Por Javier Canales, desde Chacabuco. Julio 30, 2009

En medio del lugar más árido del mundo, a 120 kilómetrosde Antofagasta, se ubica la ex oficina salitrera Chacabuco. Aunque llamarla así puede ser una formalidad, porque esto es una verdadera ciudad. En ruinas. Muy similar a los pueblos fantasmas de las películas gringas del Viejo Oeste. Fue construida entre 1922 y 1924 por la Lautaro Nitrate Company como la más grande y moderna de su tipo, y en su momento de mayor esplendor llegó a albergar casi 6.000 habitantes, entre trabajadores del salitre y sus familias. Tenía plaza central, edificios para panadería, pulpería, filarmónica y una escuela. Además contaba con un enorme teatro, restaurado en 2007 gracias a un proyecto Fondart. La zona industrial, ubicada al sur y al oriente de la plaza, estaba muy bien diferenciada y apartada de la zona habitacional (en la foto), que se extendía al norte y al poniente. Allí se emplazaban ordenadas hileras de viviendas básicas para los trabajadores.

Salitrera Chacabuco

Fue grande y moderna en su momento, pero Chacabuco se vio obligada a cerrar dos décadas después de su inauguración. Su enorme producción mensual de 15 mil toneladas métricas de nitrato no pudo competir frente a nuevas salitreras que usaban el sistema Guggenheim y producían cuatro veces más. Tampoco pudo hacerlo contra el salitre sintético, mucho más barato. Fue desmantelada entre 1945 y 1947, pero la compañía conservó los edificios y algunas maquinarias en el lugar. Chacabuco quedó en estado de semi-abandono, hasta que en 1971 fue declarada Monumento Histórico por constituir un ejemplo de "la capacidad del hombre para desarrollar industrias en condiciones adversas". Durante los dos años siguientes se llevaron a cabo los trabajos de restauración y conservación. En julio de 1973 las calles y las casas estaban limpias y en perfectas condiciones.

 

Renace Chacabuco

Lo de las condiciones adversas no es exageración. Al mirar el paisaje da la sensación de estar en medio de la nada. Sólo cielo y desierto. El invierno acá es engañador. El frío aire que recorre la pampa hace que el sol no se sienta demasiado sobre la piel. Pero lo cierto es que el sol pega. Aun en pleno mes de julio es necesario usar bloqueador solar con alto factor. Por la noche, en cambio, no es extraño que el termómetro marque temperaturas bajo cero. En verano, el calor seco es sencillamente insoportable. Tanto en Chacabuco como en Baquedano, el pueblo habitado más cercano, a unos 30 kilómetros, donde se filmaron las escenas de la película "007: Quantum of Solace" y donde la botella de agua mineral individual cuesta casi el doble de lo normal. Acá la vida no era ni es fácil.

Salitrera Chacabuco

A partir de 1973, las dependencias de Chacabuco fueron ocupadas por las Fuerzas Armadas y utilizadas como campo de prisioneros políticos, uno de los más grandes del norte de Chile. Por sus edificios pasaron poco más de 1.000 detenidos, que venían desde diversos centros de detención de la I y la II regiones. A fines de 1974 y comienzos de 1975, el campamento comenzó a sere vaciado paulatinamente. Algunos detenidos fueron liberados y otros tantos trasladados a Santiago y Valparaíso. "Ésta es una historia de fracasos. Primero fue un fracaso en materia económica y luego un fracaso en materia de derechos humanos. Pero es una parte importante de nuestra historia, y es nuestro deber conservarla. Así no volveremos a cometer los mismos errores", afirma Jorge Molina, presidente de la Corporación Museo del Salitre, entidad sin fines de lucro que quiere restaurar y conservar Chacabuco.

Renace Chacabuco

En 1990, el Ejército se retiró definitivamente del lugar. Pero quedaron algunas huellas: cientos de minas antipersonales, que hacen muy peligroso ejecutar cualquier proyecto de restauración. Luego del Tratado de Ottawa en 2002 -donde los países signatarios se comprometen a retirar todas las minas antipersonales de sus territorios- se creó la Comisión Nacional de Desminado (CNAD). Es presidida por el Ministerio de Defensa, pero tiene representación multisectorial. "Nosotros integramos la CNAD en el área técnica, y propusimos algunos criterios para definir cuáles serían los primeros sitios donde comenzaría el desminado, por ejemplo lugares con alto valor patrimonial", explica la ministra de Bienes Nacionales, Romy Schmidt, mientras hace un recorrido por Chacabuco. Las faenas de desminado comenzaron aquí en mayo pasado, y se estima concluirán en mayo de 2010. "La idea es que se termine el trabajo certificando que éste es un lugar seguro, exento de las minas antipersonales que fueron sembradas alrededor de las salitreras", dice Schmidt.

Salitrera Chacabuco

El proceso de desminado no es sencillo. Para esto, el Ejército adquirió el año pasado cinco máquinas especiales con tecnología de punta: dos Minewolf y tres Bozena 5, por un valor total de US$ 10 millones. De estas máquinas, dos se encuentran trabajando en Chacabuco (otras dos se encuentran en Arica y la quinta está en Punta Arenas) y pueden ser controladas ya sea a control remoto o por un operario desde adentro de la cabina blindada. "Este terreno es complicado porque el caliche es muy duro. Los rendimientos de la duración de las herramientas han sido menores de lo previsto, pero estamos haciendo un buen trabajo y eso es lo importante", afirma el coronel Álvaro Romero, director ejecutivo de la CNAD. La labor de estas máquinas es remover la tierra y encontrar las minas. "Si una mina estalla sobre las máquinas, a éstas no les pasa absolutamente nada. Están hechas para eso", asegura Romero.

Salitrera Chacabuco

Cuando las minas antipersonales ya hayan sido retiradas, viene el turno de la Corporación Museo del Salitre y su proyecto para transformar Chacabuco en un centro cultural y turístico. Lo inmediato, según esa planificación, es la restauración de los edificios del lugar. Esto ya se comenzó: en 2007 se refraccionó el teatro y se ornamentó la plaza central con árboles que se riegan con el sistema "gota a gota" y postes que se cargan con luz solar. Pero los planes a largo plazo son aun más grandes. "Nuestra idea es abrir un hotel boutique de alto nivel y que no agreda arquitectónicamente, instalar una universidad con una escuela de restauradores patrimoniales y un centro de retiro espiritual. La idea es recuperar la intensidadque tiene este lugar. Para nosotros es un tremendo desafío" afirma Jorge Molina, director de la Corporación. Aún no hay montos ni plazos estipulados, y falta que el Consejo de Monumentos apruebe los proyectos.

 

Relacionados