Por Ana María Sanhueza y María José López Marzo 11, 2011

— Sergio, ¿echas de menos a tu padre?

— Lo que realmente extraño es a mi yate.

— ¡Pero si no tienes yate!

— Por eso mismo. ¿Cómo voy a echar de menos algo que nunca he tenido?

Mabel MaldonadoEsta conversación ocurrió hace pocos meses entre Sergio Jadue y un amigo que quería saber lo que el actual presidente de la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP) pensaba de su padre. El tema es sensible para el dirigente. Y pese a que en esta charla prefirió tomárselo con ironía -desconcertando, de paso, a su interlocutor-, ése es uno de los ítems con el que este hombre de 31 años ha debido lidiar en su corta, fugaz y polémica carrera para llegar a ser la cabeza del fútbol nacional.

En La Calera, la ciudad donde nació y creció -y donde vivió hasta hace un año y medio, antes de mudarse a Huechuraba, en Santiago-, no sólo conocen esta historia de un joven que debió acostumbrarse a la ausencia paterna desde los cuatro años. También se comenta su carácter impulsivo y esa cualidad de estar siempre en el lugar justo, en el momento preciso. Sólo así se explican que, en apenas tres años, desbancó a la antigua generación de dirigentes del club deportivo Unión La Calera, los mismos a quienes de niño llamaba tíos y que hoy son detractores de su estilo. No son los únicos.

En Santiago, desde que el 14 de enero asumió la presidencia de la ANFP, en reemplazo de Harold Mayne-Nicholls, prácticamente todos los días alguien pide su renuncia. Y no son pocos los que lo sindican como uno de los rostros clave en la crisis que vive la asociación: sin ir más lejos, esta semana seis miembros de la directiva pusieron sus cargos a disposición. Y si bien en Santiago varios siguen sorprendiéndose con el nuevo mandamás de la organización -hace pocos días le gritó "cállate imbécil" a un hincha que lo insultó antes de un viaje a la sede de la FIFA en Zürich-, en La Calera no hay sorpresa. Porque fue allí donde empezó la historia en la que Jadue se fabricó a sí mismo.

-Sergio, ¿echas de menos a tu padre? -Lo que realmente extraño es a mi yate. -¡Pero si no tienes yate! -Por eso mismo. ¿Cómo voy a echar de menos algo que nunca he tenido? Esta conversación ocurrió hace pocos meses entre Sergio Jadue y un amigo que quería saber lo que el actual presidente de la ANFP pensaba de su padre.

Clave 1: El origen

No nació con el nombre con que hoy llena sus tarjetas de presentación. Sergio Jadue Jadue empezó a llamarse así recién a los 18 años, cuando dejó de ser legalmente Sergio Cortez, el mismo nombre de su padre. A esa edad, el actual presidente de la ANFP decidió llevar, repetido por dos, sólo el apellido de su madre, Gloria.

Su padre partió a trabajar a Canadá y Sergio nunca más lo volvió a ver. Nadie supo más de él. Ni su madre ni su hermana menor. Hasta hoy, Jadue no ha recibido ni una carta ni un llamado ni una foto. "Ni siquiera recuerda su cara", dice un cercano.

Jadue se crió con su madre en la casa de su abuelo materno, José, uno de los fundadores de Unión La Calera y conocido en la ciudad por su gran parecido al periodista deportivo Julio Martínez. Él cumplió el rol de padre, hasta que murió en 1988.

La casa de los Jadue -uno de los clanes locales más influyentes de La Calera y rivales históricos de los Chahuán- está ubicada en la céntrica calle Carrera, en el segundo piso de los locales comerciales, que también son de ellos y hoy tienen en arriendo. Allí, su madre, quien se encargó sola de la crianza de sus hijos, le inculcó que tenía que ser líder. De ahí en adelante, su primogénito siguió la orden al pie de la letra.

En el Instituto Rafael Ariztía de Quillota (IRA) fue muy buen alumno. También,  siempre fue parte de las directivas de curso. Eso hasta que, en tercero medio, no le renovaron la matrícula. La causa fue su pésima conducta. Un confuso incidente con el director -algunos hablan de empujones, otros de que el estudiante le hizo zancadillas- terminó con su expulsión del colegio. Y con el rápido ingreso al Paideia, un establecimiento conocido por recibir a alumnos repitentes y con problemas de disciplina de Quillota.

