Por Josefina Ríos Diciembre 3, 2010

© Patricio Fuentes

Guy Sorman trabajó durante cuatro años como asesor del ex presidente francés Jacques Chirac. Hoy aconseja al gobierno surcoreano en temas de política exterior. Reconocido entre los intelectuales más importantes de Europa, el economista asegura que internet ha derribado las murallas que existían entre los líderes internacionales y el ciudadano común, y que desde ahora la diplomacia tendrá que acostumbrarse a trabajar en una sociedad transparente.

Sorman tampoco esconde su ironía para referirse al momento que vive hoy la elite gobernante mundial debido a los documentos desclasificados por el sitio virtual Wikileaks esta semana. "Aquí hay sólo indiscreciones", apunta.

Sin embargo, se pone más serio al momento de analizar las posibles consecuencias éticas de este episodio. "Si yo fuera un líder talibán o iraquí iría, de todas maneras, a la página de Wikileaks para tener una lista de la gente que trabaja con la inteligencia americana", explica.

-¿Cuál es su opinión sobre el revuelo mediático y político generado tras conocerse los documentos desclasificados por Wikileaks?

- Nada dramático. Después de leer todos esos cables diplomáticos no aprendemos nada nuevo. Todo lo que dicen son cosas que ya sabíamos y, por lo tanto, no hay ningún secreto revelado. Aquí lo único que vemos son indiscreciones y por eso la gente está tan excitada: a los seres humanos nos encanta leer indiscreciones sobre los líderes mundiales.

-Quizás esta visión responde a que usted maneja bastante información, pero tal vez para el ciudadano común sí existen datos novedosos en estas filtraciones.

- No diría eso. Si una persona lee los periódicos regularmente y está interesada en temas como Irán o Corea del Norte, realmente todo lo que pueda observar en los documentos publicados por Wikileaks son datos que ya habían sido revelados en la prensa formal durante varios años. Lo que vemos tras este episodio es que los diplomáticos estadounidenses no saben más que cualquier periodista informado sobre los diferentes temas de política exterior, y que los líderes mundiales toman decisiones con las mismas bases de información que están disponibles para cualquier lector de periódicos.

-¿Y cómo se explica entonces la preocupación que han producido las filtraciones en la comunidad internacional?

- No creo que nadie esté realmente preocupado. Quizás el servicio diplomático estadounidense esté un poco avergonzado: son las únicas personas en el planeta que pensaban que lo que escribían en internet podría permanecer en secreto.

-¿La diplomacia norteamericana pecó de ingenua?

No de ingenua, simplemente están 20 años retrasados. Pareciera que son los únicos que no están al tanto de que las nuevas tecnologías apuntan hacia la transparencia total.

"Quizás el servicio diplomático estadounidense esté un poco avergonzado: son las únicas personas en el planeta que pensaban que lo que escribían en internet podría permanecer en secreto".

- ¿Cree que internet está cambiando los ideales y valores sociales?

-Internet ha cambiado todo. Guste o no ya no existe la privacidad. La irritación que ha causado en muchos los datos revelados por Wikileaks apunta precisamente a que a esas personas no les gusta el mundo en que vivimos hoy. Pero el problema no es si te gusta o no, el tema es que éste es el nuevo mundo y hay que saber vivir en él. Hoy ya no existen los secretos, no existe la privacidad y la transparencia es total. En este contexto, como diplomático te puede parecer espantoso que el público en general lea tus cables, pero va a seguir pasando.

-¿Qué lecciones puede sacar la diplomacia internacional a partir de los sucesos recientemente conocidos?

- Tendrán que aprender a vivir con las nuevas tecnologías y la nueva sociedad de la transparencia. Deberán acomodarse al mundo real, y en vez de pensar que Wikileaks es una cosa espantosa, ver que es algo cotidiano y que si no es este sitio será otro el encargado de dejar en evidencia lo que está sucediendo en el mundo.

- ¿Y en términos del contenido del trabajo diplomático?

-Los diplomáticos en vez de proveer material indiscreto, como lo están haciendo, debieran entregar análisis. Lo que es notable de estas publicaciones es que se sabe todo sobre los hábitos alcohólicos de Kim Jong-il, pero no se conoce nada del programa nuclear que tiene para Corea del Norte. De esto se infiere que los diplomáticos, al menos los norteamericanos, son capaces de investigar todo sobre las costumbres personales de un presidente, pero son incapaces de analizar la situación política de un país. En definitiva, el cuerpo diplomático estadounidense -y otros alrededor del mundo- tiene un concepto decimonónico de su tarea: se fijan en las vidas personales de los gobernantes, en los medicamentos que tomaba el ex presidente Kirchner y las fiestas "salvajes" de Berlusconi, pero están completamente desconectados de lo que realmente importa.

