Por Juan Pablo Garnham Noviembre 6, 2014

“Legalizar una droga va a crear un mercado enorme, muchísimos intereses privados porque se pueden hacer millones y millones de dólares, y eso genera un poder enorme. Hay que ver lo que sucedió con el tabaco”.

Nora Volkow (58) no tiene hijos, pero sí sobrinos y sobrinas. Así que, si bien lleva décadas estudiando los efectos de las drogas en el cerebro, no todo es investigaciones científicas y papers. De vez en cuando conversa con ellos, y con sus hermanas, sobre cómo manejar este tema en el día a día, el que ella conoce como directora de uno de los centros de investigación más importantes de Estados Unidos, el Instituto Nacional sobre Abuso de Drogas (NIDA).

“Siempre hablo con ellos mucho de los efectos de las drogas, en una manera objetiva, sin asustarlos, porque yo creo que mucho de lo que ha sucedido con las drogas es por una exageración de sus efectos”, explica la psiquiatra mexicana, “unos dicen que si consumes marihuana se te va a estropear el cerebro. Por otro lado, otros dicen que no te hace ningún daño, la puedes tomar a diario y mira qué maravilla. Yo creo que esto nos quita credibilidad”.

El NIDA, que Volkow dirige desde 2003, justamente pretende iluminar este tema desde el punto de vista científico. Con un presupuesto anual de alrededor de mil millones de dólares, este instituto entrega donaciones  y realiza investigaciones propias para entender mejor la adicción y el uso de drogas, y de esa forma ayudar al público y a las políticas públicas. “La ciencia está hecha para generar conocimiento que nos permita tomar decisiones que son mejores en nuestra vida y en la vida de los otros”, comenta Volkow.

-Hace casi dos años, los estados de Washington y Colorado decidieron legalizar la marihuana. ¿ha cambiado esto la forma en que está trabajando el NIDA?
-Sí, claramente, dado que está ocurriendo un fenómeno que nunca nos había pasado. En Estados Unidos, en un momento, el alcohol pasó de ser legal a ilegal y eso no funcionó. Aquí es al revés, tienes una droga que es ilegal y pasa a ser legal, entonces es muy importante conocer los cambios que suceden. Hemos estado dando donaciones de suplemento a investigadores en áreas como Washington y Colorado, para saber las consecuencias, por ejemplo, desde el punto de vista de accidentes automovilísticos, cómo influye a los jóvenes en su capacidad de terminar la escuela o desde el punto de vista de utilización de la marihuana como un elemento médico.

-Gran parte de los efectos sólo se entenderán a largo plazo, pero, con los datos que han recabado hasta el momento, ¿cuál es el análisis que usted hace de estas políticas públicas?
-Recientemente hubo una serie de artículos sobre las consecuencias de la legalización de la marihuana en Colorado y lo que fue interesante es que, primero, no hemos visto la disminución en actividad criminal que se usó para justificar la legalización. De hecho, los eventos de criminología aumentaron en aproximadamente un 30%. También vimos un aumento de casos en que niños fueron suspendidos por uso de marihuana en las escuelas. El otro dato que fue muy interesante es que se había justificado mucho la legalización de la marihuana como una manera de traer dinero al estado, por los impuestos. Se había estimado una cantidad de alrededor de 100 millones y lo que se ha podido obtener es muy bajo, alrededor de 12 ó 14 millones de dólares. Esto tiene que ver con que la marihuana que está legalizada es mucho más cara y como consecuencia hay un mercado negro.

-¿Ha cambiado de alguna manera su posición sobre la legalización de las drogas desde que esto sucedió, hace dos años, en Washington y Colorado?
-Mi posición anterior y la que tengo hoy es básicamente la misma. No han cambiado los datos para nada. Las drogas que son más problemáticas, desde el punto de vista médico y desde el punto de vista de accidentes, son las drogas legales, no las drogas ilegales. Entonces lo que hace la distinción claramente no es que las drogas que llamamos legales sean más peligrosas. Al revés, son menos peligrosas. Lo que sucede es que su estado legal aumenta la probabilidad de que alguien las consuma, lo cual aumenta la probabilidad de que haya consecuencias negativas. Por eso estoy en contra de la legalización de las drogas. Porque legalizar una droga crea una industria que necesita conseguir que la gente consuma el producto, en este caso una droga. No es que nada haya cambiado. Yo creo que resulta muy negativo el que haya una industria que promueva una conducta que tiene efectos negativos para el individuo.

