Por Francisca Cafati De Giorgis Octubre 1, 2014

Plantas libres que no bajan de los 1.000 m2, altura entre piso y losa de tres metros, ascensores de alta velocidad, sistemas de climatización y eficiencia energética, además de buena ubicación, son algunas de las características que tienen los edificios que albergan oficinas de lujo, también conocidos como A/A+. Si el 2011 fueron seis los proyectos de esta categoría en Santiago; el 2012 la cifra se duplicó.

Grandes empresas y multinacionales son quienes las arriendan. Sus requerimientos: amplios espacios, tecnología de punta y diseño de vanguardia, y certificación LEED. La ubicación de estos edificios se concentra en Las Condes (71%), Santiago (17%), Providencia (9%) y Vitacura (3%), y algunos edificios ícono son el Costanera Center y Titanium. No extraña, entonces, que el valor del arriendo de una oficina de este tipo esté entre los $13 y $19 millones.

Primero se ubicaron en El Golf, luego en Ciudad Empresarial y Nueva Las Condes. Y hoy se desarrollan nuevas áreas, como el eje de Apoquindo entre Escuela Militar y Los Dominicos -donde estará el edificio corporativo de la Cámara Chilena de la Construcción, de A4+Borja Huidobro-, y otras más exclusivas en Alonso de Córdova, Bicentenario y Nueva Costanera. Un hito fue el edificio Transoceánica, en Av. Santa María, que innovó en sus características al incorporar paneles solares, recolectores de aguas lluvias para riego, iluminación eficiente y un parque. 

La arquitectura es su elemento diferenciador. “La presencia del arquitecto es tanto o más importante que el desarrollador del proyecto. La idea es identificar al edificio por sobre los de la competencia”, asegura Pablo Larraín, socio de BL Arquitectos, la que ha diseñado edificios como el de Inmobiliaria Manquehue y Microsoft. “Dentro de Latinoamérica, Santiago es una ciudad privilegiada, porque los estándares son los aceptados internacionalmente para edificios clase A”, cuenta. La tendencia mundial es que, además de icónico, el diseño debe ser verde, “es algo que está en el ADN de todas las compañías internacionales”, agrega Larraín.

La ubicación es clave. “Tienen que estar sobre vías principales, en barrios de negocios consolidados, con buen acceso. También deben contar con elementos que las pongan por sobre el estándar, como climatización, ascensores de alta velocidad, plantas libres sobre 700 m2 y no estar divididas en formatos pequeños”, detalla Francisco Rojas, gerente de la división de oficinas de GPS Property.

“Las compañías que usan estas oficinas destinan al menos un 30% de la superficie a espacios de lujo en los halls, salas de reuniones, presidencia e iluminación”, comenta la decoradora Paula Gutiérrez, del estudio Paula Gutiérrez Erlandsen y Asociados. “Hay conciencia de que el espacio, en la medida que es funcional y estético, produce mejor ambiente de trabajo”.

En términos de costos, lo más común es que las empresas arrienden en edificios A/A+ con contratos a largo plazo, con beneficios para los inversionistas y arrendadores. El valor promedio de un arriendo por oficina en un edificio premium es de 0,55 UF por m2. El valor más alto se paga en Las Condes, donde incluso puede llegar a 0,81 UF por m2.

El edificio Transoceánica innovó en sus características al incorporar paneles solares, recolectores de aguas lluvias para riego, iluminación eficiente y un parque.

 

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