Por Andrew Chernin Julio 16, 2010

Algo de fútbol sabe Santiago Segurola. El periodista español -el columnista más notorio del diario deportivo Marca, y que antes lideró la sección de deportes de El País- es considerado una de las firmas hispanas más importantes cuando de la pelota se trata.

El último mes lo pasó en Sudáfrica, donde vio cómo España derrotó a Holanda en la final de la Copa del Mundo. Segurola tiene sus teorías para explicar cómo fue que España pasó de ser un equipo que siempre decepcionaba, a una selección que marca pautas y que lo gana todo:

"Yo creo que la respuesta es la influencia de Johan Cruyff y de su Barcelona. Una influencia heterodoxa, por lo demás, porque fue contra el fútbol que entonces estaba de moda en el mundo. Su equipo entusiasmó a la gente, generó una huella sustancial en el fútbol español, y además ganó. Yo creo que ésas son las tres condiciones básicas para explicar por qué su modelo fue exitoso.

-¿Qué cambió con ese modelo?

-El fútbol español estableció lo que antes no tenía: una identidad. Y bueno, tardó bastante en conseguirla. Porque ha habido un debate fortísimo en los últimos veinte años.

-¿Qué se debatía?

-España no poseía una identidad futbolística y tenía ese concepto tan estúpido y absurdo de "la furia". La furia es una embestida. Es falta de inteligencia. Lo que nos enseñó el Barcelona de Cruyff es que la técnica, la belleza, la posesión de la pelota, la diferencia, la singularidad, da buen resultado. A mí me parece que lo que pasó ahora, es la decantación de un trabajo que comenzó desde hace muchos años.

-¿Qué cualidades había en el fútbol español, que fue posible adaptar el modelo de Cruyff en el Barcelona?

"España no poseía una identidad futbolística y tenía ese concepto tan estúpido y absurdo de "la furia". La furia es una embestida. Es falta de inteligencia. Lo que nos enseñó el Barcelona de Cruyff es que la técnica, la belleza, la posesión de la pelota, la diferencia, la singularidad da buen resultado".

-La cualidad principal es la técnica. Otra cualidad importante del fútbol español, sea por las condiciones que sea, es que ha hecho especial hincapié en una parte del campo que en España se utiliza de forma distinta del resto del mundo: el mediocampo. Los centrocampistas españoles son diferentes a los que encuentras en las otras selecciones. Mira a Brasil. Brasil, por ejemplo, está huérfano de centrocampistas puros. Y si están, no son convocados. Futbolistas del corte de Sócrates, de Zico, de Falcão, de Toninho Cerezo, desaparecieron de todas las partes del mundo. Excepto en España. Aquí ahora mismo hay seis centrocampistas: (Sergio) Busquets, Xabi Alonso, Xavi, (David) Silva, Cesc (Fàbregas), (Andrés) Iniesta, que se distinguen por una calidad técnica impresionante. Sin que eso signifique que no tengan una capacidad organizativa y de trabajo como el que más.

-Está bien. Pero no se ganan copas sólo con buenos mediocampistas.

-Claro. Me parece que la diferencia está en la posibilidad que tiene hoy España de defenderse con la pelota, aprovechando la excepcional técnica y la inteligencia de unos jugadores que, vuelvo a decir, la mayoría proviene de La Masía, la escuela del Barça.

-En este salto, ¿cuánto influye la incorporación de jugadores extranjeros a la Liga?

-Su principal aportación es el pensamiento.

-¿En qué sentido?

-Me refiero a una ideología. A la ideología cruyffiana, que Guardiola, que jugó desde los 19 años en el mediocampo de Cruyff, ha llevado a su extremo radical. Guardiola es más cruyffista que Cruyff. Todo eso se demuestra en la cantidad de jugadores formados en el Barcelona que juegan en su once titular y que están definidos por un estilo muy concreto.

-¿Entonces la clave para explicar lo que pasa hoy con el fútbol español es solamente el "fenómeno Barcelona"?

-Lo clave es la convicción que ha tenido un club en saber que la línea que trazó Cruyff desde 1988 le ha generado más éxitos, más fama, más popularidad y más reconocimiento en el mundo que ninguna otra. Lo que sucedió concretamente en los últimos 20 años es que ha decantado la influencia holandesa del Barcelona.