UNA NUEVA INDUSTRIA
Esta semana, durante las elecciones legislativas en Estados Unidos, la marihuana estuvo presente en las papeletas de cinco estados. En Florida se rechazó su uso terapéutico (los a favor necesitaban 60% y obtuvieron 57,5%) y en Washington D.C. se aprobó legalizar la tenencia y el cultivo personal por casi un 70%. En Maine, dos ciudades votaron al respecto: una aprobó y otra rechazó la legalización. Mientras tanto, Alaska y Oregon decidieron legalizar el uso recreacional.  En este último estado, los grupos pro marihuana recaudaron casi cuatro millones de dólares para apoyar su causa. Esta cifra esconde uno de los temas que le preocupan a Volkow: el ascenso de una millonaria industria.

-Algunos líderes de opinión han ido más allá y hablan de despenalizar todas las drogas. ¿Qué les dice a ellos?
-Legalizar una droga va a crear un mercado enorme, muchísimos intereses privados porque se pueden hacer millones y millones de dólares, y eso genera un poder enorme. Cuando generas estas industrias tan poderosas, hay que ver lo que sucedió con el tabaco. Es muy difícil contrarrestarlas. Una vez que ya las tienes, se vuelven muy poderosas.

A pesar de que la psiquiatra es contraria al camino que tomaron Washington y Oregon, sí cree que los gobiernos deberían ser activos en descriminalizar el uso. “La adicción es una enfermedad del cerebro que tiene obviamente fuertes componentes sociales, como otras enfermedades como la obesidad”, explica Volkow, “tratarla como un problema criminal ignora el hecho de que es una enfermedad médica y, como consecuencia, también los resultados de la criminalización del adicto son muy negativos. La vulnerabilidad del individuo adicto a las drogas pasa a ser más severa”.

-Uno de los argumentos que han motivado la legalización es la guerra contra el narcotráfico, que genera miles de muertes y altos costos financieros. ¿Cómo hace frente usted a este argumento?
-Sería ideal que pudiéramos borrar al narcotráfico de la faz de la Tierra. Eso valdría la pena, porque cuesta tantas vidas y tanto sufrimiento. La problemática es que lo que sabemos es que las redes del narcotráfico están muy diversificadas. Entonces no solamente es el narcotráfico de la marihuana, sino el narcotráfico de otras drogas. También hay tráfico de gente, tráfico de armas. Y como estamos viendo ahora en Colorado, el que tú legalices una droga no implica necesariamente que estás controlando el narcotráfico. Lo que están viendo en Colorado es que hay muchísima venta de marihuana en el mercado negro. Aun con el cigarro, en Estados Unidos está estimado que un 50% de los cigarrillos son comprados en el mercado negro. Entonces no es que estés creando, al legalizar, un sistema donde no va a haber actividades ilegales, para nada. Siempre va a haber actividades ilegales.

-Constantemente se compara a las drogas ilegales con el alcohol, del que se habla que se debe consumir responsablemente. Desde la ciencia, ¿cree usted que con la marihuana puede existir este tipo de consumo?
-Con la marihuana definitivamente hay instancias, lo sabemos, porque hay gente que tiene una historia de fumar una vez al mes y nunca llevarlo más allá. En cambio, hay otros que sí. Lo mismo con el alcohol, la mayor parte de la gente no pierde el control, pero alrededor de diez millones de personas en Estados Unidos consumen en cantidades que pueden ser perjudiciales. Lo otro es que aunque no estés adicto, puede ser perjudicial. Por ejemplo, el alcohol es la causa número uno de muerte en los jóvenes. Tiene efectos negativos en la coordinación motora, que hacen que exista mayor riesgo de accidentes. Con la marihuana tienes el mismo fenómeno. Cuando uno habla sobre las drogas no solamente habla sobre  la adicción. En el caso de la marihuana, aproximadamente un 9% de los que fuman se van a volver adictos, pero aun dentro de los que no lo sean, ésta puede tener efectos negativos.  Esto también tiene efecto en los adultos: va a haber muchísimo ausentismo y no va a haber el mismo nivel de producción. Eso es algo muy negativo que la marihuana hace: te va degradando la motivación que tienes por las actividades de la vida diaria.

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