Por Lorena Rubio Mayo 19, 2011

© Andrés Chang

El economista Roberto Chang (50) vive hace casi tres décadas fuera de su Lima natal. Sin embargo, nunca ha perdido contacto con las autoridades económicas de ese país, y sigue en detalle los vaivenes de la política peruana. Es un gran conocedor de lo que muchos denominan el "milagro peruano", a raíz de las impresionantes cifras de crecimiento y transformaciones de los últimos 15 años.

PhD en Economía de la U. de Pennsylvania y actual profesor en la Universidad de Rutgers (New Jersey), Chang es considerado el macroeconomista más respetado en los círculos académicos norteamericanos. Varios lo denominan "el Velasco peruano", no sólo por su cercanía con el ex ministro de Bachelet -han escrito varios papers juntos, y se conocen desde mediados de los 80-, sino porque sus investigaciones suelen abordar las implicancias políticas de los modelos económicos que hoy se aplican en las economías emergentes. Su especialidad  el comportamiento macroeconómico en entornos de volatilidad financiera,  y el efecto de las políticas monetarias y fiscales en el curso de la economía global.

Chang suele viajar a Lima varias veces al año. El último de sus viajes a la capital andina fue justo unos días antes de la primera vuelta presidencial, el pasado 9 de abril. Con una mirada pragmática, pero con gran manejo de la coyuntura, el economista analiza qué se juega el vecino país el próximo 5 de junio, cuando se decida quién gobernará Perú por los próximos cinco años.

-Esta contienda enfrenta a dos polos del pensamiento político-económico diametralmente opuestos. ¿Cómo se llegó a un escenario así?

-Mi opinión es que en esta elección hay un mensaje urgente para la clase dirigente peruana, que no debiera desatenderse. Hoy se enfrentan en Perú un modelo más bien heterodoxo, planteado por el candidato Humala, que pretende corregir desigualdades y recoger inquietudes completamente legítimas de sectores que se sienten postergados; y una candidata sin mayores sorpresas, que propone mantener el statu quo.

- En los últimos días, las encuestas muestran una clara ventaja de la candidatura de Keiko Fujimori, respecto a Ollanta Humala. ¿Cuánto cambia el futuro de Perú con uno u otro en el Palacio Pizarro?

- Es claro que con Keiko se reduce la incertidumbre y lo más probable es que ella apueste a la continuidad. Eso sí, yo no esperaría grandes sorpresas de una administración encabezada por ella.

- ¿En qué sentido?

- Revisando su programa, queda claro que Keiko es más de lo mismo. Sus planteamientos son los que contendría cualquier programa político. No se advierten medidas que apunten a cambios significativos o reformas audaces. Además, ella ha cambiado -los dos candidatos lo han hecho- su discurso de primera y de segunda vuelta. Vemos cómo Keiko está criticando mucho a Humala por cambiar sus posiciones, pero ella también lo ha hecho. Por ejemplo, ella se sumó a la postura de Humala de subir el salario mínimo, que hoy es de 600 soles, lo que no estaba en su programa original. Está claro que en esta segunda vuelta Keiko se ha izquierdizado un poco, para captar al electorado de su contendor.

"Humala ha logrado en política un milagro que no se veía desde la época del fraile San Martín: en un mismo plato comen un perro, un ratón y un gato. Para tener una idea, hoy son partidarios de Humala tanto Vargas Llosa como Javier Diez Canseco. Ese milagro sería impensable en otras circunstancias".

- Con su conocimiento de la política peruana, ¿qué influencia tendría la figura de Alberto Fujimori en un eventual gobierno de Keiko?

-Todos merecen el beneficio de la duda, es decir, no por ser hijo de alguien vas a cometer los mismos crímenes que esa persona. Pero, cuando ves al círculo cercano las dudas aumentan. El fujimorismo se llama así por algo, y eso es la lealtad a la figura de Alberto Fujimori, tanto en términos programáticos como a su persona. Por algo, en el programa de Keiko se señala que las bases de su campaña están inspiradas en la Constitución de 1993, promulgada por su padre. Lo cierto es que esa fecha marca el inicio de un modelo que hasta hoy es exitoso. Ese año, además, es simbólico por otra razón: se produce la captura de Abimael Guzmán.