Cómo se fabricó Jadue

La comunidad palestina era, y aún es, otro de sus desvelos. Desde su adolescencia es un activo militante de ella. De hecho, a Felipe Madaín - su mejor amigo- lo conoció durante una marcha pro Palestina en las afueras del Congreso en Valparaíso. Jadue, además, fue dos veces presidente de la Juventud Chileno-Árabe, una de la Federación Árabe Adulta y otra de la Federación Americana Árabe Juvenil.

Esta "pasión por sus raíces" llega incluso al fútbol. En más de una ocasión, durante los partidos de Unión La Calera, algunos cuentan que él le llama la atención a todo aquel que cruce sus dedos en señal de buena suerte: "No lo hagan, eso en el mundo árabe está prohibido", les ha dicho.

Su activismo, sin embargo, no ha llegado a la esfera de la política. Aunque su tendencia es de derecha -en 1999 votó por Lavín y para la segunda vuelta de enero de 2010 por Sebastián Piñera-, en las últimas elecciones se inclinó primero por Marco Enríquez-Ominami. Ambos se conocen desde que el ex candidato era diputado por Quillota. Pese a ello, no es un hombre que mantenga redes en el mundo político.

Jadue estudió Derecho. Partió en la Universidad del Mar y terminó en la Marítima de Reñaca. Es egresado, pero no titulado. Su entorno afirma que es licenciado en Ciencias Jurídicas y que su memoria - dirigida por la profesora María Soledad Quintana- la hizo en 2006 acerca de la validez de la sentencia de divorcio en el extranjero y en Chile. Aunque a sus cercanos les ha dicho que piensa titularse, lo cierto es que apenas salió de la universidad se fue de viaje junto a un amigo por Medio Oriente. Recorrieron Siria, Líbano, Palestina y Jordania. Por lo mismo, su experiencia laboral es mínima: hizo la práctica en la Corporación de Asistencia Judicial de La Calera, fue procurador durante tres meses en la municipalidad de esa ciudad -durante la administración del RN Roberto Chahuán- y trabajó en el departamento de escrituras públicas de la Notaría Gervasio en Viña.

Hoy Jadue vive en Huechuraba y maneja un Audi de $13 millones, del año 1998, y que compró usado. Según ha comentado en la ANFP -para aplacar las suspicacias respecto de cómo financia una vida así-, él vive de la administración de las propiedades que su familia tiene en La Calera.

Clave 2: Las explosiones

Los exabruptos de Jadue han sido comentario obligado por años en su ciudad natal. De más joven, era común verlo lanzar garabatos en el Estadio Nicolás Chahuán contra los árbitros y los propios jugadores del club de sus amores: Unión La Calera. Lo hizo cuando apenas era un hincha. Y siguió haciéndolo en su veloz carrera por el poder, primero como un dirigente más y luego como presidente del equipo.

Uno de esos episodios lo vivió con José García, un histórico ex dirigente calerano. En 2007, al final de un partido en que Santiago Morning derrotó a Unión La Calera, García le propinó a Jadue un combo frente a un grupo de conspicuos hinchas. Lo hizo cansado de que éste impugnara duramente a sus jugadores. El episodio fue tan bullado, que el semanario local Impacto lo consignó en sus páginas. Hasta hoy, el periódico sigue auscultando cada respiro de Jadue desde que se convirtió en dirigente.

El genio explosivo no se agotaría con el paso del tiempo. Ocurrió en el mismo estadio, en un partido de La Calera contra Concepción, el pasado 1 de noviembre, donde los locales perdieron 2-1. Por esos días, Jadue -ya convertido en el presidente de su club- respaldaba la postulación de Jorge Segovia a la presidencia de la ANFP, pese a que en un comienzo había apoyado la de Harold Mayne-Nicholls. Ese día, éste último estaba en las gradas del campo deportivo. Terminado el juego, los hinchas locales insultaron a Jadue y hasta le arrojaron monedas. Él culpó a Mayne-Nicholls: "Él vino a tirarme el público encima y ésa es una actitud despreciable. Le dije que fuera al palco y no quiso subir. No sé a qué vino, lo invité 14 veces en el año y nunca asistió a nuestros partidos. Mientras me agredían, él me miraba y se reía".

Jadue fue uno de los dos hombres que levantaron la mano cuando Segovia preguntó quién estaba dispuesto a reemplazarlo. Muchos cuestionan su actuar. "Jadue se tiró a la piscina sin pensarlo mucho. Hay gente que escala sin estar preparada. Pero eso significa hipotecarse, porque por algo las trayectorias valen en la vida", dice un miembro de la ANFP.

