Por Marina Artusa Abril 10, 2014

© Marc de Tollenaere

Arriba, en la foto: El portal de ingreso al Palacio Ducal visto desde la Scala dei Giganti (Escalera de los Gigantes), situada en el patio interno.

Hay que olvidarse de la plaza San Marcos, el Palacio Ducal y el puente de los Suspiros. Ni pensar en un paseo en góndola por el Gran Canal y  menos cruzar a pie el Puente del Rialto. Eso sí, después de este recorrido hay que estar preparado para que, cuando regrese a casa y revele las imágenes de este archipiélago de 120 islas, 150 canales y 400 puentes, le pregunten: “Pero esta foto, ¿dónde la sacaste?”.

En Venecia.

La cita con esta ciudad, fundada sobre el agua hace más de mil quinientos cincuenta años, la propone un taller de fotografía organizado por Leica, la marca más tradicional en 35 milímetros en el mundo fotográfico y venerada por sus ópticas de alta reputación y por el grado de detalles, los contrastes y las gamas de grises que ofrecen para fotografiar en blanco y negro.

Discovering Venice (Descubriendo Venecia) es una invitación a descubrir en tres días los aspectos menos conocidos de una ciudad ícono. A cargo del fotógrafo Marc De Tollenaere, quien vive en la ciudad y conoce sus ángulos más desconocidos, el tour  este año se realizará el 20, 21 y 22 de junio. Para participar no hay requisitos mínimos, ni siquiera la cámara, ya que cada participante recibe una Leica M completa para utilizar durante el taller, que cuesta 290 euros y admite un máximo de doce personas. 

“Venecia es el lugar ideal para un workshop de fotografía -dice De Tollenaere a Qué Pasa-. La luz puede crear increíbles juegos de luces y sombras entre las callejuelas y las piazzas, o puede ser muy difusa y envolvente. Aun con niebla, Venecia es fascinante”.

UNA CIUDAD DESCONOCIDA

Hecha de piedra y mundialmente famosa por sus canales, Venecia es, según el arquitecto Le Corbusier, “el más prodigioso acontecimiento urbanístico de la historia del hombre”. O como describió Théophile Gautier, el escritor francés del siglo XIX, en su Voyage en Italie de 1875: “Venecia es una orgía para los ojos”.

Y De Tollenaere, el guía de la expedición, lo sabe bien. Alumno de Gianni Berengo Gardin, el fotógrafo italiano más notable en el uso del blanco y negro, ha publicado dos libros sobre la ciudad -Venice on the Edge of Light y Gondole-; fue parte de la agencia Grazia Neri entre 2005 y 2008; y desde 2009 organiza talleres fotográficos no sólo en Venecia, sino también en India, Nepal, Vietnam, Islandia, Turquía y Camboya.

“Más allá de las bellezas arquitectónicas, de la luz y del modo de vivir diferente, con canales en lugar de calles, sin duda lo que más me conmueve es que la mayor parte de Venecia no se conoce”, explica el fotógrafo. “Me di cuenta cuando hacía fotos para mi primer libro. Antes de cada toma había un largo trabajo de exploración e investigación que me ha llevado a descubrir lugares encantadores, que a veces se encontraban a menos de cien metros de la masa de turistas. Este descubrimiento continuo, el hecho de no saber con qué nos podemos encontrar a la vuelta de la esquina o en la próxima piazza, para mí tiene algo de mágico, de misterioso, que sólo Venecia puede dar”.

Y ese criterio poco “turístico” fue el que usó para elegir los lugares, como el barrio Castello, que recorrerán en junio. “El workshop fue pensado para guiar a los participantes por una ciudad que no conozcan, pero también para darles libertad de acción para regresar donde crean que se den las ocasiones desde el punto de vista fotográfico. Están previstas salidas didácticas en la mañana, muy temprano, cuando la luz es la mejor, y también al atardecer. Los lugares escogidos están todos fuera de los itinerarios habituales, de modo de descubrir y vivir la ‘verdadera’ Venecia”, cuenta De Tollenaere.


Arriba: Una típica postal veneciana: ropa y sábanas colgadas en Campo Ruga. Izquierda: “Esperé a propósito que se creara esta escena, sabiendo que podía contar con el juego de luces y sombras”, dice De Tollenaere de esta foto en Campo Santa Maria Formosa. (Fotos: Marc de Tollenaere)

-¿Cuál debería ser la mirada de quien va a fotografiar una ciudad?
-Es una linda pregunta. Diría que éste es uno de los mayores obstáculos ante los cuales se encuentran los fotógrafos. A menudo el tema es que no se sabe por qué se está allí y se sacan fotos un poco al voleo. Yo creo que en cada tipo de fotografía debe haber algo de autobiográfico, en el sentido de que el fotógrafo hable de sí mismo utilizando aquella ciudad como medio. Hay fotógrafos que han desarrollado un estilo particular, por ejemplo, por la luz, y saben que en cada lugar que van será siempre prioritaria la búsqueda de luz. Otros pueden focalizar sobre las personas o sobre un particular tipo de vida callejera. Lo mismo vale para el paisaje u otro tipo de fotografía: el que fotografía debe ser parte de la foto. De lo contrario, si en la foto no está el fotógrafo con su personalidad, sus sueños, sus aspiraciones y sus recuerdos, difícilmente se alcanzarán resultados notables. Éste es también un modo de construir el perfil personal y un estilo propio que nos distingue y nos permite sobrevivir en la jungla de fotógrafos de la escena internacional. En Venecia todo eso es posible gracias a los ritmos más lentos, que favorecen la reflexión.

Más información en

www.akademie.leica-camera.it.

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