- ¿Es un grupo bastante superficial según su perspectiva?

- Son muy superficiales y algo esnobs, por eso se convierten en diplomáticos. Mientras trabajé en el gobierno francés yo confiaba más en la lectura de los periódicos locales que en los informes proveídos por ellos. Leer, por ende, Wikileaks es como leer, en una revista de farándula, la historia del príncipe William con Kate Middleton.

"Los diplomáticos son superficiales y esnobs"

"Éticamente esto es un crimen"

-¿Aprueba los medios utilizados por Wikileaks para obtener la información? Hay quienes incluso han calificado sus procedimientos como un crimen.

- Pienso que se podría decir que estamos ante un crimen ético, porque han puesto a cierta gente en peligro. Si bien los periódicos no han publicado nombres específicos de individuos trabajando para el servicio de inteligencia americano en países como Irán, Irak o Afganistán; en el sitio de Wikileaks en internet sí están disponibles sus identidades, con nombre y apellido. Si yo fuera un líder talibán o iraquí, de todas maneras voy a ir a la página web para tener una lista de la gente que trabaja con la inteligencia americana.

-¿Existe responsabilidad legal?

-No sabemos. En la actualidad no existen reglas globales para el control de lo que puede o no circular por la red. Entonces, legalmente pienso que no podemos decir que estamos frente a un crimen. Pero, una vez más, estamos ante una nueva realidad la cual es muy complicada de normar y por lo mismo pienso que la diplomacia norteamericana ha sido bastante ineficiente, al no ser capaz de proteger sus propios secretos. Pero no son sólo ellos: casi todos los diplomáticos del mundo están trabajando como si estuvieran en el siglo XIX.

-Julian Assange, director de Wikileaks, dijo que su organización ha desclasificado más documentos que toda la prensa internacional junta, lo que evidencia el estado de alarma de los medios actuales. ¿Cree que la prensa internacional es temerosa en su tarea de fiscalizar a las autoridades?

- Sus declaraciones son bastante megalómanas. Serían verdad si es que algo de lo revelado por su organización fuera nuevo, pero no es el caso. Por lo tanto, y al contrario de lo que él piensa, este episodio demuestra que la prensa ha hecho su trabajo bastante bien.

Ataque a la elite gobernante

-Hillary Clinton calificó lo sucedido como un "ataque a la comunidad internacional y a la democracia". ¿Que le parecen sus declaraciones?

-Es un ataque al poder de la elite gobernante. Pero ése es el problema con internet. La web ha destruido todas las barreras y murallas entre la elite gobernante y la gente común. Entonces los privilegios que tenía esta elite, sobre todo en la posesión de los canales de información y el control de ciertos secretos sucios -algunos interesantes y otros no-, ya no son tales. Hoy todos tienen acceso a la misma información y la elite gobernante está perdiendo su estatus de superioridad en esta área. Internet, por lo tanto, es una fuerza democratizadora y eso a la elite gobernante no le gusta.

"Estamos ante un crimen ético. Se ha puesto a gente en peligro. Los diarios no han publicado nombres de individuos que han trabajado para el servicio de inteligencia de USA en Irán, Irak o Afganistán, pero en Wikileaks sí están".

-Hay quienes han sostenido que esta filtración pública de los cables de la diplomacia norteamericana es otra muestra más de que Estados Unidos dejó de ser una potencia intocable en el concierto mundial.

-Yo diría que este proceso comenzó antes de la aparición de Internet. Empezó con el Watergate. Ésa fue la primera vez que la elite gobernante de Estados Unidos dejó de ser intocable. Watergate fue la prehistoria de Internet: información secreta de Estado revelada públicamente en la prensa. Este episodio es el principio de un tremendo cambio en torno al rol del liderazgo norteamericano en el mundo. Lo que sucede hoy con Wikileaks es como un nuevo Watergate, pero global. Aunque no creo que el papel de Estados Unidos en el mundo esté en entredicho, sigue siendo una superpotencia basada en su poderío militar y económico.

-Usted es consejero del gobierno surcoreano. Wikileaks reveló que el gobierno chino no estaría conforme con la actuación de Corea del Norte, su tradicional aliado, y que incluso sería partidario de la reunificación de ese país. ¿Qué opina de esa información?

-Si cualquier diplomático estadounidense realmente cree eso, pienso que debiera ser removido inmediatamente. Ése no es mi análisis y tampoco el del gobierno surcoreano. China, por el contrario, quiere que Corea permanezca dividida y hará todo lo que esté en sus manos para perpetuar esa situación, sencillamente porque no le conviene una Corea unida y fortalecida. Tampoco quieren fuerzas estadounidenses en su frontera. Entonces, Corea del Norte actúa, de alguna manera, manipulada por China. Y si algún diplomático no entiende esto, quiere decir que está haciendo mal su trabajo.

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