Un testigo de este episodio asegura que, pocos días después, Jadue reconoció privadamente que cometió un error y que no debió hablar así contra Mayne-Nicholls. "Él es así: si lo aprietas mucho, explota. Pero después se arrepiente y pide perdón", explica un cercano.

Clave 3: El dirigente

Poco antes de ese pugilato en el estadio con José García, Sergio Jadue -Checho en su ciudad natal- era muy cercano con él. Ambos habían trabajado codo a codo en el club. Es más: García fue quien lo había presentado al pequeño mundo de los dirigentes futboleros locales. Y eso no era un detalle. En La Calera, ser dirigente deportivo da poder e influencia. "Y también es un reconocimiento moral de la comunidad", agrega un calerano.

Históricamente, los dirigentes han sido conocidos personajes de La Calera. Cada martes en la noche, un grupo de ellos se reúne en el restorán Gourmet a conversar de fútbol, política y de la ciudad. Allí participan José García y su hermano Ramón, quienes -tal como Arturo Chahuán y Cecil Jaime- son empresarios locales; el ex alcalde Roberto Chahuán; el médico Daniel Cortez; el actual miembro del directorio del club Camilo San Martín y el director de la Radio Cosmos, Adrián Escobar. Pese a sus esfuerzos -en la ciudad se comenta que varias veces intentó asistir a esas comidas-, Jadue nunca ha podido ser parte de ese grupo.

En 2007, poco después de que Unión La Calera se transformara en sociedad anónima -algo a lo que Jadue en un comienzo se opuso-, los dirigentes crearon la Corporación Club de Deportes La Calera, entidad que los ayudaría a obtener beneficios de la ley del deporte; por ejemplo, a través del cobro de parquímetros en el estadio. El primero en presidir esa corporación fue José García. Pero la vieja guardia de dirigentes estimaba que debía llegar sangre nueva al club, por lo que convocaron a participar a las nuevas generaciones.

Entre esos jóvenes estaban los hijos de García y también Jadue, quien pese a que estaba ligado de niño a Unión La Calera como hincha, recién ahí tuvo la oportunidad de codearse con los más altos cargos. Y la aprovechó: en tres meses, sacó a García y pasó rápidamente de vicepresidente a presidente de la Corporación.

Del episodio -comentado en La Calera como "el primer gran salto al poder de Sergio Jadue"-, hay dos versiones. La primera dice que él aprovechó un viaje de García a Santiago para llamar abruptamente a elecciones y quedarse con el cargo. La segunda sostiene que el joven dirigente no hizo más que apegarse a los estatutos y que realizó los comicios del directorio en la fecha que correspondía: cuando se cumplían 90 días y era obligatorio relevar a los representantes interinos y elegir a los definitivos. Como sea, García se enteró que ya no presidía la Corporación sólo cuando regresó a la ciudad.

En ese entonces, Jadue tenía 27 años. A quienes lo conocen desde niño -en esa ciudad casi todos se ubican desde la infancia-, eso tampoco les extrañó. Ya muchos lo  identificaban  por su agudeza y liderazgo -durante todos sus años escolares fue presidente de curso- y porque, desde adolescente lo escuchaban hablar con tono de comentarista sobre lo que se debía hacer o no en Unión La Calera. Tanto partidarios como detractores coinciden en que hay características que Jadue mantiene hasta hoy. Y lo  definen como "ambicioso, escalador, trabajador, explosivo, hábil, avasallador y con mucho poder de convencimiento".

Cómo se fabricó Jadue

Por eso, agrega, cuando lo vieron de la noche a la mañana presidiendo la ANFP, pese a que en Santiago era un desconocido, a nadie de La Calera le pareció raro. Mal que mal, había hecho lo mismo en su ciudad cuatro años atrás, cuando por estar en el lugar y momento justos, siempre junto a los más influyentes  se convirtió repentinamente en el presidente del club deportivo. Es la historia de su vida.

Llegar a la presidencia de la Corporación le permitió a Jadue tener contacto con influyentes personajes locales. Además, se hizo conocido. Así, en pocos meses dio un nuevo salto: ocupó el puesto dentro la directiva de Unión La Calera que dejó Arturo Chahuán, quien se unió a la directiva de Mayne-Nicholls. Según ha declarado el propio Jadue, su trabajo en esa época era asistir a los entrenamientos diarios, ver las contrataciones y negociarlas y ser el nexo del club con la ANFP. Ha sido enfático en aclarar que sus labores nunca tuvieron nada que ver con lo financiero.

