Por quepasa_admin Diciembre 31, 2010

Quizá no exista algo más aburrido que ver una mala obra de teatro.  Es una experiencia tediosa, a veces claustrofóbica e incluso sofocante.  A la inversa,  cuando la magia del teatro se produce en un escenario,  los sentidos experimentan un estado de exaltación que solamente el Arte, con mayúsculas,  puede generar.

En estas fechas en Nueva York, uno de los más importantes centros de teatro del mundo, comienza lo mejor de la temporada anual.  Qué ir a ver y cómo minimizar el riesgo de pagar caro y pasar un mal rato  no es fácil para alguien que no siga el teatro de cerca. Para los que estén pensando visitar la ciudad y asistir a una obra o un musical en Broadway, aquí van algunas pistas:

Las producciones de musicales de Broadway cuestan  entre 10 y 15 millones de dólares, en promedio.  Pero 65 millones de dólares es lo que ya se ha invertido en Spider-Man: Turn off the Dark, quizá el proyecto teatral más ambicioso que haya conocido Broadway en su historia.  Basado en las tiras cómicas que dieron origen a la serie de películas, la producción está a cargo de la directora de cine y teatro Julie Taymor, una visionaria con raíces en el avant garde y en el teatro experimental. Taymor es quien concibió el musical El Rey León y lo convirtió en una producción con códigos estéticos sin precedentes para Broadway, lugar donde se acostumbra a poner en escena historias predecibles y sustentadas en fórmulas sobreexplotadas.  La guinda de la torta de Spider-Man:Turn off the Dark es su música, que está compuesta nada menos que por Bono. Me atrevo a recomendar este musical como obligatorio, a pesar de las inmensas dificultades que ha tenido su estreno, postergado una y otra vez. Es tal la complejidad técnica de este montaje y tan exigentes las demandas físicas para los actores (muchos de ellos deben "volar" a alta velocidad a lo largo y ancho del teatro),  que las lesiones y las fallas técnicas han detenido el espectáculo en medio de las funciones de preestreno. A pesar de todo, estimo que este musical es un imperdible por el rigor y la excelencia de su equipo creativo, la ambición del proyecto y la dimensión de su presupuesto.

Para quienes quieran ver actores de Hollywood en escena, lo que no es garantía de nada, Ben Stiller y Edie Falco (Carmela en  Los Soprano) protagonizarán  The House of Blue Leaves; Kiefer Sutherland (de la serie "24") estará en The Championship Season, y Robin Williams tendrá el rol principal en Bengal Tiger at the Baghdad Zoo.

Para los que buscan ver teatro de excelencia, El Mercader de Venecia con Al Pacino, dirigida por Daniel Sullivan, es imperdible. Todo lo que  dirige Sullivan está en las ligas mayores. Otro montaje de este director  en esta temporada es Good People con la actriz  Frances McDormand  (Fargo).
Ya no en Broadway, en las semanas que vienen, la Brooklyn Academy of Music (BAM) presentará tres espectáculos de clase mundial.  Hay que hacer notar que las mejores producciones que llegan a Nueva York son aquellas que vienen desde Londres, algo que los americanos saben, aunque no siempre reconocen.  Ahora  BAM trae Juan Gabriel Borkman de Henrik Ibsen, con un elenco británico superlativo que incluye a  Alan Rickman (de la película Sensatez y Sentimientos) y Fiona Shaw, una de las mejores actrices inglesas del momento. También la Brooklyn Academy of Music estrena Macbeth, tragedia de Shakespeare dirigida por Declan Donnellan, quien es considerado como uno de los más importantes directores teatrales de habla inglesa. Finalmente, BAM traerá a escena El Rey Lear de Shakespeare, dirigida por Michael Grandage, otro de los grandes, y protagonizada por Derek Jacobi (de la serie de televisión Yo, Claudio).

A pesar de las predicciones, siempre habrá obras de las que no se espera nada y que darán inmensas sorpresas. A la inversa, Spider-Man o alguna de las otras pudiese llegar a convertirse en un fiasco de proporciones. El teatro es impredecible.

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