Por quepasa_admin Octubre 3, 2009

Los expertos dicen que ayudan a obtener cargos más importantes, subir el sueldo y marcar liderazgo. Los alumnos aseguran que sirven para diferenciarse, potenciar competencias y ampliar las redes de contacto. Desde el lado que se mire, es innegable que cursar un posgrado en la actualidad es un plus. Uno al que muchos alumnos están aspirando.  

Así lo ha entendido la amplia gama de universidades nacionales. En 2008, los matriculados en programas de postítulo superaron los 25 mil, según el SIES (Sistema de Información de la Educación Superior).  Y este año, la oferta de posgrados aumentó. La tendencia sigue siendo capacitarse en el área de Negocios. De los magíster cursados el año pasado, la malla de Administración y Comercio lideró las opciones con un 26% de matriculados.

De los 961 programas ofrecidos -804 magíster y 157 doctorados-, las áreas de Educación y Ciencias Sociales se llevaron el 37% de los matriculados. Un escenario que, de a poco, ha tomado peso.  El análisis de los doctorados sigue la misma línea: más del 60% de los 3.629 matriculados escogieron un PhD en Ciencias Básicas, Tecnología y Educación.

"En cuanto a MBA, todas las universidades han aumentado su oferta. Pero desde los últimos 10 años, tanto las casas de estudio como los alumnos están apostando por el desarrollo de otras materias, como la tecnología o educación", explica Vivian Heyl, presidenta de la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica (Conicyt).

"La calidad de los posgrados es lo que más va a pesar en el futuro laboral de las personas. Hay que fijarse en dónde hacerlo, con quién hacerlo y cuán reconocidos son", señala Rafael Rodríguez, socio fundador de Seminarium.

Y si saber elegir una especialización es importante, también lo es dónde se cursa el programa. Entre otras cosas, los expertos recomiendan poner atención en la calidad docente y en las mallas curriculares. Aunque se amplió la oferta de nuevos programas en Chile, las universidades tradicionales siguen siendo las preferidas a la hora de escoger el plantel para continuar los estudios: la Universidad de Chile y la Pontificia Universidad Católica concentraron el 64% de quienes volvieron a la universidad  en 2008, matriculando 5.058 y 2.945 alumnos, respectivamente. Cifra que contrasta con los 3.686 que sumados alcanzaron las tres privadas que más estudiantes matricularon: Adolfo Ibáñez (1.587), Andrés Bello (1.068) y Del Desarrollo (1.031).

La acreditación de los programas es un tema importante a la hora de buscar perfeccionamiento. Y obtenerla, no es fácil, "La calidad de los posgrados es lo que más va a pesar en el futuro laboral de las personas. Hay que fijarse en dónde hacerlo, con quién hacerlo y cuán reconocidos son", señala Rafael Rodríguez, socio fundador de Seminarium.

Santiago vs. regiones

Promedio y rango de edad

En Inglaterra, país reconocido por su calidad en educación, hay más de 200 universidades que ofrecen posgrados. Y todas cuentan con la aprobación de las entidades de acreditación europeas. En Chile, la situación es distinta. Aunque la oferta de maestría es amplia, según datos de la Comisión Nacional de Acreditación -CNA- durante 2008 sólo se acreditaron 31 magíster y 5 doctorados. La gestión institucional, calidad docente y capacidad investigativa de un programa son los principales criterios analizados para recibir la certificación del Estado. "Un posgrado va a ser diferenciador sólo si la universidad en que se realizó responde a las más altas exigencias. El empleador revisa el tiempo que se invirtió en el máster, por ejemplo, y los recursos que la casa de estudios entregó al alumno", señala Raúl Rojas, gerente general de Focus Search.

Por ello, cada día son más los planteles que buscan acreditar sus programas. Sólo en lo que va de 2009 las agencias acreditadoras han certificado 64 programas de magíster y doctorados. Incremento que se refleja en las cifras finales. Desde que comenzó el proceso de acreditación, en 2006, la CNA registra 113 doctorados y 162 magíster certificados. O sea, el 28% de posgrados ofrecidos en el país. Eso sí, la Universidad de Chile y la Católica siguen liderando la muestra con 85 y 61 posgrados acreditados, respectivamente.

El perfil de los Posgraduados

"Contar con programas de posgrado certificados implica, para las universidades, un elemento diferenciador además de darnos cuenta de un mejoramiento y desarrollo en la calidad educativa del país", señala el presidente de la CNA, Emilio Rodríguez Ponce.

Las cifras, alentadoras, se estancan en materia de regionalización. Porque el 63,2% de los estudiantes de posgrado en Chile realiza sus estudios en Santiago. Después viene la VIII Región con sólo un 9,9% de estudiantes, y Valparaíso con el 9.4%.  "Chile aún no potencia, teniendo las condiciones, áreas como la enología o astronomía, que podrían darse en regiones. Por eso, la capital concentra programas y alumnos", apunta Henriette Iracabal, editora de EducAmericas, portal que informa la tendencia en posgrados de Latinoamérica a altos ejecutivos. Los expertos concuerdan en señalar que, por esta razón, no es raro que los posgraduados se equivoquen en elegir la maestría que más les conviene. Hay oferta. Pero, el mercado se concentra en la capital y en estudios más tradicionales.

El 63,2% de los estudiantes de posgrado en Chile realiza sus estudios en Santiago, el promedio de edad es de 34 años. Lo recomendable es trabajar antes para ganar experiencia. Por lo menos, unos dos años, dicen los expertos.

Otro aspecto a tener en cuenta es cuándo hacer un posgrado. No es cosa de salir de la universidad y matricularse en un magíster. Así no funciona. Lo recomendable es trabajar antes para ganar experiencia. Por lo menos, unos dos años. Recién ahí es bueno especializarse. Y en Chile, se ha escuchado la sugerencia. El promedio de edad de los estudiantes de posgrado es de 34 años. El más joven promedia 32. Edad idónea, según los expertos en la materia, para profundizar conocimiento.

Becas y créditos

Hay un factor en el que todos coinciden. Expertos y alumnos. Matriculados y profesores: lo más complicado, para cursar un posgrado es financiarlo. Los números asustan. Y de dónde sacar los recursos se transforma en una preocupación.

Para pagar, los créditos bancarios siempre son una alternativa. La mayoría financia el total del programa, con matrícula y dos años de gracia incluidos. Los requisitos, simples: ser chileno o residir definitivamente en el país, contar con título universitario de, al menos, ocho semestres y validar antecedentes financieros [ver tabla].

Además, existen universidades que hacen descuentos a alumnos que hicieron el pregrado en la institución y otras que entregan becas.

Para pagar, los créditos bancarios siempre son una alternativa. La mayoría financia el total del programa, con matrícula y dos años de gracia incluidos.

Además de los créditos bancarios, existen las becas que entrega el Estado. Conicyt, a través de su programa Capital Humano, otorga becas que destinan hasta $ 8 millones al año para doctorados y $ 6 millones para magíster.  Claro que para obtenerlas no sólo basta el talento, sino que además los programas que se cursarán deben estar debidamente acreditados. Concentración de notas de pregrado, ranking de egreso, cartas de recomendación y motivación para ingresar son los requisitos evaluados.

La búsqueda de talento y el capital humano son los nuevos activos empresariales. Para eso, los estudios de postítulo ayudan. Cursarlos es una inversión a futuro. Y ésta debe hacerse analizando todas las variables.

Revisa la tabla con el financiamiento bancario de los posgrados

Revisa la tabla con los matriculados por tipo de programa según condición de acreditación

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