No se quedaría mucho tiempo quieto en esa posición.

Meses más tarde, el médico Daniel Cortez decidió renunciar al directorio del club -ya convertido en sociedad anónima- presidido por el santiaguino Jorge Fuenzalida, y el candidato natural para el cupo nuevamente fue Sergio Jadue. Cada vez más cercano a Fuenzalida, y más lejano a los miembros de la directiva que vivían en La Calera, Jadue ocupó el cargo. Vendrían más cambios.

En junio de 2009, ante la renuncia de Jorge Fuenzalida, el directorio de Unión La Calera lo nombró presidente del club. Fue de la noche a la mañana. Pese a las críticas de sus opositores, en su gestión logró que Unión La Calera, después de 26 años, pasara a Primera División.

Clave 4: Ser "imprescindible"

Apenas Jorge Segovia ganó las elecciones de la ANFP, el 4 de noviembre de 2010, Sergio Jadue celebró a viva voz. Al escasas horas de enterarse de la noticia,  se lanzó a su piscina como señal de euforia. Había pasado poco tiempo desde que lo había conocido, pero a esas alturas era un aliado del entonces presidente electo. Tanto así, que Segovia lo eligió como director de su mesa. La fórmula funcionó bien: había logrado ubicarse dentro de los "imprescindibles".

Tras la inhabilitación de ese directorio, Jadue volvía a vivir algo que le había ocurrido en el pasado: en medio de la crisis, él estaba disponible. Y, una vez más, la pura circunstancia -casi todos los demás nombres que sonaban para dirigir la ANFP quedaron inhabilitados- lo llevó a transformarse en la cabeza de la institución. Jadue fue uno de los dos hombres que levantaron la mano cuando Segovia preguntó quién estaba dispuesto a reemplazarlo. Muchos cuestionan su actuar. "Jadue se tiró a la piscina sin pensarlo mucho. Hay gente que escala sin estar preparada. Pero eso significa hipotecarse, porque por algo las trayectorias valen en la vida", dice un miembro de la ANFP.

No han sido fáciles los días de Jadue en Quilín. Casi todas las semanas ha tenido que apagar incendios: primero tuvo que enfrentar las acusaciones de violencia intrafamiliar contra su mujer, las que él se ha encargado de desmentir; luego la polémica salida de Bielsa: muchos lo culpan a él de no haberlo podido retener; debió enfrentar las imputaciones por deudas impagas en La Calera, y su relación con Tomás Serrano, dueño de la quebrada corredora y accionista mayoritario de Unión La Calera, quien, dicen sus detractores, le habría entregado sus votos para dirigir el club.

Esta versión es desmentida por la actual cabeza de la ANFP. En su declaración en el Ministerio Público, afirma que todo sucedió bajo total normalidad, pese a que él, en el mismo documento, señala que en junio de 2008 comienza su contrato formal de trabajo en La Calera "el que yo pido no se haga a nombre del club, pues los directores no podemos recibir remuneración, por lo que se extiende a nombre de Serrano Consultores, por una remuneración mensual de $ 2 millones, retroactiva desde marzo de 2008, encomendándoseme en él hacerme cargo de todos los temas deportivos del club".

Por estos días, el escenario más complejo que ha debido enfrentar Jadue es la renuncia de todos sus directores, lo que deja en claro que ésta fue una directiva que siempre fue convexa. A diferencia de su antecesor Harold-Mayne Nicholls, Jadue necesita la opinión de los demás para operar. "Está continuamente llamando para pedir asesorías, envía mensajes de texto para informar en qué está, y siempre consulta a los dirigentes de los clubes grandes para pedir opinión sobre lo que hay que hacer".

Dicen que lejos al que más escucha es al empresario José Yuraszeck, uno de los mayores accionista de Universidad de Chile. También a Jaime Estévez, presidente de la UC. Tanto así, que fue a ellos a quienes primero les contó, desde Zürich, que Chile se había adjudicado ser sede del Mundial Juvenil el 2015. Es más: muchos piensan que son esos dos dirigentes quienes manejan los hilos en las sombras. De todas formas, pese al apoyo público, en privado  han confesado que Jadue representa el "mal menor". "Es lo que Harold nos dejó, después de todas sus restricciones", dicen al interior de la ANFP.

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