ucinf. Un rostro más visible en política lo tiene ahora su hija, Claudia Mora Vega (RN), quien es concejal de la Municipalidad de Peñalolén, con primera mayoría de votos en la comuna, la misma donde su padre dio sus primeros pasos en la UDI.

CORTOCIRCUITO SAYDEX

El sumario que realizó el 2015 el Ministerio de Salud —después de que estallara el caso Caval— sobre sus contratos con Saydex arrojó que existen pagos a la sociedad por $ 22 mil millones en seis años. Aunque muchos de los casi 80 convenios con el Estado datan de antes de que surgiera Caval, las autoridades del Minsal detectaron un incremento de las licitaciones adjudicadas a partir de 2012. La investigación interna del ministerio detectó irregularidades administrativas en algunas de las licitaciones, así como un eventual perjuicio fiscal, ya que la empresa sigue siendo propietaria intelectual de los software que vendió al gobierno.

Mora estuvo sólo un año como jefe de servicio. En ese período tuvo dificultades, como la masiva huelga de la Posta Central. También enfrentó críticas de funcionarios por la contratación de seis familiares —hijos y hermanos— en distintas áreas.

Pese a los cuestionamientos, el ministerio mantendrá los contratos con Saydex durante este año, mientras no se llame a una nueva licitación de servicios tecnológicos. Desde el gobierno anterior existe el proyecto de tener un sistema único de fichas electrónicas y comunicación en redes, para que los distintos servicios del sector interactúen a través de una plataforma única y no se genere la fuerte competencia entre las empresas del rubro, que se enfrentan por ganar contratos en cada uno de los hospitales y servicios de Salud.

Hasta el momento, Mora sólo ha declarado ante el Servicio de Impuestos Internos (SII), en noviembre pasado, ocasión en que señaló que: “Yo no realicé ninguna gestión comercial con Mauricio Valero, ni me ofrecieron hacer alguna. Tampoco con Patricio Cordero (...). A su consulta si yo sabía sobre que Mauricio Valero le prestaba asesorías a Saydex, debo señalar que no sabía, sino que me enteré por la prensa”.

El ex director de servicio agregó que su vínculo con Cordero es por la UDI, y a través de él conoció a Valero. “Me debo haber juntado con ellos aproximadamente unas cinco veces, en donde a veces ellos me hacían preguntas genéricas respecto a cómo funcionaban las concesiones”, declaró. Según su versión, el contrato que firmó con Saydex es previo a haber conocido al dueño de Caval.

Respecto de Natalia Compagnon sostuvo que “jamás hablé con ella, ni tomé contacto alguno”. Sobre este tema, la nuera de la presidenta Michelle Bachelet testificó que el negocio de Saydex lo veía directamente Valero y que de Nibaldo Mora sólo supo de oídas.

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