Por Claudia Farfán M. Junio 4, 2010

La madrugada del lunes 31, el ejército israelí asaltó una flotilla de seis barcos que transportaban ayuda humanitaria a la Franja de Gaza. En una de estas naves, el Mavi Marmara, la acción terminó con la vida de 9 de los 700 activistas que se dirigían a los territorios ocupados.

El gobierno de Benjamín Netanyahu calificó el incidente como un acto de legítima defensa de parte de los soldados de su país, quienes habrían irrumpido en el convoy ante la negativa de los tripulantes de respetar el bloqueo marítimo israelí frente a las costas de Gaza. Sin embargo, la comunidad internacional condenó la acción y en el mundo árabe fue calificada como "un acto de terrorismo cometido" en aguas internacionales.

En esta entrevista, el destacado profesor y doctor en Ciencias Políticas de la Universidad Hebrea de Jerusalén, Mario Sznajder, analiza el violento episodio.

-¿Cuál es su visión de lo que ocurrió en la cubierta del barco Mavi Marmara?

-El incidente es una falla de la inteligencia militar israelí que no previó la reacción que se produciría en el momento en que los soldados intentaran apoderarse del barco. Porque en mi opinión, la violencia provino de ambas partes. Incluso, antes de abordar la nave, los militares pidieron durante un buen rato, a través de altoparlantes, que ésta se detuviera. Y, después, cuando la abordaron, intentaron disolver al grupo con elementos que se usan normalmente en contramanifestaciones.

-¿Por qué este grupo de élite militar terminó por disparar contra los tripulantes de este barco?

-Al parecer, la reacción de los activistas propalestinos puso en peligro la vida de estos soldados y ellos respondieron usando armas de fuego. De ahí que se produjera la muerte de 9 personas y una treintena resultaran  heridas. Que hubo violencia por parte de ambas partes es algo clarísimo. Hay dos heridos de bala entre los soldados israelíes. Además, el comandante del grupo fue acuchillado y está en el hospital con una herida grave.

-¿No le parece que el ejército israelí actuó con una violencia desproporcionada, si se considera que en la flotilla viajaban diputados, periodistas y escritores?  

-Hubo una concatenación de hechos que descarriló las intenciones de ambas partes. Es lo que sucede siempre en el Medio Oriente cuando estalla la violencia. Basta que haya habido un pequeño grupo exaltado para que terminara todo en una  desgracia como la que sucedió.  

-¿Podían las tropas asaltar una embarcación que se encontraba en aguas internacionales?

-Este es un asunto para un experto en temas marítimos, porque el bloqueo de Israel sobre Gaza es legal. En lo que no hay duda es que el incidente ocurrió a 160 kilómetros de la costa, es decir, en aguas internacionales.  

"Lo que se ve en las horas posteriores al incidente es que a nivel de opinión internacional, Israel perdió mucho. Es percibido como la parte fuerte, mientras que los activistas propalestinos son vistos como las víctimas".

Israel tras la acción militar

-¿Cómo dimensiona este hecho en el contexto del largo conflicto entre Israel y Palestina?

-Lo que se ve en las horas posteriores al incidente es que a nivel de opinión internacional, Israel perdió mucho. Es percibido como la parte fuerte, mientras que los activistas propalestinos son vistos como las víctimas. Entonces, según la prensa extranjera, es natural que exista un cuadro completamente desfavorable para Israel,  independiente de cómo fueron  los hechos.

-¿Qué considera más preocupante para Netanyahu?

-Todas las deliberaciones en los foros internacionales son negativas para Israel. Nuestros embajadores intentaron explicar el vínculo que existe entre esta organización humanitaria turca y la hermandad islámica, pero dichos argumentos se perdieron. Desde el punto de vista mediático, esto es irremontable para Israel.

-¿Qué importancia le otorga al distanciamiento que hubo con Turquía tras este episodio?

-Ése es un asunto delicado. Turquía es muy cercano a Israel desde el punto de vista estratégico. Con ellos históricamente hubo muy buenas relaciones, hasta que llegó al poder el señor Erdogan -el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan-. Sin embargo, tras este incidente existe un deterioro mucho más serio en la relación con ese país: ha descendido a un nivel que no se conoció en las últimas seis décadas de la vida de Israel.

-¿Israel corre el riesgo de perder el apoyo de EE.UU.?

-El presidente Obama dijo que este episodio debe ser investigado hasta las últimas consecuencias. La misma solicitud se presentó tras la operación Plomo Fundido e Israel hizo una indagación dentro del ejército. Ahora pareciera ser que también habrá necesidad de realizar una investigación abierta para saber exactamente qué sucedió y cuál es la distribución de responsabilidades. Es lo que corresponde hacer y no tiene nada que ver con la posición del gobierno de Israel frente a Hamás o a la parte palestina.

"El bloqueo de Israel ha fortalecido a Hamás"

-¿Qué piensa de la hipótesis que acusa al gobierno de Netanyahu de querer sabotear con esta acción militar el inicio de las conversaciones que tendrían lugar entre Israel y la Autoridad Palestina?  

