Por Ana María Sanhueza Diciembre 23, 2014

Mientras 2013 fue la etapa de la instalación de su gobierno en la Municipalidad de Providencia y la alcaldesa Josefa Errázuriz cerró el año con aplausos por una decisión emblemática para el progresismo, como fue lograr el cambio de nombre de la Avenida 11 de Septiembre por Nueva Providencia, en 2014 los problemas internos en su equipo y el alargue del conflicto que provocó la ordenanza que regula el horario de funcionamiento de locales que expenden alcohol en cinco barrios de la comuna, se tomaron por completo el cierre del año de Errázuriz.

Hasta hoy, la alcaldesa no ha podido parar la avalancha de críticas, en especial a su estilo de trabajo. Esto, pese a que al asumir su figura se convirtió en la promesa de la centroizquierda, generando altas expectativas luego que encabezara un proyecto inédito en la comuna dado que su candidatura fue independiente y surgió del apoyo ciudadano y no desde los partidos políticos. De hecho, en 2012 logró una victoria de 55,9% contra el 44,01 % del ex alcalde Cristián Labbé.

Hoy, a su difícil año, se sumó el uso del Palacio Falabella para celebrar el matrimonio civil de su sobrino, episodio que debió salir a explicar.

Pese a las críticas, tanto para el concejal Nicolás Muñoz (DC) -quien la apoya- como para Jaime Parada del PRO -con quien se distanció-  uno de los grandes logros de este año de la alcaldesa fue consensuar el apoyo para modificar el Plan Regulador de Providencia que limita las construcciones en altura para siete barrios residenciales. El otro: la implementación de bicicletas públicas, que se convirtió en un proyecto intercomunal que une a 10 comunas y que debutó el pasado 11 de diciembre.

Sin embargo,  otro tipo de noticias opacaron la gestión de Josefa Errázuriz, quien en 2014 perdió a los principales colaboradores que la acompañaron desde la campaña. El primero de ellos fue Jorge Andrés Richard, quien fue su asesor comunicacional externo hasta marzo de este año, y el 12 de diciembre pasado emitió un comunicado en el que criticó las disputas públicas entre los directores de departamentos del municipio: “Me duele lo que está ocurriendo en la Municipalidad de Providencia (…) Lo que es indignante y absolutamente reprobable es que de toda la épica que construimos para terminar con 16 años de Labbé como alcalde durante la campaña, ya no queda nada. Que las propuestas bien intencionadas con una cuota importante de utopía que hicimos, se esfumaron. Y hoy presenciamos una situación lamentable, inaceptable y hasta bochornosa”.

Una semana antes, su ex jefe de campaña y de gabinete,  Juan Eduardo Donoso, dio una entrevista en The Clinic, donde dijo que “el poder desquició a Josefa Errázuriz”.

Hoy Errázuriz tiene un gabinete muy distinto del que empezó, el que ha sido objeto de críticas por su estilo tanto por Donoso como por el concejal Parada: Hugo Rivas (ex PC), Ernesto Livacic (DC) y Alejandro Canales (PRO). De ellos, ninguno participó en su campaña. Este año, también se sumó como asesor comunicacional externo Marcelo Trivelli a través de su empresa Factor Estratégico.

La alcaldesa conserva intacto el apoyo de Revolución Democrática: dos miembros del movimiento, Mariano Rozenvaig y Nicolás Valenzuela, continúan en sus cargos en la municipalidad, como directores de Educación y de Planificación, respectivamente.

Pero también  ha ido perdiendo el apoyo de los concejales y hoy sólo cuenta con certeza con dos: el DC Nicolás Muñoz y el PS David Silva. En 2014 también vivió un quiebre con Jaime Parada, luego que éste criticara que para la ordenanza que limitaba la hora de venta de alcoholes no se hubiera realizado una consulta ciudadana. Mientras, con el ex PPD Rodrigo García Márquez, vive su propio alejamiento, luego que fuera formalizado por presunto Fraude al Fisco.

Parada ha sido uno de los más críticos al estilo de Josefa Errázuriz. De hecho, asegura que si pidió en público la renuncia del nuevo gabinete, es porque “privadamente esas conversaciones no tuvieron resultados” y porque “la alcaldesa no sabe escuchar”. Y añade: “Hoy el proyecto está tambaleando, pero se puede remontar. Para eso, Josefa Errázuriz tiene que cambiar a sus asesores”.

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