- Entre los asesores de la candidata Fujimori, ¿se percibe esta mayor presencia de personas que fueron parte del gobierno de su padre?

- Una de las figuras que está manejando la campaña de Keiko es Jaime Yoshiyama. En todo caso, él es uno de los pocos políticos del fujimorismo que son respetados transversalmente. He escuchado que es una persona muy pragmática, de buenos reflejos, y se dice que fue uno de los que influyeron en el ex presidente para mantener el enfoque pro mercado. Por lo demás, salió de su gobierno a tiempo.

- Hernando de Soto es considerado el economista más influyente de Perú. ¿Se ha pronunciado respecto a esta contienda?

- De Soto se ha plegado recientemente a Keiko Fujimori, por lo que no es descartable que asuma algún rol en un eventual gobierno de ella.

El dilema de Humala

-¿Qué opina de este Humala más moderado que hemos visto en la campaña?

- La gran interrogante de esta elección es si Humala quiere ser Chávez o Lula. Mi impresión es que él mismo todavía no lo sabe. Si hubiera optado por ser Lula, es decir, un modelo socialdemócrata, ya habría oficializado los nombres de su equipo económico, y no lo ha hecho. Es decir, no tiene convicción en lo que plantea. De hecho, es notorio que su programa está escrito a varias manos. Cuando lo leo digo, "esta parte la escribió una persona y ésta, otra". No hay una línea conductora. Convergen muchas visiones y es difícil saber cuál primará si llega a convertirse en presidente.

- Uno de los proyectos emblema del líder de Gana Perú es la "Pensión 65", orientada a los adultos mayores. ¿Le cree a Humala cuando dice que no va a tocar los fondos de las AFP para financiar esta medida?

-Es difícil creerle ahora, si en su propio círculo se comentó esa posibilidad, pese a que ahora diga que los dineros de las AFP no serán tocados. Por lo demás, se trata de una medida inconstitucional. Me parece que están proponiendo el plan sin saber cómo lo van a financiar. La gente de Humala ha dicho, más recientemente, que los recursos provendrían de un nuevo impuesto a las sobreganancias en la minería.

- Es otro tema delicado, sobre todo dado el boom minero de los últimos años.

-Efectivamente, es una propuesta delicada. Es cierto que dados los actuales precios, un cobro asociado a los mayores ingresos no parece tan descabellado. El problema es qué hacer cuando el valor de los metales baje: no se puede estar cambiando las reglas del juego a cada rato.

"Keiko es más de lo mismo"

-¿Quiénes son los nombres tras el programa económico de Humala?

- Una de las figuras más importantes es el economista de la Universidad Católica Félix Jiménez, un hombre de centroizquierda. En el último tiempo se han sumado ex "toledistas", como Óscar Dancourt, quien fue presidente interino del  Banco Central durante el gobierno de Alejandro Toledo. Dancourt es un tipo inteligente y confío que estaría por defender la autonomía del Central si Ollanta resulta vencedor.

-Llama la atención la diversidad de quienes apoyan esta candidatura.

-Humala ha logrado en política un milagro que no se veía desde la época del fraile San Martín: en un mismo plato comen un perro, un ratón y un gato. Para tener una idea, hoy son partidarios de Humala tanto Vargas Llosa como Javier Diez Canseco. Ése es un milagro que hubiera sido impensable en otras circunstancias. ¿Qué tienen en común estas personas? Un fuerte antifujimorismo. Pero si Humala quisiera dar una señal potente respecto a si será Chávez o Lula ya hubiera explicitado quiénes serán los nombres del equipo económico.

-¿Por qué no lo ha hecho?

- Su principal esfuerzo está centrado en ganar esta elección. Pienso que una vez obtenido el poder va a decidir qué modelo aplica.