-No creo en eso, porque el primer ministro se encontraba en EE.UU. para reunirse con el presidente Obama, cuando ocurrió el episodio. El viaje de Netanyahu se enmarcaba en el interés de Israel por mejorar la relación con el gobierno estadounidense, porque ésta se había deteriorado mucho en el último tiempo. Sin embargo, debido al incidente, se produjo un gran retroceso. La idea de un boicot por parte de Israel me parece demasiado superficial, porque lo que está en  juego entre EE.UU., la Autoridad Palestina y nuestro país es si el Medio Oriente se estabilizará o no. Le mencionaré una frase que me decía un colega: en el Medio Oriente, cuando las alternativas son conspiración o estupidez, la respuesta es siempre estupidez. Suena mal, pero en ninguno de los lados son tan inteligentes como parecen.

 

-¿Por qué ad portas de un acercamiento, el gobierno israelí autoriza esta medida de fuerza?  

-Creo que están aferrados al principio del bloqueo y hay una incapacidad de mirar las tensiones con Hamás de otra manera. Eso tiene que ver con el perfil ideológico del gobierno de Netanyahu y con la historia inmediata de los últimos años entre Israel y la Franja de Gaza. Se relaciona con los ataques armados de allá y con la operación militar israelí que quiso poner un límite a todo esto a fines del 2008 y principios del 2009. Hay una serie de antecedentes serios que desembocan en problemas políticos. Es la historia del Medio Oriente, la cual se termina pagando muchas veces con sangre inocente.

-Se piensa que Netanyahu autorizó la acción militar para dar en el gusto a la extrema derecha de su país.

-Efectivamente la decisión pasó por él. Creo que el primer ministro israelí tiene un dilema muy grave: conservar la coalición de gobierno con la derecha más extrema, que es su propio partido, o emprender otro camino más de centro. Netanyahu podría perder el poder debido a este problema, porque puede haber un voto de desconfianza en el Parlamento.

El Bloqueo

-¿Qué repercusión ha tenido el incidente del Mavi Marmara dentro de Israel?

-Existe una gran discusión en el gobierno sobre por qué se tomó esta decisión, lo cual repercute internamente en la estabilidad de la administración de Netanyahu. La sensación general es de pesadumbre. No creo que haya nadie que esté feliz con lo que sucedió. Todo el mundo cree que existieron errores muy serios de juicio político, que desembocaron en un incidente que no debería haber ocurrido de ninguna manera.

La pregunta es qué sucederá con el próximo barco, porque ya hay otro en camino. Esto lleva a la interrogante sobre el bloqueo: si es correcto o si debemos emprender otro tipo de camino.  Y esto tiene que ver con la forma en que se define a Hamás: si se lo ve como una organización estrictamente terrorista o si se reconoce que tiene una parte politíca con la cual quizás habría que negociar.

"Le mencionaré una frase que me decía un colega: en el Medio Oriente, cuando las alternativas son conspiración o estupidez, la respuesta es siempre estupidez. Suena mal, pero en ninguno de los lados son tan inteligentes como parecen".

-¿Qué justificación tiene el bloqueo impuesto por Israel a la Franja de Gaza?

-Por un lado está la política israelí del bloqueo, que es una acción legal desde el punto de vista internacional, ya que los gobernantes actuales de la Franja de Gaza, que es Hamás, están catalogados en todo Occidente como una organización terrorista. Aunque también son un partido político, ellos, en forma insistente, han transportado armamento para usarlo contra Israel. Creo, entonces, que detrás de la actitud de Netanyahu está el deber de proteger a su población de ataques que provengan de la Franja de Gaza con material bélico  importado a través del mar.

-¿El bloqueo ha generado un clima de mayor violencia en esta zona, tal como sostiene el mundo árabe?

-Hamás argumenta que en Gaza el bloqueo afecta a más de un millón de personas, las cuales se ven empobrecidas y no logran reconstruir lo que fue devastado en la operación Plomo Fundido, hace un año y medio. Desde entonces, la población no pudo recuperarse ni desde el punto de vista económico ni desde el punto de vista de las condiciones de vida. En este contexto, la política del bloqueo no debilita a Hamás, sino que lo fortalece en la Franja de Gaza, pues mientras más penurias sufren los palestinos allí, pareciera ser que el apoyo a esta organización aumenta. Esto se da también a nivel internacional: cada vez existe menos apoyo a Israel y, por el contrario, se incrementa el respaldo a Hamás.

-¿Considera que hay un error estratégico en la política impuesta por Netanyahu?

-Sí, el bloqueo hacia la Franja de Gaza es una equivocación. No dio los resultados esperados, ni desde el punto de vista político ni militar. Contrabando de armamentos se hace de cualquier manera, por ejemplo, a través de 1.200 túneles excavados en la frontera con Egipto. Yo soy partidario de una salida política.

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