Por Romina Cannoni Berd Marzo 12, 2014

© José Miguel Méndez

En 2013, en el país se vendieron 64 unidades de autos de superlujo con un precio promedio superior a los US$ 200 mil. Un crecimiento de casi 700% en cinco años.

Matías Velasco (abajo, en la foto) y su socio, Martín Borda, aún negocian con Lamborghini su llegada al país y están evaluando entrar a otros rubros.

El Auto Show de Ginebra, que termina este fin de semana, es, probablemente, la feria automotriz más ostentosa y lujosa del mundo. Es el lugar para el que las marcas reservan sus lanzamientos y anuncios más espectaculares. Fue allí donde hace unos días Rolls-Royce presentó el Ghost Series II, Maserati mostró el conceptual Alfieri, McLaren el nuevo 650S coupé, Ferrari estrenó el V8 California T, y Lamborghini el Huracán.

Lo curioso es que las cuatro primeras marcas de este exclusivo grupo están en Chile hace ya unos años, y la última está próxima a llegar. Y una de las responsables de esto y de que en una década el país se haya transformado en un laboratorio regional del superlujo es una empresa que partió como una importadora de accesorios de automóviles de alta performance -desde llantas y volantes, hasta cascos, zapatillas y neumáticos- y que hoy es la representante en Chile de marcas como Aston Martin, Lotus, Caterham y McLaren, y de la de motos Ducati.

Hace casi seis años que la sociedad que hoy integra, Matías Velasco con Martín Borda, y que hasta hace poco también incluía a Hugo León, comenzó a importar autos de forma particular para venderlos en Chile. “Generalmente, los comprábamos en un dealer en Estados Unidos y los vendíamos acá. Partimos con Lotus y Aston Martin, pero también logramos colocar varios Lamborghini. Queríamos probarnos y ver si éramos capaces de vender estos modelos antes de hacer una gran inversión”, señala Velasco.

“Cada vez que vendíamos un auto, avisábamos al fabricante y la respuesta siempre era la misma: que no les interesaba este mercado por el momento. Eso hasta que en un año logramos vender algo más de 10 unidades de Aston Martin, y ahí las cosas cambiaron, el fabricante abrió los ojos y quiso comunicarse con nosotros para que le explicáramos este mercado”, recuerda el ejecutivo.

En poco tiempo la sociedad, que ya era representante de Lotus en el país, obtuvo la importación de Aston Martin. Dentro de las exigencias de la británica estaba contar con un showroom, el que significó una inversión superior a los US$ 500 mil sólo para cumplir con la imagen corporativa.

“Desde el principio la idea era traer marcas que no estuvieran en Chile y que fueran lo más independientes posible. Hasta el momento se nos ha dado a la perfección y sentimos que tenemos un portafolio bastante completo”, señala Velasco. 

En 2013 la sociedad, Momo Import, que hoy está en proceso de cambio de nombre, tuvo una facturación cercana a los US$ 6 millones y se espera que en 2014 esa cifra se duplique. Velasco asegura que “la llegada de Caterham, pero principalmente de McLaren, nos permitirán aumentar nuestra facturación considerablemente”.


EL EXPERIMENTO

Según cifras de la Asociación Nacional Automotriz de Chile (ANAC), en los últimos diez años los precios de los vehículos de pasajeros y de los SUV han bajado un 19% y 33%, respectivamente. En 2013 los primeros tuvieron un precio promedio de $ 8,2 millones, mientras que el valor de los todoterrenos ascendió a $ 14,9 millones.

Un dato que contrasta con las 64 unidades de automóviles de alta gama que se vendieron en 2013 con un precio promedio superior a los US$ 200 mil.

El crecimiento de casi 700% en la venta de autos nuevos con un valor por sobre los $ 100 millones en los últimos cinco años se explica principalmente por cinco razones: la estabilidad política y económica del país, un dólar estable, la eliminación completa del impuesto al lujo y la de aranceles con la mayoría de los países fabricantes de automóviles, y la llegada de nuevas marcas al segmento de superlujo.

Y es que si bien Ferrari, representado por SK Bergé, fue el primer fabricante en aterrizar en el país en 2003 con precios que parecían inalcanzables para el bolsillo de los chilenos -el valor de entrada de los modelos de la firma italiana es de US$ 250 mil- y marcas como Mercedes-Benz, Maserati y Porsche cuentan en su portafolio con modelos que tienen valores que se empinan por sobre los US$ 150 mil, fue el arribo de Aston Martin como marca oficial hace tres años, lo que disparó las ventas de este nicho.

“El mercado del lujo y superlujo en Chile está creciendo a un ritmo parejo en los últimos años, y no sólo en los automóviles, sino también en la ropa, relojes, propiedades, etc. Por eso la llegada de marcas tan exclusivas como Aston Martin en automóviles, o la inauguración en un mall capitalino con un pasillo completo de renombradas marcas de ropa y accesorios”, explica el director comercial de Aston Martin Chile.

Y es que a diferencia de lo que se podría pensar, Chile parece tener espacio suficiente para que marcas como Rolls-Royce, McLaren, Aston Martin y Ferrari puedan convivir sin problema, incluso ante la inminente llegada al país de Lamborghini y Bentley, esta última de la mano de Porsche Holding.

“Chile se ha transformado en un pequeño Dubái. Hay mercado suficiente para que siga creciendo. Se perdió el miedo a andar en un auto caro, lujoso o deportivo, sobre todo por el público joven que tiene los medios para comprarse uno de estos modelos y no tiene problema en mostrarse en uno de ellos, a diferencia de lo que ocurría con las personas más conservadoras. Creemos que entre más marcas haya, más autos de este tipo se verán en la calle y menos pudor habrá en tener uno”, señala Velasco, quien agrega que “nuestro país ha sido pionero en el ingreso de varias de estas marcas al mercado latinoamericano y, tal como pasa con las marcas generalistas, acá los fabricantes nos utilizan como laboratorio para luego replicar el modelo en el resto de los países, principalmente porque éste es uno de los mercados más competitivos del mundo”.

Y si bien hasta el año pasado el segmento de superlujo venía con un crecimiento sostenido, la caída del mercado automotor nacional de 3% en los dos primeros meses de 2014 adelanta que será un año más lento. “No creo que este segmento experimente una caída, pero sí podría experimentar un frenazo en el crecimiento. Mucho dependerá del nuevo gobierno, si se suben o no los impuestos y de la estabilidad del dólar. Estos últimos puntos serán fundamentales para que tengamos un buen año”, adelanta Velasco.

En cuanto al futuro de su empresa, a pedido de Aston Martin se hicieron cargo de la operación de Perú, pero con un inversionista local, y lo mismo se espera que ocurra en Argentina y Colombia en el mediano plazo.

Y si bien en algún momento estuvieron a sólo una firma de traer Lamborghini, aún no está claro quién finalmente se quedará con la representación de la italiana. Aparentemente Porsche Holding, su empresa matriz, lo haría, aunque e-mails de los ejecutivos italianos de Lamborghini aún esperan que sea la sociedad de Velasco. “Nos encantaría tenerla en nuestro portafolio, pero cada día que pasa lo vemos más difícil”, aclara. Aparte de esa marca no tienen más marcas automotrices en carpeta, pero sí están estudiando el ingreso a otros rubros, como el retail, pero siempre ligados al segmento de superlujo.

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