-¿Ha escuchado de figuras dentro y fuera del Perú que estén dispuestas a sumarse al gabinete de quien resulte electo?

- Perú tiene suficientes economistas, tanto en la actual administración como en la academia. Figuras como el actual presidente del Banco Central, Julio Velarde, debieran mantenerse, independientemente de quién resulte ganador. Si es Fujimori quien obtiene el triunfo es muy probable que varios economistas se sumen a su administración. Ahora, si Humala resulta electo, mi impresión es que muchos preferirían esperar el curso que le da a su gobierno, y eso demoraría un par de años. Siempre y cuando no intente cambia la forma de elegir a los mandatarios y los plazos.

-¿Lo dice por Humala?

- No me extrañaría que, de resultar electo, proponga cambios en la forma en que se elige (y reelige) al jefe de Estado peruano. Ése es un gran peligro.

"El fujimorismo se llama así por algo, y eso es la lealtad a la figura de Alberto Fujimori, tanto en términos programáticos como a su persona. Por algo, en el programa de Keiko se señala que las bases de su campaña están inspiradas en la Constitución de 1993, promulgada por su padre".

El boom y la brecha

-¿Cuáles son las claves del notable desempeño que ha mostrado la economía peruana en la última década?

- Los factores que explican este crecimiento están fuertemente cruzados por el clima político. En mi opinión, en la actual realidad peruana hay una parte de manejo macroeconómico, y otra de suerte. En términos macro, uno de los pilares del modelo peruano se basa en la disciplina fiscal, que ha sido defendida por todos los sectores en los últimos años. Esta idea surge con la llegada de Fujimori al poder, quien deja de oír a sus asesores de campaña, que proponían un modelo ortodoxo, y adopta la postura de su némesis: Mario Vargas Llosa. Éste planteaba la necesidad de un shock, la autonomía del Banco Central y un severo ajuste fiscal. Mostrando su astucia política, Fujimori decide adoptar los postulados de quien fuera su más férreo contendor. Por otra parte, Perú posee un sistema financiero pequeño, lo que le ha granjeado cierta inmunidad a los golpes de flujos externos. La deuda peruana externa no fue tan alta a principios de los 90, lo que permitió un menor impacto. La crisis asiática, si bien impactó, no tuvo efectos tan devastadores como en otros países. Además, en la década pasada, Perú se benefició con los altos precios de los metales que exporta, como la plata y el zinc. Eso le permitió llegar a la crisis financiera de 2008 con mucha liquidez internacional, por lo que este episodio tampoco destruyó la economía local.

- Sin embargo, al igual que en muchos países latinoamericanos, en Perú subsiste una importante brecha entre sectores acomodados y los de menores ingresos. ¿Ve a la clase política preparada para emprender reformas?

- Claramente es un asunto en el que el futuro presidente va a tener que trabajar mucho. Si no, vamos a tener un panorama muy similar a éste en las próximas elecciones presidenciales, con un clima polarizado y argumentos cercanos al populismo. El fenómeno Humala ha sido una lección para las clases gobernantes, en el sentido de que hay muchos sectores con gran descontento. Y no es que no haya habido intentos en el Perú por disminuir la brecha. Lo que ocurre es que las medidas aplicadas, las políticas públicas elegidas no han sido las más eficientes.

-¿Qué efectos en Chile tiene lo que ocurra el 5 de junio? ¿Serán sólo en las relaciones internacionales o habrá también impactos económicos?

-Habrá impacto en las dos áreas. Obviamente, el impacto será menor si Keiko resulta ganadora. Si gana Humala, la situación es diferente, pues él ha proferido en el pasado mensajes muy confrontacionales con respecto a Chile, incluyendo algunos que cuestionan las inversiones chilenas en el Perú y el Tratado de Libre Comercio entre Perú y Chile. Es difícil creer que, de un día para otro, él abandonará un mensaje tan fuertemente arraigado en su formación y su historia. Soy de la opinión que no se puede renunciar tan alegremente a posturas pasadas. ¡Aunque tenemos el caso de Alan Garcia!

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