Por quepasa_admin Noviembre 21, 2009

En general, los sectores altos muestran diferentes niveles de confianza frente a su entorno, privilegiando los círculos íntimos por sobre las relaciones circunstanciales, como vecinos y compañeros de trabajo.

Los encuestados muestran un mayor nivel de confianza en su entorno más cercano, lo cual se ve reflejado en que 9 de cada 10 afirman tener con quien conversar temas íntimos. Lo reconocen por igual hombres y mujeres. Sin embargo, ese entorno de confianza potente en calidad no necesariamente lo es en cantidad: un 56% afirma tener pocos amigos, mientras un 6% dice no tenerlos.

Frente a su círculo íntimo, los encuestados marcan una diferencia estrechamente ligada a las circunstancias de sus redes: por elección o herencia. De hecho, los cónyuges aparecen mejor evaluados que padres y hermanos en términos de la confianza que dan para conversar temas íntimos. Un 78% versus 71% y 72%, respectivamente. Datos que en el caso del matrimonio sólo muestran una diferencia importante por género: un 85% de los hombres tiene mucha confianza en su pareja, cifra que baja al 73% entre las mujeres.

Padres y hermanos muestran menores niveles de confianza para conversar temas íntimos (lo que es más o menos lógico) en comparación con los cónyuges, pero siguen siendo muy altos. 7 de cada 10 encuestados confían en la familia, lo que no es raro si se considera el fuerte arraigo que ésta tiene en los sectores altos, incluso si su composición es menos numerosa que antes. A pesar de esto, cuando a los encuestados se les pregunta si están muy de acuerdo o de acuerdo con que en algunas circunstancias se puede desconfiar de la familia, un 45% responde positivamente.

Un dato curioso se da con los amigos. A pesar de la cercanía aparente que éstos representan en el entorno diario, la confianza para hablar temas íntimos es menor a la que existe con los padres. Y más sorprendente aún es cómo el lazo de amistad se va rompiendo con la edad. Mientras entre los 18 y 29 años un 84% confía mucho en sus amigos para conversar sobre sus temas, entre los 30 y 49 años la cifra disminuye a 65%. Entre los jóvenes no existe desconfianza alguna con sus amigos, pero ya mayores cerca de un 5% confía poco y nada.

Cuando se sale del entorno íntimo, los datos comienzan a mostrar las huellas de la desconfianza que otros estudios han revelado y que ponen a Chile como uno de los peor situados en este aspecto. Sólo un 27% confía mucho en sus compañeros de trabajo y un 25% en sus vecinos para hablar temas íntimos. En ese caso, los que no confían nada alcanzan un 18%. Los mayores de 50 son más confiados con sus vecinos, probablemente porque necesitan de la seguridad del entorno. Las mujeres, por el contrario, son más desconfiadas con sus compañeros de trabajo, porque su entorno de competencia laboral aún es disparejo y asimétrico salarialmente. En especial los primeros años de trabajo.

Revisa aquí el nivel de confianza en la familia y amigos

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