Más que un equipo, una ideología

-¿Puede sustentarse la selección de un país sobre el modelo de un club?

-Mira, en esta selección había cuatro jugadores del Valencia, que no es poco. Del Real Madrid había tres titulares en la alineación. Pero hoy estamos viviendo la edad de oro del Barcelona. Eso es así. No todos los días tienes a genios como Iniesta y Xavi, ¿no?

-¿Cuál es la razón de que la selección española se haya demorado en emular los logros internacionales de los equipos de liga?

-Volvemos a lo mismo. ¿Qué se puede esperar de un fútbol cuyo lema era "la furia"? ¿Has visto algún equipo menos furioso que el español?

-No se me ocurre uno en este momento.

-De todas las grandes selecciones, si cerramos los ojos, tenemos alguna idea aproximada de cómo son y cómo juegan. Tenemos el Brasil ideal, por ejemplo. ¿Qué sabías de España?

-Que nunca cumplía las expectativas.

-Sabías que tenía algunos buenos jugadores que mezclaban mal, porque en muchos casos era un mosaico de estilos. Y es muy difícil ganar en un mundial con un mosaico de estilos, o si eres divergente en la manera de jugar y no mezclas bien. A España le faltó una cultura futbolística propia. Durante 40 ó 50 años, nadie sabía a qué jugaba España. Hoy España tiene buenos jugadores, pero además, sabemos exactamente a lo que juega. Y sobre todo lo saben los jugadores. Por eso es un equipo tan paciente.

-¿Esta generación dorada será algo accidental en la historia del fútbol español? ¿O es parte de un trabajo sostenido que puede proyectarse?

"A España le faltó una cultura futbolística propia. Durante 40 ó 50 años, nadie sabía a qué jugaba España. Hoy España tiene buenos jugadores, pero además, sabemos exactamente a lo que juega. Y sobre todo lo saben los jugadores. Por eso es un equipo tan paciente".

-Es un proceso que viene de un buen trabajo. La selección española en juveniles, como la sub 17 y sub 21, ha estado entre las mejores de Europa y el mundo durante los últimos diez años. La mayor parte de los que juegan hoy fueron campeones de algo en alguna categoría internacional. Eso es porque existe un trabajo bien hecho por parte de la federación, y también por parte de algunos clubes.

-¿De qué modelo sacó ideas La Masía?

-Todo parte cuando Cruyff llega al Barcelona y decide que todas las categorías tienen que jugar con un modelo parecido al del Ajax que él dirigía. Si tú ves hoy un partido de juveniles del Barcelona, los niños de 11 ó 12 años ya tienen todos los tics del equipo profesional.

-Entonces todo indica que la selección va a seguir dependiendo de La Masía.

-Mientras el Madrid no tenga un plan futbolístico coherente, será así.

-Un detalle no menor es que todo este proceso ha sido con entrenadores españoles. ¿De dónde sale esta camada?

-En los años ochenta, el 90% de los ocho o nueve primeros equipos de la liga española tenían entrenadores extranjeros. Hay un proceso de enseñanza técnica de la escuela de entrenadores, que fomentó la aparición de entrenadores jóvenes. Ahora el 60% o 70% de los equipos de primera tienen directores técnicos españoles. Lo interesante es que antes éstos tenían muy poca reputación y hoy son de los más buscados a nivel internacional.

-Antes de que ganaran la Eurocopa en 2008, se decía que la selección española no triunfaba porque era un equipo dividido. ¿Qué tan cierto era eso?

-Eso es un mito que se difundió por una visión errónea que se tiene de la nación. No vamos a explicar los fracasos de la selección a partir del mosaico político del país. Yo creo que hay que explicarlos por cuestiones estrictamente futbolísticas. Antes se jugaba mal y no se tenía una identidad definida. Ahora se tiene, y se tiene con jugadores vascos y catalanes. Lo que es cierto es que el triunfo en Sudáfrica sirvió para alegrar al país de la depresión económica que hemos vivido en los últimos dos años. Pero no va más allá. En dos semanas tendremos que volver a la realidad. Y la realidad es que en España no hay trabajo.

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